Mi hermano volvió a hacer de las suyas con mis querubines, me preguntó qué querían de regalo por su cumpleaños y a mi se me ocurrió que, como no vamos a salir de vacaciones este verano, una alberca grande de plástico sería lo ideal para pasar las tardes calurosas del mes de Julio. Este vez me pidió que yo la comprara y luego a través de Pay Pal me enviaría el dinero. Cuando se lo dije a mi hijos, éstos saltaron de gusto y no veían la hora de ir a buscarla a la juguetería. Yo también estaba encantada con la idea de tener una propia, por fin terminarían los llantos de mis hijos cuando los vecinos les negaran la entrada a la suya y hasta yo disfrutaría de remojarme junto con ellos.
Pero los problemas empezaron cuando la noticia llegó a mi maridis, en primer lugar se opuso a instalarla en el jardín argumentando que el pasto se dañaría y tardaría mucho más que un invierno en componerse. A mi se hizo fácil la solución: la colocaríamos en el adoquín de la terraza y aunque el tamaño fuera mayor (la que yo tenía en mente medía 3.66 mts de diámetro), solo ocuparía una mínima parte del pasto. Tampoco fué de su agrado, ahora la razón fué que una alberca tan grande sería un peligro si los niños trataban de usarla sin mi supervisión y mucho más si a algún vecino le ocurría entrar cuando no estuviéramos nosotros en casa. "No saben nadar bien, ten en cuenta que se pueden ahogar si es tan profunda", me dijo mi maridis entre otras muchas razones para no comprar nada de 'esas cosas del demonio'.
Cada que tocábamos el tema, terminábamos discutiendo, por eso se fue retrasando la compra ante las preguntas diarias de mis hijos de 'cúando tendrían su alberca en casa'. Esta semana hizo mucho calor, aunque la mayoría de los días estuvo nublado, se sentía como vaporera porque aún sin sol la temperatura era insoportable y eso que solo había 32°C. Ayer por la mañana una vez más mi vecina devolvió a Zara de su jardín ya con su traje de baño puesto, su hijo la había invitado a bañarse pero no había contado con la aprobación de la madre. Así que sin pensarlo dos veces, fuimos al Toy'r'Us que más cerca nos queda y de ahí le hablé por teléfono a mi marido. Pensé que ya en la tienda a punto de comprarla sería una forma de presión para que me diera el sí, pero oh decepción! ni eso lo ablandó. Me dijo que una tan grande solo podría estar en el jardín y que ya había dicho que no estaba dispuesto a perder una parte tan grande pasto, que si quería comprara la más chica que cabía perfectamente en la terraza.
Aunque le dije antes de colgar que igual la compraría, no me atreví a desafiarlo y tener un problema mayor, al final compré una chica de 2.44 mts de diámetro que solo es un poco más grande de la cuadrada que tenemos. Les advertí a mis hijos que no sería tan grande como la de los vecinos y parece que a ellos les costó menos trabajo aceptarlo que a mi. De hecho, se divirtieron de lo lindo con su 'chapoteadero' aunque a mi no termina de llenarme el ojo.
Qué difícil es tener que compartir decisiones, aún más cuando se está acostumbrado a que en casi todo estamos de acuerdo, pero no me quise arriesgar a hacer mi voluntad y que luego de una tragedia tener que cargar con el sentimiento de culpa. Y es que no comparto para nada el pensamiento de mi media naranja de verle siempre el lado negativo a las cosas o en imaginarme las tragedias que puedan suceder; digo, soy precavida pero temerosa nunca lo he sido. Estoy convencida que si empezamos algo pensando que va a salir mal, pues sale mal, la ley de atracción no se equivoca. Pero al final de cuentas de eso se trata el matrimonio y la educación de los hijos, de ir cediendo en algunas cosas o en otras... aunque las tripas se nos queden hechas nudo.
Feliz finde!
Pero los problemas empezaron cuando la noticia llegó a mi maridis, en primer lugar se opuso a instalarla en el jardín argumentando que el pasto se dañaría y tardaría mucho más que un invierno en componerse. A mi se hizo fácil la solución: la colocaríamos en el adoquín de la terraza y aunque el tamaño fuera mayor (la que yo tenía en mente medía 3.66 mts de diámetro), solo ocuparía una mínima parte del pasto. Tampoco fué de su agrado, ahora la razón fué que una alberca tan grande sería un peligro si los niños trataban de usarla sin mi supervisión y mucho más si a algún vecino le ocurría entrar cuando no estuviéramos nosotros en casa. "No saben nadar bien, ten en cuenta que se pueden ahogar si es tan profunda", me dijo mi maridis entre otras muchas razones para no comprar nada de 'esas cosas del demonio'.
Cada que tocábamos el tema, terminábamos discutiendo, por eso se fue retrasando la compra ante las preguntas diarias de mis hijos de 'cúando tendrían su alberca en casa'. Esta semana hizo mucho calor, aunque la mayoría de los días estuvo nublado, se sentía como vaporera porque aún sin sol la temperatura era insoportable y eso que solo había 32°C. Ayer por la mañana una vez más mi vecina devolvió a Zara de su jardín ya con su traje de baño puesto, su hijo la había invitado a bañarse pero no había contado con la aprobación de la madre. Así que sin pensarlo dos veces, fuimos al Toy'r'Us que más cerca nos queda y de ahí le hablé por teléfono a mi marido. Pensé que ya en la tienda a punto de comprarla sería una forma de presión para que me diera el sí, pero oh decepción! ni eso lo ablandó. Me dijo que una tan grande solo podría estar en el jardín y que ya había dicho que no estaba dispuesto a perder una parte tan grande pasto, que si quería comprara la más chica que cabía perfectamente en la terraza.
