Baile de máscaras

Otro año más de carnaval suizo y ésta vez, debido a que mi querubín ya está en la escuela, tuvimos que limitarnos a la celebración local de mi rancho. Y es que ahora ya no puedo hacerme pato llevándolos a donde yo quiera, ellos ya son parte de la comunidad escolar y por supuesto que quieren estar al lado de sus conocidos, ya no hay pero que valga de la antisocial de la madre. Aquí no hay desfile donde conegelarnos hasta el alma como sucedió el año pasado, el gran evento es un Baile de Máscaras organizado por la asociación de madres de familia del pre-kinder, que tuvo lugar en el uno de los salones del gimnasio local. Desde que nos llegó la invitación hace cosa de un mes, mis querubines escogieron el nuevo disfraz, nada de usar los de años anteriores qué va!, la chiquitina tenía claro su deseo de ser una "gatita sexy" y el hermano ... Darth Vader.

No fué cosa fácil, sobre todo porque cada uno tenía la idea específica del vestuario. Christof me mostró una foto y me dijo muy seguro que así, tal cual, lo quería; Zara por su parte se negó a usar cualquiera de los disfraces que vimos ya hechos en las tiendas, por lo que a la tonta de mí se me ocurrió enseñarle fotos en la red y ni tarda ni perezosa saltó de gusto cuando vió una foto de la obra musical Cats. Me puse a temblar con sus ideas y tardé por lo menos unas dos o tres semanas en reunir todo lo que necesitaba tratando de no gastar mucho, ya que me imaginaba que solo lo usarían una sola vez. Lo más difícil sería el maquillaje de la pequeña Zara, que se solucionó con una máscara más que hecha a su medida, lo de Chris fué un poco más fácil pues encontré la capa y la máscara del malosito de Star Wars en una liquidación a menos de la mitad de su precio original. Mi amiga Engel Dafnè me ayudó con el cinturón plateado de Christof y la cola de la "gatita", las manualidades están totalmente negadas para éste servidora. En fin, me dejo de historias, hoy fué el día D y aquí está la fiesta donde mis angelitos se divirtieron como locos.

La fiesta duró tres horas pero mis hijos solo aguantaron dos, yo también me divertí un poco platicando con algunas de las mamás de los compañeros de Chris y haciendo de las mías con mi cámara. En muchas partes del video, se puede ver a mis hijos conviviendo tranquila y tiernamente con los hijos de mi vecina la coreana, fiel testimonio que para la criaturas no hay pleito que dure. Al final llegaron a casa cansadísimos de tanto correr y comer, los dos me dijeron que les gustó mucho y ahora ya están pensando en los trajes para el año que viene (WTF!).

Aufwiedersehen!