Desde que los niños entraron a la escuela, las vacaciones de verano se convirtieron en nuestra única posibilidad de viajar a México. Primero porque son las que de verdad valen la pena para hacer un viaje tan largo y tan costoso; luego porque aquí, bajo ninguna circunstancia, se les prohibe tomarse más días de los estipulados en los períodos marcados so pena de hacerse acreedor de una multa de dos mil francos suizos (algo así como veinticincomil pesos mexicanos). No sé si lo había comentado alguna vez, pero para los oriundos de éste país las vacaciones son sagradísimas, la mayoria vive solo para las vacaciones y ahorran para ellas como si de un artículo de primera necesidad se tratara. Ojo, dije la mayoría, lo que quiere decir que hay sus excepciones. Hay quienes incluso se pasan la vida entera pagando renta porque su sueldo no les alcanzaría para comprar una propiedad y planear sus cuatro períodos vacacionales, monetariamente hablando. Asi de importante es la vacación por acá.
El caso es que éste es el primer año que no viajaremos a Monterrey, unos errores en el departamento de finanzas del estado, nos obligó a pagar una cantidad desorbitada de impuestos que no teníamos contemplada. Hace dos años nos hicieron creer que nuestra declaración de impuestos había sido agraciada con la devolución de esa cantidad por no sé razones, pero luego 'dijo mi mamá que siempre no', a principios de éste nos llegó un requerimiento en donde nos hicieron saber que se habían equivocado. Y como donde manda capitán no gobierna marinero, tuvimos que caernos con la lana a fin de vernos más comprometidos con intereses a pagar.
Para uno como adulto no es tanto drama, cuando no se puede... no se puede, pero qué difícil es para los niños entender el por qué no se puede hacer lo que normalmente se tiene como costumbre. Y más, porque nosotros solo salimos en verano, no somos muy ahorradores que digamos para las otras épocas en las que el frío no nos atrae tanto. Para colmo de males, la mayoría de mis paisanas ya están pisando tierras aztecas, otra opción menos. Así que éste año me tuve que aplicar en buscar opciones para tener entretenidos a mis querubines, sin tanta preguntadera de por qué estamos solos en la cuadra o la repetición interminable de 'estoy aburrid@, qué hago?'. No batallé mucho y encontré unos cursos de natación para las primeras dos semanas, luego sus abuelos los invitaron a quedarse con ellos un fin de semana; para Zara encontré unos cursos de verano del primer kinder en el que estuvo que duran prácticamente todo el día, yo la incribí solo tres de ellos. Christof seguirá en al futbol y el kung fu, aunque en esta época la frecuencia se reduce a la mitad.
Y para rematar, antes de terminar las vacaciones, encontré una promoción superbarata en un parque de diversiones en Alemania llamado Legoland (les suena?); consiste en tres días y dos noches en un hotel afiliado incluyendo las entradas al parque. Al final, llené el jarrito de la vacaciones con cositas pequeñas, pero creo que será igual de divertido que viajezote que se nos escapó. Lo único triste es pasarme otros doce meses sin abrazar a mi madre y sin ver a mis hermanos, pero ya lo decía mi abuela... hay más tiempo que vida. Por lo pronto, el próximo mes y medio me convertiré en chofer de tiempo completo de mis hijos, algo que tampoco está nada mal.
El caso es que éste es el primer año que no viajaremos a Monterrey, unos errores en el departamento de finanzas del estado, nos obligó a pagar una cantidad desorbitada de impuestos que no teníamos contemplada. Hace dos años nos hicieron creer que nuestra declaración de impuestos había sido agraciada con la devolución de esa cantidad por no sé razones, pero luego 'dijo mi mamá que siempre no', a principios de éste nos llegó un requerimiento en donde nos hicieron saber que se habían equivocado. Y como donde manda capitán no gobierna marinero, tuvimos que caernos con la lana a fin de vernos más comprometidos con intereses a pagar.
Para uno como adulto no es tanto drama, cuando no se puede... no se puede, pero qué difícil es para los niños entender el por qué no se puede hacer lo que normalmente se tiene como costumbre. Y más, porque nosotros solo salimos en verano, no somos muy ahorradores que digamos para las otras épocas en las que el frío no nos atrae tanto. Para colmo de males, la mayoría de mis paisanas ya están pisando tierras aztecas, otra opción menos. Así que éste año me tuve que aplicar en buscar opciones para tener entretenidos a mis querubines, sin tanta preguntadera de por qué estamos solos en la cuadra o la repetición interminable de 'estoy aburrid@, qué hago?'. No batallé mucho y encontré unos cursos de natación para las primeras dos semanas, luego sus abuelos los invitaron a quedarse con ellos un fin de semana; para Zara encontré unos cursos de verano del primer kinder en el que estuvo que duran prácticamente todo el día, yo la incribí solo tres de ellos. Christof seguirá en al futbol y el kung fu, aunque en esta época la frecuencia se reduce a la mitad.
Y para rematar, antes de terminar las vacaciones, encontré una promoción superbarata en un parque de diversiones en Alemania llamado Legoland (les suena?); consiste en tres días y dos noches en un hotel afiliado incluyendo las entradas al parque. Al final, llené el jarrito de la vacaciones con cositas pequeñas, pero creo que será igual de divertido que viajezote que se nos escapó. Lo único triste es pasarme otros doce meses sin abrazar a mi madre y sin ver a mis hermanos, pero ya lo decía mi abuela... hay más tiempo que vida. Por lo pronto, el próximo mes y medio me convertiré en chofer de tiempo completo de mis hijos, algo que tampoco está nada mal.
3 comentarios:
Keru es cierto que hay tiempo para poder hacer las cosas después, pero de que se extraña mucho, se extraña!!
Que bueno que encontraste la manera de llenar tanto tiempo con actividades que diviertan y además les deje alguna enseñanza extra a tus chiquitos, espero que se pasen una muy buena temporada de vacaciones!!
Y bueno, a mi no me vas a extrañar tanto jijiji, la semana entrante voy a comprar mi boleto! :P ya te confirmo que onda, sale??
Un abrazote y besos para todos!!
Nancy
HOla :)
Acabo de regresar de Monterrey, habian pasado mas de dos años que no iba porque mis hijas estaban muy peques, asi que comprendo mucho lo que sientes de no poder ver a tus seres queridos tan seguido como quisieras.
Fijate que yo vivo a 5 minutos de Legoland, se que no nos conocemos pero con mucho gusto te paso mis datos para cualquier cosa que se les ofrezca :) te dejo mi mail por si gustas contactarme :)
Saludos
Zamantha
(zammita@gmx.de)
@ Nancy: Estoy en ansias por saber cuando vienes!!!
@ Zamantha: Bienvenida al blog, gracias por el comentario y por tu ofrecimiento, seguro te mandaré un mail para hacerte una que otra pregunta. Saludos!
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