Hace poco más de dos semanas que me vi obligada a cambiar de hábitos -en general- por prescripción médica. El objetivo, bajar de peso. Pues bien luego de 18 días de hacer ejercicio, comer sanamente y dormir como Dios manda, la báscula se dignó a mover un poco su aguja y marcó tres kilos menos. Yeiiii!!!!
Ya el fin de semana pasado me había dado cuenta que alguna ropa que antes me sofocaba, empezaba a quedarme... mejor. Aunque debo confesar que la primera semana si me decepcioné un poco porque no bajé ni un gramo y no quise volver a subirme a la báscula hasta hoy. Que lindo es ver resultados! (feedback), aunque la meta sigue siendo lejana pues me faltan 12 más hasta el 3 de diciembre próximo. Uff! tengo que hacerlo, es más, lo voy a conseguir! Si señor.
Hoy precisamente me habló la nutrióloga especializada en diabetes con la que mi médico familiar me canalizó, para darme la fecha de la cita, me quedé muda cuando me dijo el día: 26 de octubre! WTF!!! "Del 2011?", le pregunté sarcástica, aunque parece que la muy zonza no etendió la ironía.
El caso es que a como Dios me ha dado a entender, y con algo que he leído en internet, he estado dándole duro al cereal, los vegetales crudos y algunas frutas bajándole a las carnes y tratando de comer cinco veces al día para engañar al estómago manteniéndolo activo la mayor parte del tiempo.
Eso si, entre comidas solo puedo algunas nueces o semillas de girasol (sin dorar) y en las cenas solo cosas ligeras y frías. Los guisos los he empezado a hacer sin gota de aceite y cuando es imprescindible solo utilizo un poco de aceite de oliva. Porque si me espero a la dichosa cita con el centro de nutrición, pues no llego viva. Hay que ponerse las pilas a la de ya! aún en contra de la tortuguez de este país.
Como se puede ver no me mato de hambre, solo muero por aquellas comidas chatarra que desde hace más de dos semanas no he probado. Bueno, durante el finde en Barcelona me comí un pedazo de pastel de chocolate, pero era para agarrar fuerza por las caminadotas que nos aventábamos. Me lo tenía bien merecido!
Como merecido me tenía hoy, una cucharada de pasta, que no había probado en todos estos días.
En el gimnasio también comencé de nuevo probando otras disciplinas y haciéndome también una nueva rutina semanal: los lunes hago Yoga, los martes Pilates y Circuit, y miércoles y viernes pesas. Invariablemente todos esos días además de esas clases hago media hora antes de cycling antes y otra media hora de cross-training o caminadora depués. Antes de bañarme, los diez minutos infaltables de sauna, lo que suma en total 120 minutos de ejercicio 4 veces a la semana. Qué tal pollo? y ya voy en la tercera semana eh!
Es increíble la energía que da el ejercicio, antes cuando dejé de ir, el día no me alcanzaba para nada y ahora hasta me doy el lujo de llegar a cocinar y los demás quehaceres de la casa. Además, también he escrito más seguido en el blog. Por donde le vea, voy de gane. Y lo que me falta!
Como diría el filósofo de Güemes: qué bonito es lo bonito!
Ya el fin de semana pasado me había dado cuenta que alguna ropa que antes me sofocaba, empezaba a quedarme... mejor. Aunque debo confesar que la primera semana si me decepcioné un poco porque no bajé ni un gramo y no quise volver a subirme a la báscula hasta hoy. Que lindo es ver resultados! (feedback), aunque la meta sigue siendo lejana pues me faltan 12 más hasta el 3 de diciembre próximo. Uff! tengo que hacerlo, es más, lo voy a conseguir! Si señor.
Hoy precisamente me habló la nutrióloga especializada en diabetes con la que mi médico familiar me canalizó, para darme la fecha de la cita, me quedé muda cuando me dijo el día: 26 de octubre! WTF!!! "Del 2011?", le pregunté sarcástica, aunque parece que la muy zonza no etendió la ironía.
El caso es que a como Dios me ha dado a entender, y con algo que he leído en internet, he estado dándole duro al cereal, los vegetales crudos y algunas frutas bajándole a las carnes y tratando de comer cinco veces al día para engañar al estómago manteniéndolo activo la mayor parte del tiempo.
Eso si, entre comidas solo puedo algunas nueces o semillas de girasol (sin dorar) y en las cenas solo cosas ligeras y frías. Los guisos los he empezado a hacer sin gota de aceite y cuando es imprescindible solo utilizo un poco de aceite de oliva. Porque si me espero a la dichosa cita con el centro de nutrición, pues no llego viva. Hay que ponerse las pilas a la de ya! aún en contra de la tortuguez de este país.
Como se puede ver no me mato de hambre, solo muero por aquellas comidas chatarra que desde hace más de dos semanas no he probado. Bueno, durante el finde en Barcelona me comí un pedazo de pastel de chocolate, pero era para agarrar fuerza por las caminadotas que nos aventábamos. Me lo tenía bien merecido!
Como merecido me tenía hoy, una cucharada de pasta, que no había probado en todos estos días.
En el gimnasio también comencé de nuevo probando otras disciplinas y haciéndome también una nueva rutina semanal: los lunes hago Yoga, los martes Pilates y Circuit, y miércoles y viernes pesas. Invariablemente todos esos días además de esas clases hago media hora antes de cycling antes y otra media hora de cross-training o caminadora depués. Antes de bañarme, los diez minutos infaltables de sauna, lo que suma en total 120 minutos de ejercicio 4 veces a la semana. Qué tal pollo? y ya voy en la tercera semana eh!
Es increíble la energía que da el ejercicio, antes cuando dejé de ir, el día no me alcanzaba para nada y ahora hasta me doy el lujo de llegar a cocinar y los demás quehaceres de la casa. Además, también he escrito más seguido en el blog. Por donde le vea, voy de gane. Y lo que me falta!
Como diría el filósofo de Güemes: qué bonito es lo bonito!