Salud ... divino tesoro

La semana pasada me metí un susto grandísimo, el jueves a mediodía después de la comida, les dije a mis querubines que me iba a acostar para descansar un rato después de tanto ajetreo matinal. Me acosté a ver la tele un rato y, cuando ya era hora de llevar a Zara a su clase de ballet, al querer levantarme de la cama y poner los pies en el suelo zaz! ... de pronto sentí en mi pierna izquierda un dolor enorme que no me dejó apoyarla y caí redondita cual res en el matadero. Mis hijos al oir el golpe seco corrieron y al verme en el suelo también se asustaron mucho. Como pude, después de mucho esfuerzo, me acosté de nuevo y el dolor se hizo más fuerte y constante. Cualquier posición era un martirio: de lado, boca arriba, boca abajo, del otro lado, sentada y parada ... no se diga; ni siquiera pude ir al botiquín por un analgésico porque el dolor simplemente no me lo permitía. Cuando llegó mi maridis me dió una pastillas de un gramo de Paracetamol que tardó poco más de media hora en desvanecer un poco la dolencia. Al día siguiente fuí al médico.

El doc me tranquilizó diciéndome que no es nada de cuidado sino mala suerte, que lo mismo le pasa a una persona joven que a una mayor, a un flaco que a un gordo, etc. Se me había inflamado una cosa en la cadera izquierda, dice que es donde están las mayores reservas de mucosidad del cuerpo y me dió medicamento fuerte para la desinflamación (ja! según él "fuertísimo", no era otra cosa que Piroxicam, algo que mi madre se toma como quien come Chicos o Lunetas, se acuerdan de esos chocolatitos?). Por si ésto fuera poco, también tengo un problema desde hace unos meses en la planta del pié derecho producto de mis años mozos de empleada en los que anduve montada en unos enormes tacones a lo largo de doce años (Fascitis plantar). Para eso me recetó una plantilla para corregir el problema, no la he ido a ordenar por pura decidia y el dolor sigue ahí. Moraleja: chicas, no abusen de los tacones que aunque nos hacen ver más sexy, en la edad madura nos cobran una factura muy cara.

De pasada y ya entrados en gastos, le pedí al doc me hiciera los exámenes anuales incluyendo uno llamado CA-125, cuando se lo mencioné hizo cara de What? y luego se fué derechito al labo para checar los protocolos y ver de qué se trataba. Me lo hubiera preguntado a mi y se hubiera ahorrado la vuelta, se trata de un análisis de sangre que mide la cantidad de una proteína conocida como CA-125 y que se presenta en cantidades elevadas en la mayoría de los casos de cáncer ovárico para lo que el examen del Papanicolau no es suficiente. Y claro, de tantos Power Point que he recibido sobre éste tema, terminé por sugestionarme y pedirlo ... total si me van a tomar muestras y a cobrar una lanita pues que valga la pena no?. La salud es lo primero y a mis años, ya no estoy para sorpresitas de última hora. Al mal paso, darle prisa.

No soy para nada obesesiva con mi salud, de hecho odio tomar medicamentos a menos que sea estrictamente necesario, por eso cuando me pasa algo como lo que me sucedió con mi pierna y mi pie que me dejan fuera de combate y totalmente ajeno a mi control, entonces si me lo tomo demasiado en serio. Lo hago solo pensando en mis querubines, que todavía dependen en gran parte de mi y que son mi motor de vida. Veremos que resulta.

See you later, aligators.