Hablando de modernidades, comentaba en posts anteriores que el sábado fué otro de esos días de "pareja" que nos regalan mis suegros últimamente y se quedan con los querubines para darnos un chance a mi maridis y a mí. Teníamos pensado ir al cine, por lo que desde el viernes anterior buscamos una película interesante, yo quería ver PS: I love you con Hilary Swank pero como siempre vemos las que yo escojo (que normalmente son filmes muy melosos) ésta vez le tocó a mi maridis y nos decidimos por The Bucket List con Jack Nicholson y Morgan Freeman. Buscamos un cine en Zürich cerca de la casa de los abuelos de mis hijos para no perder tiempo en trasladarnos y encontramos unos a los que nunca habíamos sido, de hecho son prácticamente nuevos y es todo un compleo muy sofisticado de cines llamado Arena Film City.
Desde su página de internet compramos los boletos por adelantado con la tarjeta de crédito, la sorpresa nos la llevamos cuando llegamos y vimos las filas inmensas en las taquillas, pero mi sexto sentido me decía que si existía la opción de comprarlos vía internet debería de ser para ahorrarse tiempo y esfuerzo. Preguntamos a un empleado y nos mostró unas máquinas expendedoras de boletos en las que solo tenemos que teclear el número de reservación que se nos asignó al hacer la compra online y listo! Wow! y yo que pensaba que lo más moderno eran los Cinépolis que dejé en Monterrey cuando vine a vivir acá. Ya casi me estaba acostumbrando a los cines balines que hay cerca de mi rancho, pero Zürich es otra cosa, sí señor!
Pero eso solo fué el inicio de una serie de sofisticaciones que nunca me hubiera imaginado encontrar en un cine, para empezar en la entrada hay un bar super 'nice' con todo tipo de bebidas (incluídas las alcóholicas) y con un diseño muy moderno. Las salas enormes, algo muy raro en éste país, y los asientos casi casi como First Class de cualquier aerolínea. Los boletos que habíamos comprado eran de unos asientos llamados "Kuschelbank" (banca de abrazo, literalmente) su nombre lo dice todo. Es un asiento para dos personas perfectamente amplio como para .... abrazarse, para parejas, pues! Muy sabrosón el asiento. En la parte más alta de la sala hay una sección que se llama Loge que describiré más adelante. En el intermedio mi maridis se fué a fumar y yo me dirigí al baño, dije baño? más bien diría una sala galáctica que con solo entrar se le quitan a uno las ganas. Lo primero que hay son sillones para arreglarse en una especie de peinadores del futuro donde en la pared esta un enorme espejo y en la parte de la mesa un monitor en el que se pueden ver los cortos de las películas próximas a estrenarse. Pero los monitores no solo se encuentran ahí también los hay dentro de los sanitarios (WTF!!!), de los lavabos y el secador de manos mejor ni digo nada, éste último casi casi me arranca los dedos con la fuerza del aire hipohuracanado que avienta o por lo menos habrá desaparecido mi artritis reumatoide. Mejor chéquense las fotos.
Al terminar la película, muy deprimente con un tema de cáncer/muerte que me dejó muy mal sabor de boca y muchos malos recuerdos familiares, nos dimos cuenta que aún era temprano, decidimos ver la otra que yo había escogido en un principio y que también resultó ser un tema parecido en la que tampoco me escapé de soltar las de cocodrilo a lo largo de ella. Lo bueno fué que lo hice de la forma más cómoda posible porque ésta vez compramos lugares en el mentado Loge. Son cinco cubículos para dos personas, cerrados, totalmente independientes y equipados con un servibar que contiene bebidas y chucherías que van desde botellitas de champaña con sus respectivas copas 'nice', hasta bolsas de papitas, cacahuates y chocolates que están incluídas en el precio por persona (no se los digo porque si es muy caro, lo peor del asunto fué que me tocó pagarlo a mi!!!). Detrás de la puerta de acceso hay unos ganchos para acomodar chaquetas, bolsos, llaves, etc., etc. para nada estorbe a la hora de ver la peli. Los asientos son gigantescos sillones con control eléctrico para acomodar piecera y respaldo al gusto, tapizados en finísima piel y cuentan hasta con masaje para la espalda (WTF!!!), pareció anuncio de los Hermanos Vázquez :-P. Prácticamente es como estar en casa, me quité mis botas, me recosté y voilà ... me sentí como una Forbes de petatiux.
