El grupo de alemán en el que estoy, como ya lo dije anteriormente, es algo ecléctico. No me había fijado qué tanto hasta ayer que fué una clase muy especial, emotiva diría yo, derivada de uno de los ejercicios del tema principal. El objetivo era aprender las conjunciones en alemán y el capítulo del libro lo explicaba a través del tema "Muchos profesionistas, pocas oportunidades", como verán en todas partes existe éste tipo de problemática social, luego uno piensa que México es el perro al que se le cargan las pulgas. Casi al final de la clase, a la maestra se le ocurrió ejercitarnos lo aprendido, explicando con nuestras propias palabras qué estudios habíamos cursado y en qué habíamos trabajado al salir. Como siempre, nos dió la libertad de participar a voluntad pero nadié se animó; yo todavía a mis años (y más allá del bien y el mal) sigo sintiendo pánico escénico al hablar en público por lo que también hice como que la Virgen mi hablaba y desvié como pude mi mirada de la de la maestra.
Como si leyera mi pensamiento fue a mí a la que muy amablemente preguntó si quería responder primero y no me quedó de otra que empezar tartamudeando (por los nervios, chin!) "fuí a la escuela 'X', salí en 'X' año y trabajé durante tantos años en 'X' empresa desempeñando 'X' puesto", así de sencillo y sanseacabó. Una vez roto el hielo del pánico colectivo, otra de mis compañeras comenzó a contarnos su historia que se alejó bastante de las expectativas de la maestra, del curso y del resto de nosotros.
Relató cómo sus padres huyeron de Kosovo durante la guerra, cuando llegaron a Suiza ella contaba con 14 años y había terminado la escuela primaria. Trataron de inscribirla en la secundaria pero se encontraron con la negativa de la institución debido al total desconocimiento del idioma (alemán), entonces optaron por inscribirla en la primaria pero tampoco tuvieron éxito porque consideraron que era muy mayor para el promedio de los alumnos aún de aquellos de los últimos años. Tampoco podía inscribirse en escuelas para adultos porque ... era muy joven (WTF!), así que no tuvo otro remedio que buscar un empleo en el que no necesitara hablar mucho. Fué así como aprendió a la perfección el dialecto suizo (que no tiene escritura ni gramática oficiales, en mi opinión es un alemán mal hablado y no tiene valor curricular alguno), se olvidó de la escuela y siguió su vida. Hoy es una mujer de 40 años, trabaja como ayudante de enfermera en el quirófano de un hospital cercano, en el que comenzó limpiando los pisos y fué escalando puestos gracias a su buen desempeño, tesón e inteligencia. Está casada, tiene dos hijos adolescentes y está en el curso porque quiere estudiar la carrera técnica de enfermera instrumentista, para lo que necesita el diplomado en Alemán (Hoch Deutsch). Cuando terminó su relato, por poco me suelto aplaudiéndole, una mujer digna de toda mi admiración.
Todavía no salía de la emoción, cuando otra de ellas hizo lo suyo diciendo que había nacido aquí en Suiza, de padre suizo y madre italiana, pero que por problemas entre ellos su madre tuvo que huír hacia Italia cuano era niña de cuatro años y desde entonces solo se comunicó en italiano. Muchos años depués conoció a un suizo, ahhh! el implacable destino, con el que se casó y volvió para residir acá pero del alemán no había quedado ni rastro en su memoria. También habla muy bien el dialecto nacional y a sus 53 años quiere aprender el idioma correctamente porque dice que le desespera no poder leerlo ni escribirlo (acá todo lo oficial está en el alemán), porque quiere también que sus hijos se sientan orgullosos de ella y además desea con toda su alma un trabajo bien remunerado a pesar de que su marido tiene un trabajo estable con el que no les falta nada. Y todavía en estos tiempos modernos, hay quien espera encontrar marido para no tener que "trabajar", ésta señora si que les dá cátedra a unas cuantas, no?
A éstas alturas ya casi todos nos habíamos olvidado que estábamos en clase y, con la confiaza de saber un poco de los que ya habíamos contestado, el último en hablar fué un muchacho de veintitantos años de origen iraní. Nos contó que llegó a Suiza para estudiar "lo que sea" (sic), ya que desde sus 12 años el gobierno de su país le prohibió de por vida ingresar en cualquier escuela. Al parecer su padre es un político de uno de los partidos opositores al régimen actual y en represalia por no sé que cosa, le negaron el derecho a la educación a sus hijos y hasta a algunos familiares consanguíneos. Nos dijo que en un principio empezó estudiando por correspondencia, pero luego también se lo impidieron, por lo que decidió estudiar por su cuenta un idioma con el que pudiera ir a residir a otro país y seguir sus estudios. Así ha recorrido unos cuantos hasta llegar acá, según él éste ha sido el país donde mejor se ha sentido (académicamente hablando) no habla tan mal pero él quiere hacer una carrera profesional y volver a su país como un triunfador. Qué tal? Yo conozco a dos que tres zánganos en edad de merecer, que todavía viven a expensas de sus padres.
