Hoy por la mañana visité mi doc familiar porque ya me tocaba mi chequeo anual, bueno, me tocaba desde el mes de noviembre pasado pero con tanto stress con los exámenes neurológicos de mi querubín, simplemente lo dejé a la decidia. Ya se sabe que los suizos son re-organizados por lo que el lunes pasado me tomaron muestras de sangre para tener 'los pelos de la burra en la mano' a la hora de la consulta e ir a lo seguro. En la plática con el doc, quien por cierto se parece un chorro a Richard Gere (chicas, no es por darles envidia, pero además de guapetón el hombre ése es un pan de Dios como pocos o más bien, como ningún doctor suizo) le comenté sobre ciertos malestares que últimamente se han hecho más notorios que de costumbre.
Primero que nada me dió los resultados de los análisis, me informó que para su sorpresa todos los niveles de lo que ahí se midió estaban 'perfectos' (sic): colesterol, glucosa, presión arterial, glóbulos rojos y un sinfin de etcéteras. Después de ésto me sentí medio mal porque con mi paranoia hipocondríaca, esperaba que me dijera algo terrible y hasta las manos me sudaban; luego me preguntó sobre mis malestares.
Lo que me preocupaba en serio son los períodos depresivos que últimamente se han hecho más frecuentes, los cambios drásticos de humor en los que paso de un estado de ánimo a otro y que, al notarlos, me hacen sentir que estoy de atar; lista para el manicomio. Un ejemplo claro ocurrió la semana antepasada: por una babosada discutí con mi marido, la cosa fué subiendo de tono (de mi parte, claro está) hasta llegar a una discusión en la que él mejor se quedó callado (bendita paciencia la suya) y yo gritaba como loca histérica. Al día siguiente durante la mañana todavía seguía recordando la escena de la noche anterior y me volvía a enojar pero ahora yo sola, más tarde me quedó un hueco de tiempo de unas dos horas y para entretenerme y no tratar de sueguir con esos pensamientos, decidí pintarme el cabello; luego me bañé y al ver que el color me había quedado muy padre, lo sequé y lo planché. Me ví en el espejo como si fuera una obra de arte y entonces decidí maquillarme, ya para hacer el trabajo completo me puse ropa linda y salí a seguir haciendo mis vueltas con mis hijos como de costumbre. En el coche canté con ellos, bromeamos durante el trayecto y pensé en lo linda que es la vida. Por la noche, antes de dormirme y hacer el examen de conciencia diario, me di cuenta de estos cambios tan drásticos que sufro en lapsos tan cortos de tiempo. Eso fué lo que me preocupó, porque sucede muy seguido.
Le comentaba al doctor que tal vez sería que estoy entrando en la menopausia, porque también sufro de calores repentinos que me hacen sudar hasta mojar la ropa, él me comentó que por mi edad tal vez sería el climaterio (pre-menopausia). Me imaginé que me haría un estudio hormonal para confirmar 'mi diagnóstico' pero se limitó a decirme que por lo pronto me daría un tratamiento con un medicamento nuevo que actúa como antidepresivo (sin serlo) y que a la vez sirve para el control del hambre con la finalidad de que baje de peso, porque ese es también uno de los problemas que podrían estarme causando los bajones. De hecho se sorprendió que a pesar del sobrepeso, mis niveles estuvieran en buenas condiciones, sobre todo la presión arterial. Lo mas interesante, y chistoso, fué su explicación sobre lo voluble de mi carácter: 'no te preocupes por tus cambios de ánimo, es normal en mujeres no de tu edad, en TODAS las que son madres de niños pequeños con obligaciones domésticas y presiones emocionales. Pregúntales a tus amigas, si es que no te lo han dicho ya, todas pasan por lo mismo. Yo lo sé porque estoy casado con una y te aseguro, no es muy diferente.' Ja! ahora resulta...
Lo dicho, tal vez no estaré loca, pero si soy una obsesiva monitoreándome. Ya me lo dice muy seguido mi amigocha Engle Dafnè 'no te claves!'. Por lo menos ya sé que físicamente, no tengo nada. Seremos todas así? ayúdenme chicas, cuéntenme sus anécdotas no sean malas. Decía mi abuela que "mal de muchos, consuelo de tontos". Será?
Auf Wiedersehen!