No sé como anden las salas de cine por mi Monterrey del alma, hace algunos ayeres que escuché se abrirían en Valle Oriente o San Agustín unas salas VIP parecidas a éstas que describí, pero en mis últimas visitas no me acordé de ir. La verdad es que me dolió el codo con tanta gastadera, pero mi maridis que tiene los pies bien puestos sobre la tierra, me convenció de que fué un dinero bien gastado. Al fin y al cabo son experiencias que no se repiten muy seguido durante el año y lo bailado nadie nos lo quita. Toda una experiencia religiosa.
Desde su página de internet compramos los boletos por adelantado con la tarjeta de crédito, la sorpresa nos la llevamos cuando llegamos y vimos las filas inmensas en las taquillas, pero mi sexto sentido me decía que si existía la opción de comprarlos vía internet debería de ser para ahorrarse tiempo y esfuerzo. Preguntamos a un empleado y nos mostró unas máquinas expendedoras de boletos en las que solo tenemos que teclear el número de reservación que se nos asignó al hacer la compra online y listo! Wow! y yo que pensaba que lo más moderno eran los Cinépolis que dejé en Monterrey cuando vine a vivir acá. Ya casi me estaba acostumbrando a los cines balines que hay cerca de mi rancho, pero Zürich es otra cosa, sí señor!
Pero eso solo fué el inicio de una serie de sofisticaciones que nunca me hubiera imaginado encontrar en un cine, para empezar en la entrada hay un bar super 'nice' con todo tipo de bebidas (incluídas las alcóholicas) y con un diseño muy moderno. Las salas enormes, algo muy raro en éste país, y los asientos casi casi como First Class de cualquier aerolínea. Los boletos que habíamos comprado eran de unos asientos llamados "Kuschelbank" (banca de abrazo, literalmente) su nombre lo dice todo. Es un asiento para dos personas perfectamente amplio como para .... abrazarse, para parejas, pues! Muy sabrosón el asiento. En la parte más alta de la sala hay una sección que se llama Loge que describiré más adelante. En el intermedio mi maridis se fué a fumar y yo me dirigí al baño, dije baño? más bien diría una sala galáctica que con solo entrar se le quitan a uno las ganas. Lo primero que hay son sillones para arreglarse en una especie de peinadores del futuro donde en la pared esta un enorme espejo y en la parte de la mesa un monitor en el que se pueden ver los cortos de las películas próximas a estrenarse. Pero los monitores no solo se encuentran ahí también los hay dentro de los sanitarios (WTF!!!), de los lavabos y el secador de manos mejor ni digo nada, éste último casi casi me arranca los dedos con la fuerza del aire hipohuracanado que avienta o por lo menos habrá desaparecido mi artritis reumatoide. Mejor chéquense las fotos.
Al terminar la película, muy deprimente con un tema de cáncer/muerte que me dejó muy mal sabor de boca y muchos malos recuerdos familiares, nos dimos cuenta que aún era temprano, decidimos ver la otra que yo había escogido en un principio y que también resultó ser un tema parecido en la que tampoco me escapé de soltar las de cocodrilo a lo largo de ella. Lo bueno fué que lo hice de la forma más cómoda posible porque ésta vez compramos lugares en el mentado Loge. Son cinco cubículos para dos personas, cerrados, totalmente independientes y equipados con un servibar que contiene bebidas y chucherías que van desde botellitas de champaña con sus respectivas copas 'nice', hasta bolsas de papitas, cacahuates y chocolates que están incluídas en el precio por persona (no se los digo porque si es muy caro, lo peor del asunto fué que me tocó pagarlo a mi!!!). Detrás de la puerta de acceso hay unos ganchos para acomodar chaquetas, bolsos, llaves, etc., etc. para nada estorbe a la hora de ver la peli. Los asientos son gigantescos sillones con control eléctrico para acomodar piecera y respaldo al gusto, tapizados en finísima piel y cuentan hasta con masaje para la espalda (WTF!!!), pareció anuncio de los Hermanos Vázquez :-P. Prácticamente es como estar en casa, me quité mis botas, me recosté y voilà ... me sentí como una Forbes de petatiux.
No sé como anden las salas de cine por mi Monterrey del alma, hace algunos ayeres que escuché se abrirían en Valle Oriente o San Agustín unas salas VIP parecidas a éstas que describí, pero en mis últimas visitas no me acordé de ir. La verdad es que me dolió el codo con tanta gastadera, pero mi maridis que tiene los pies bien puestos sobre la tierra, me convenció de que fué un dinero bien gastado. Al fin y al cabo son experiencias que no se repiten muy seguido durante el año y lo bailado nadie nos lo quita. Toda una experiencia religiosa.