
El tema número uno en México de los últimos días, tanto en los medios de comunicación como en las pláticas interpersonales, se ha centrado en el rídiculo y escandaloso comentario de Esteban Arce sobre la homosexualdiad en su programa Matutino Express del 18 de diciembre pasado.
Me imagino que a éstas alturas el pais entero habrá visto el video en el que, con sus mismas palabras, Arce quedó al descubierto como un personajete irrespetuoso, ingnorante y poco profesional; sobre lo que no de debe de hacerse en televisión de proyección nacional.
Además de sus argumentos totalmente arcaicos e ignorantes, se portó como un patán con la sexóloga invitada Elsy Reyes, interrumpiéndola a cada momento sin dejarla explicar ni una sola de sus ideas. Una falta de respeto en toda le extensión de la palabra hacia ella y hacia el público que le sigue en ese programa.
Las reacciones, como era de esperarse, han rebasado cualquier pronóstico y de un incidente televisivo ha pasado a ser el primer fenómeno mediático del año. Organizaciones como la de los derechos de los homosexuales, antiracismo y hasta la de derechos humanos, han comenzado a manifestarse en contra de éste señor.
En Facebook se abrió un grupo en su contra -muy numeroso por cierto- y en Twitter el hashtag #FueradelAireEstebanArce generó una cantidad considerable de respuestas en los que se pide la destitución del comentarista (porque de periodista este hombre no tiene nada).
La polémica sigue, me imagino que ante tal cantidad de mala fama, lo ejecutivos seguramente le pidieron una disculpa pública y -mas a fuerza que de ganas- el pasado 7 enero ésto fue lo que dijo al aire:
Más que homofóbico, como lo tacha la opinión pública, Esteban Arce mostró su incultura y su opinión muy personal en el lugar y el momento inadecuado. Le falto respeto por su invitada y sentido común para el público con preferencias sexuales diferentes a las suyas. Algo también muy respetable, pero que a nadie interesa cuando de leer noticias de actualidad se trata; o como ellos mismos se definen "un concepto informativo". Si el hombre quería expresar su sentir ¿para qué invitar a una experta?
Ahí se los dejo de tarea, feliz inicio de semana.
Me imagino que a éstas alturas el pais entero habrá visto el video en el que, con sus mismas palabras, Arce quedó al descubierto como un personajete irrespetuoso, ingnorante y poco profesional; sobre lo que no de debe de hacerse en televisión de proyección nacional.
Además de sus argumentos totalmente arcaicos e ignorantes, se portó como un patán con la sexóloga invitada Elsy Reyes, interrumpiéndola a cada momento sin dejarla explicar ni una sola de sus ideas. Una falta de respeto en toda le extensión de la palabra hacia ella y hacia el público que le sigue en ese programa.
Las reacciones, como era de esperarse, han rebasado cualquier pronóstico y de un incidente televisivo ha pasado a ser el primer fenómeno mediático del año. Organizaciones como la de los derechos de los homosexuales, antiracismo y hasta la de derechos humanos, han comenzado a manifestarse en contra de éste señor.
En Facebook se abrió un grupo en su contra -muy numeroso por cierto- y en Twitter el hashtag #FueradelAireEstebanArce generó una cantidad considerable de respuestas en los que se pide la destitución del comentarista (porque de periodista este hombre no tiene nada).
La polémica sigue, me imagino que ante tal cantidad de mala fama, lo ejecutivos seguramente le pidieron una disculpa pública y -mas a fuerza que de ganas- el pasado 7 enero ésto fue lo que dijo al aire:
Más que homofóbico, como lo tacha la opinión pública, Esteban Arce mostró su incultura y su opinión muy personal en el lugar y el momento inadecuado. Le falto respeto por su invitada y sentido común para el público con preferencias sexuales diferentes a las suyas. Algo también muy respetable, pero que a nadie interesa cuando de leer noticias de actualidad se trata; o como ellos mismos se definen "un concepto informativo". Si el hombre quería expresar su sentir ¿para qué invitar a una experta?
Ahí se los dejo de tarea, feliz inicio de semana.