En este punto, ya habían pasado más de 15 minutos del final de la clase y nadie nos dimos cuenta. La maestra también estaba igual de entretenida que nosotros escuchando nuestras historias, pero el conserje nos interrumpió para pedirnos que desalojáramos el aula, aún después de salir seguimos platicando un poco afuera.
Creo firmemente en que la comunicación abre cualquier puerta, hasta entonces no habíamos pasado de ser personas sentadas unas al lado de las otras pero siento que desde ese momento nos acercamos un poco más, no en espacio sino en calor humano. Cuando decidí volver a la escuela pensé que aprendería solo alemán, se me olvidaba que todos tenemos una historia y una lucha detrás de nuestra apariencia, que a veces nos hace bien compartirla con otra gente ... y escucharlar la de otros también.
Bendita escuela de la vida!
Abur!
Como si leyera mi pensamiento fue a mí a la que muy amablemente preguntó si quería responder primero y no me quedó de otra que empezar tartamudeando (por los nervios, chin!) "fuí a la escuela 'X', salí en 'X' año y trabajé durante tantos años en 'X' empresa desempeñando 'X' puesto", así de sencillo y sanseacabó. Una vez roto el hielo del pánico colectivo, otra de mis compañeras comenzó a contarnos su historia que se alejó bastante de las expectativas de la maestra, del curso y del resto de nosotros.
Relató cómo sus padres huyeron de Kosovo durante la guerra, cuando llegaron a Suiza ella contaba con 14 años y había terminado la escuela primaria. Trataron de inscribirla en la secundaria pero se encontraron con la negativa de la institución debido al total desconocimiento del idioma (alemán), entonces optaron por inscribirla en la primaria pero tampoco tuvieron éxito porque consideraron que era muy mayor para el promedio de los alumnos aún de aquellos de los últimos años. Tampoco podía inscribirse en escuelas para adultos porque ... era muy joven (WTF!), así que no tuvo otro remedio que buscar un empleo en el que no necesitara hablar mucho. Fué así como aprendió a la perfección el dialecto suizo (que no tiene escritura ni gramática oficiales, en mi opinión es un alemán mal hablado y no tiene valor curricular alguno), se olvidó de la escuela y siguió su vida. Hoy es una mujer de 40 años, trabaja como ayudante de enfermera en el quirófano de un hospital cercano, en el que comenzó limpiando los pisos y fué escalando puestos gracias a su buen desempeño, tesón e inteligencia. Está casada, tiene dos hijos adolescentes y está en el curso porque quiere estudiar la carrera técnica de enfermera instrumentista, para lo que necesita el diplomado en Alemán (Hoch Deutsch). Cuando terminó su relato, por poco me suelto aplaudiéndole, una mujer digna de toda mi admiración.
Todavía no salía de la emoción, cuando otra de ellas hizo lo suyo diciendo que había nacido aquí en Suiza, de padre suizo y madre italiana, pero que por problemas entre ellos su madre tuvo que huír hacia Italia cuano era niña de cuatro años y desde entonces solo se comunicó en italiano. Muchos años depués conoció a un suizo, ahhh! el implacable destino, con el que se casó y volvió para residir acá pero del alemán no había quedado ni rastro en su memoria. También habla muy bien el dialecto nacional y a sus 53 años quiere aprender el idioma correctamente porque dice que le desespera no poder leerlo ni escribirlo (acá todo lo oficial está en el alemán), porque quiere también que sus hijos se sientan orgullosos de ella y además desea con toda su alma un trabajo bien remunerado a pesar de que su marido tiene un trabajo estable con el que no les falta nada. Y todavía en estos tiempos modernos, hay quien espera encontrar marido para no tener que "trabajar", ésta señora si que les dá cátedra a unas cuantas, no?
