Siguiendo con la zaga de "travesuras infantiles de los temibles querubines", hoy Zara escribió un nuevo capítulo. Eran las doce en punto y la comida estaba lista para servirse, solo faltaban los comensales que no tardaban en llegar (como ya lo dije anteriormente Chris recoge a Zara del kinder y caminan juntos a casa). El primero en aparecer en la puerta fué el susodicho, decía que Zara había caminado de nuevo con Florinda y, como era de esperarse, puse cara de What?!. Inmediatamente me aclaró que no habían ido a casa de la otra niña, sino a la nuestra y en ese momento aparecieron las dos tomadas de la manos con sus mochilitas a cuestas y todas sonrisas. Zara me dijo que ya habían quedado para que hoy Florinda viniera a comer y jugar un rato a la casa, costumbre suiza entre niños pero bajo previo aviso de los padres de unos y de otros, por eso me extrañó un poco que yo no tuviera noticias de la mamá de la susodicha en los últimos días.
Aunque Zara no acostumbra a decir mentiras, no quise dejar en un malentendido u otro susto para la mamá de la criatura y enseguida corrí a buscar la lista de teléfonos de los niños del grupo de Zara. El teléfon que aparece en la lista es de un celular y al llamar me contestó la voz de un hombre, le pregunté si era el papá de Florinda y enseguida dijo que sí. Me presenté con él:
- "Soy la mamá de Zara, compañera de Florinda en el kinder, solo quería preguntarle si están ustedes enterados que la niña se vino a mi casa para comer con nosotros?".
- "Eh! Ah, no, no sabíamos nada, pero no hay problema. Ella puede estar ahí con su hija.
Me pareció tan tranquilo y a la vez tan increíble que no estuvieran buscándola como me había pasado a mi con Zara hace unos días, que por un momento pensé que no me había entendido. Si yo no me siento todavía segura con mi alemán, aquel nombre parecía a simple vista tener muchos más problemas que yo con el idioma, así que volví a insistir para asegurarme de que todo estaba ok.
- "Ok, entonces está bien que la niña coma con nosotros y vaya más tarde a su casa?"
- "Si, no hay problema, yo le digo a mi esposa que está con ustedes".
- "Ah bueno, solo una pregunta: A la una de la tarde tengo que llevar a mi hijo a una clase al pueblo "De Tal", me llevo a Florinda o paso antes a dejársela a su mamá?"
- "MMhh... bueno, no nos gusta que salga del pueblo con extraños, así que creo será mejor que la lleve antes a casa".
- "¿¿¿??? oook!".
O sea, la dejan que se vaya de la escuela sabrá Dios a dónde y sin avisar, que ande sola por las calles y ellos sin enterarse; pero ¿no la dejan ir conmigo en el coche al pueblo de al lado? No entendí. Después me enteré que Florinda es hermanita de aquel compañero de la primaria que vino el año pasado a jugar con Chris, como dije en su momento los padres de éstos niños no son suizos sino de algún país de Los Balcanes; hasta entonces me cayó el veinte de las diferencias culturales que tal vez hagan que nuestros sentires paternalistas sean tan opuestos.
Cuando fuí a dejarla, aunque el padre me había pedido que la mandara caminando a pesar de enorme distancia que separa nuestros rumbos, la madre no salió a recibirla porque estaba... descansando. Ni hablar, entre más creo que me adapto a la cultura europea, más sorpresas como ésta me dicen lo contrario. De cualquier forma, yo seguiré cuidando y protegiendo a mis a mis hijos... y también a los amigos de éstos que caigan en mis manos, no matter what!.
Aunque Zara no acostumbra a decir mentiras, no quise dejar en un malentendido u otro susto para la mamá de la criatura y enseguida corrí a buscar la lista de teléfonos de los niños del grupo de Zara. El teléfon que aparece en la lista es de un celular y al llamar me contestó la voz de un hombre, le pregunté si era el papá de Florinda y enseguida dijo que sí. Me presenté con él:
- "Soy la mamá de Zara, compañera de Florinda en el kinder, solo quería preguntarle si están ustedes enterados que la niña se vino a mi casa para comer con nosotros?".
- "Eh! Ah, no, no sabíamos nada, pero no hay problema. Ella puede estar ahí con su hija.
Me pareció tan tranquilo y a la vez tan increíble que no estuvieran buscándola como me había pasado a mi con Zara hace unos días, que por un momento pensé que no me había entendido. Si yo no me siento todavía segura con mi alemán, aquel nombre parecía a simple vista tener muchos más problemas que yo con el idioma, así que volví a insistir para asegurarme de que todo estaba ok.
- "Ok, entonces está bien que la niña coma con nosotros y vaya más tarde a su casa?"
- "Si, no hay problema, yo le digo a mi esposa que está con ustedes".
- "Ah bueno, solo una pregunta: A la una de la tarde tengo que llevar a mi hijo a una clase al pueblo "De Tal", me llevo a Florinda o paso antes a dejársela a su mamá?"
- "MMhh... bueno, no nos gusta que salga del pueblo con extraños, así que creo será mejor que la lleve antes a casa".
- "¿¿¿??? oook!".
O sea, la dejan que se vaya de la escuela sabrá Dios a dónde y sin avisar, que ande sola por las calles y ellos sin enterarse; pero ¿no la dejan ir conmigo en el coche al pueblo de al lado? No entendí. Después me enteré que Florinda es hermanita de aquel compañero de la primaria que vino el año pasado a jugar con Chris, como dije en su momento los padres de éstos niños no son suizos sino de algún país de Los Balcanes; hasta entonces me cayó el veinte de las diferencias culturales que tal vez hagan que nuestros sentires paternalistas sean tan opuestos.
Cuando fuí a dejarla, aunque el padre me había pedido que la mandara caminando a pesar de enorme distancia que separa nuestros rumbos, la madre no salió a recibirla porque estaba... descansando. Ni hablar, entre más creo que me adapto a la cultura europea, más sorpresas como ésta me dicen lo contrario. De cualquier forma, yo seguiré cuidando y protegiendo a mis a mis hijos... y también a los amigos de éstos que caigan en mis manos, no matter what!.
2 comentarios:
Hola Keru,
Pues si, supongo que las diferencias culturales entre un continente y otro deben ser abismales...y pues uno se tiene que adaptar y respetar las costumbres de los demas para que ellos respeten las nuestras.
Nada mas cuida que en tu afan de cuidar a los amiguitos de tus kerus no vayas a hacer algo que los papas puedan malinterpretar (debido a estas diferencias) y luego tengas problemas.
Yo te entiendo, porque en mi misma comunidad hay maneras muy diferentes en cuanto a la crianza de los niños y normalmente esto es terreno bastante espinoso.
Nada mas andese con pies de plomo.
Saluditos!
PD Sigo buscandote en el msn
uuy pues como dicen cada cabeza es un mundo, y se me hace demasiada tranquilidad de los papas de la niña..pero en fin, que se le va a hacer
feliz jueves casi viernes
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