Aunque le dije antes de colgar que igual la compraría, no me atreví a desafiarlo y tener un problema mayor, al final compré una chica de 2.44 mts de diámetro que solo es un poco más grande de la cuadrada que tenemos. Les advertí a mis hijos que no sería tan grande como la de los vecinos y parece que a ellos les costó menos trabajo aceptarlo que a mi. De hecho, se divirtieron de lo lindo con su 'chapoteadero' aunque a mi no termina de llenarme el ojo.
Qué difícil es tener que compartir decisiones, aún más cuando se está acostumbrado a que en casi todo estamos de acuerdo, pero no me quise arriesgar a hacer mi voluntad y que luego de una tragedia tener que cargar con el sentimiento de culpa. Y es que no comparto para nada el pensamiento de mi media naranja de verle siempre el lado negativo a las cosas o en imaginarme las tragedias que puedan suceder; digo, soy precavida pero temerosa nunca lo he sido. Estoy convencida que si empezamos algo pensando que va a salir mal, pues sale mal, la ley de atracción no se equivoca. Pero al final de cuentas de eso se trata el matrimonio y la educación de los hijos, de ir cediendo en algunas cosas o en otras... aunque las tripas se nos queden hechas nudo.
Feliz finde!
9 comentarios:
caray amiga, las cosas que trae la vida ;)
Estoy de acuerdo con M, debo decir. El número de pequeños que mueren ahogados en sus propias albercas y/o de vecinos por faltas de supervisión es altísimo en México y en USA... Medidas de seguridad y eso quedaría resuelto (venden unas rejillas, etc.)
Saludos Querubina, y no te enojes porque me pongo del lado de tu mareado! XD
Bueno Keru, ahora te toco ceder a ti.. Seguro recuerdas muchos casos en los que el lo ha hecho.
Ni modo, todo sea por la paz..
Y a tus hijos ni siquiera les importo que fuera mas pequeña.
No ves que dicen que lo importante es el juego, no el juguete...
Saludos
Creo que esta vez tambien, estoy a favor de Don Kerubino ya que la alberca es para un rato de desasosiego y refresque, ademas ten en cuenta ahorras desperdiciar agua y es mas facil limpiarla, asi como te quitas un pesar menor de reducir los indices de accidentes que son muy altos en albercas que son mas profundas. Yo tambien aqui en Villahermosa Tabasco tengo una pequeñita que en fin de semana entra al quite
@ JSZ: No me enojo (al fin hombres! ja ja ja, es broma), en algo han de tener razón y no quisiera descubrir de la peor forma qué es ese algo. Gracias por la visita y saludos a C y a Mac, please a ésta última dile que se le extaña en la blogósfera. Un abrazo para tí.
@ Mimí: Uyyy amiga, si yo te dijera en cuántas ha cedido él.... me faltarían números ji ji ji. Pero he de confesar que el ceder me ha costado años y disgustos el aprenderlo. Saluditos amiguis!
@ Blanchet: Será que el ser tan pequeñita no me deja a mi tirarme a mis anchas?? Ja ja ja, al final he comprendido que si, tienen razón ustedes. Gracias por sus comentarios.
Hola Keru,
En casa tenemos la misma discusion...aunque a futuro.
Estamos por empezar a con struir nuestra casa "de a deveras" y como quedara un espacio muy amplio, el copiloto quiere construir una alb erca en el.
No way!, a mi me pasan por la mente escenas de mi bebe ahogado o de otros niños de la familia, entonces sobre mi cadaver!!
Lo que seguro haremos es comprar una alberca chica y armarla solamente cuando la usemos y cuan do no, la guardamos, no pienso dejarla ahi armada con agua, porque si pueden ser un peligro mortal.
En este caso, le doy la razon a Don Keru
Saludos
Kerubina, alégrate por los niños, por ti y por tu marido que pueden disfrutar de tardes de recreo en algo que los divertirá. Piensa en las alegrías del hoy, tal vez mañana, tengan una alberca más grande. Sé feliz hoy. Mañana dios dirá. Saludos desde Monterrey.
Profra. Gloria.
@ Monilla: Si, también pienso en lo que pudiera pasar, pero igual el peligro está latente en todas partes sin que uno pueda evitarlo. Mira lo que pasó en Sonora, los padres prácticamente aunque lo hubieran querido no pudieron salvar a sus hijos. A pesar de ello, mis creencias me hacen encomendárselos a Dios y de alguna forma eso me tranquiliza.
@ Profra. Gloria: Qué razón tiene, la verdad es que soy muy dada a complicarme las cosas, debo de relajarme un poco más y ser feliz como usted dice. Gracias por sus palabras.
Keru lo importante aquí es que se logró el objetivo de hacer felices a los niños y que se refrescaran de lo lindo...
Felicidades a Don Keru este día del padre ( que por cierto es uno excelente) y un abrazote para ti y los niños...
P.D. Maryfer tambièn quiere una!! :D y esas andamos porque aquí no hay espacio, el patio es chiquitito y con el carro de mi hermana y la de nosotros no cabemos, tal vez en la terraza... ya veremos..
Besos!!
Pero a mi lo que mas me da rabia es lo de la vecina mala que regresó a tu hijita ya con su traje de baño y todo..que "desgraciela"...pero no me extraña asi son los suizos.
Acabo de encontrar tu blog, está bueno me ha distraido de mis labores en la oficina jiji ;-)
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