A éstas alturas ya casi todos nos habíamos olvidado que estábamos en clase y, con la confiaza de saber un poco de los que ya habíamos contestado, el último en hablar fué un muchacho de veintitantos años de origen iraní. Nos contó que llegó a Suiza para estudiar "lo que sea" (sic), ya que desde sus 12 años el gobierno de su país le prohibió de por vida ingresar en cualquier escuela. Al parecer su padre es un político de uno de los partidos opositores al régimen actual y en represalia por no sé que cosa, le negaron el derecho a la educación a sus hijos y hasta a algunos familiares consanguíneos. Nos dijo que en un principio empezó estudiando por correspondencia, pero luego también se lo impidieron, por lo que decidió estudiar por su cuenta un idioma con el que pudiera ir a residir a otro país y seguir sus estudios. Así ha recorrido unos cuantos hasta llegar acá, según él éste ha sido el país donde mejor se ha sentido (académicamente hablando) no habla tan mal pero él quiere hacer una carrera profesional y volver a su país como un triunfador. Qué tal? Yo conozco a dos que tres zánganos en edad de merecer, que todavía viven a expensas de sus padres.
En este punto, ya habían pasado más de 15 minutos del final de la clase y nadie nos dimos cuenta. La maestra también estaba igual de entretenida que nosotros escuchando nuestras historias, pero el conserje nos interrumpió para pedirnos que desalojáramos el aula, aún después de salir seguimos platicando un poco afuera.
Creo firmemente en que la comunicación abre cualquier puerta, hasta entonces no habíamos pasado de ser personas sentadas unas al lado de las otras pero siento que desde ese momento nos acercamos un poco más, no en espacio sino en calor humano. Cuando decidí volver a la escuela pensé que aprendería solo alemán, se me olvidaba que todos tenemos una historia y una lucha detrás de nuestra apariencia, que a veces nos hace bien compartirla con otra gente ... y escucharlar la de otros también.
Bendita escuela de la vida!
Abur!
8 comentarios:
en verdad que esa gente es digna de admirarse! mis aplausos... vaya que me dieron una buena lección de vida.
=)
saludos!
Hola Keru! Tienes toda la razon, a veces uno cree que el ir a sentarse a aprender un nuevo idioma es solo eso. Pero que bueno que hoy tuvieron la oportunidad de conocerse un poco mas. Y si!! detras de cada uno de nosotros hay una mega historia. Y muchas, como en estos casas son de admirarse.
Por eso, hay que seguir echandole ganas a todo lo que hacemos, que ya el simple hecho de no vivir en nuestro querido pais y haber dejado todo ya es una buena razon para tratar de ser felices aca, no crees?
Un beso.
Aveces se nos olvida que dónde más se aprende es en la vida misma, viviendo y compartiendo. Un beso!
y tú que ibas nomás a unas clases de alemán! : P
yo estudié italiano entre coreanos, japoneses, israelíes y turcos, imagínate!
las coincidencias culturales y las diferencias son sorprendentes, para mí fue toda una experiencia.
Keru, creo que el simple hecho de abrirse a conocer personas diferentes culturalmente hablando ya en sí trae un aprendizaje, además de ayudar a desarrollar la tolerancia en ambos lados, y pues más aún cuando se habla de cuestiones personales, cada historia tan única, cada quién cargando sus propias cosas, sus luchas, retos y sufrimientos.
Es aquí cuando valoramos el precioso regalo de la comunicación, sólo así se puede llegar a entender un poco los procederes de los demás, hechos que tal vez a simple vista nos podría hacer catalogar a una persona erróneamente.
Me da gusto que hayas pasado esa linda experiencia en tu clase, y que se ponga todavía mejor ya que se ha roto un poco el hielo.
Te extraño mucho Keru, te mando un abrazote, espero que te vaya muy bien en tu clase, y el lunes le empezamos a echar ganas a todo lo que quedamos.
Abrazos y Besos, en un ratito más me voy a casa de tu mami :)
Nancy
@ Patilu: Totalmente de acuerdo contigo.
@ Conny: Claro! no podemos tirar la toalla cuando practicamente estamos solos del otro lado del mundo, mucho más aquellos que vienen de países en conflicto donde la muerte es el pan de cada día. Eso es lo que más admiré de éstas personas.
@ ...: Mmhhh lástimas que no todas personas piensan así, no?
@ Diana: Fijate que es el tercer grupo en el que estoy, pero casualmente el único que he tomado de noche, o sea gente trabajadora. Creo que ésa fué la clave de mi sorpresa.
@ Nancy: Por eso me choca la gente que no habla, será inseguridad? Amiguis, yo también te extraño un chorro y ya no le sigo porque me pongo como ayer. Me saludas a mi sacrosanta madre porfis!
Que emoción conocer personas así.. la verdad leer sus historias como que te llena de inspiración para cambiar y ser mejor.
Gracias por compartirnos cosas tan lindas..
Que tengas un bonito día :)
Me encantan estas historias, aunque al final me hacen sentir tan chiquita! tan insignificante.
Hay gente admirable entre nosotros y no se necesita de historias de esas de película, no, el día a día de estas personas es muchísimo más sorprendente.
Este post me gustó mucho Keru :D
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