enero 14, 2008

El gusto por el cine y la familia

La primera vez que visité un cine creo que tendría poco menos de ocho años, mi mamá me llevó a ver aquella vieja película llamada La Telaraña de Carlota (versión 1973 con Debbie Reynolds) en un cine ya desaparecido que se llamaba Aracely. En pleno primer cuadro de la ciudad, estaba situado en las calles de Isaac Garza entre Villagrán y Villagómez, recuerdo que nos sentamos en la primera fila de la parte del pasillo hacia arriba. Era como estar en un palco porque delante de nosotros solo estaba el muro en el yo recargaba mis pies de vez en cuando. La sensación de ver una película entera en aquellas dimensiones que para cualquier pequeño es más que gigantesca, no he podido borrarla de mi memoria.

Aquella experiencia marcó para siempre mi gusto por ese arte y, a parte de ir a los juegos Manzo que por aquel entonces estaban en Calzada Madero y Villagrán, se hizo uno de mis mayores vicios hasta la fecha. Así, juntas vimos películas como Terremoto, Tiburón y un Expreso de Medianoche incompleto porque mi sacrosanta madre no soportó ver delante de mí, aún cuando yo ya contaba con más de quince años, un torso desnudo de mujer y nos hizo salir inmediatamente. Mi madre, tan entregada a su trabajo entre semana, como a su hija los findes.

Aqui en Suiza la entrada a los cines de los niños menores de seis años es muy restringinda, si la gente no los aguanta en un McDonald's peor es en el cine!, aunque sean películas infantiles. Recuerdo una vez que mi maridis y nuestro compradre nos dieron la tarde libre a las esposas, se ofrecieron llevar a los huercos al cine y cuando ya estábamos nosotras dispuestas a irnos de "locas" nos hablaron por celular porque no les dejaron entrar debido a la edad del menor de los hijos de los compadres. A punto de entrar en la sala, el señor que checa los boletos le preguntó directamente al niño su edad y como éste muy honesto dijo que tenía cinco ... "pa'tras los fielders". El año pasado queríamos ir a ver no recuerdo bien cual película, mi maridis ya estaba haciendo planes para dividirnos y ver quién se iba con quién cuando le dije que hablara por teléfono al cine para preguntar si Zara podría entrar. La respuesta fué que los menores de seis pueden entrar si van acompañados de sus padres (WTF!!!), que estupidez, hasta ahora no he visto ningún niño de seis años solo en un cine, pero en fin así son éstas personas.

Desde entonces vamos muy seguido todos juntos al cine, más porque desde hace dos años han construído salas un poco parecidas a las que conocemos del otro lado del charco, antes había solo aquellas con capacidad para unas treinta personas y los asientos eran practicamente sillas de tortura china, amén del poco espacio entre filas y tener que enterrarle las rodillas al de enfrente y sentir las del de atrás, aggghhh!. Ayer vimos Alvin y las Ardillitas, todos salimos muy contentos y a mi en lo personal me encantó la peli (y es que tratándose de música, me dan en mi talón de Aquiles). Me reí como loca cuando vi a las ardillas cantar Funky Town, con el desmadre que hacen en la cocina de su protector y hasta verlos vestidos como P. Diddy convertidos en todos unos raperos. De vez en cuando volteaba a ver la cara de Chris (que es el que estaba a mi lado) y me reía solo de verle la cara de emoción al ver a éstos personajes hacer travesuras ó bailar al ritmo de la música de hoy. Zara salió del cine bailando al ritmo de la música con la que pasan los créditos finales y hasta me pidió que le comprara el CD de la película.

Que lindo es el cine, ojalá ellos recuerden como yo, éstos momentos juntos de diversión en familia.

A comenzar la semana con muchas ganas!

4 comentarios:

Nancy dijo...

Esas idas al cine en familia son lindas, nosotros también vamos seguido, aunque últimamente por la diferencia de edad que atraviesan mis enanos a veces ya los llevo por separado, o incluso a Alex voy y lo dejo con sus amigos y luego los recojo por aquello de que no andan con las mamás ahí pegadas porque ya son "grandes", pero aún así todavía tenemos algunas pelis que podemos ver juntos como las de aventuras y fantasía, espero que no dejen de cultivar ese gusto que han adquirido por salir en familia al cine, y eso fortalezca aún mas los lazos familiares y eso se prolongue muchos años, o hasta que la adolescencia de tus querubines haga de las suyas no? jajaja.

La última peli que vimos Maryfer y yo fué la de Encantada, que obviamente Alex no quiso ir a ver, pero bueno, ya le tocará una a él proximamente :)

Un abrazo a toda la familia.

Nancy

kerubin@ dijo...

Yo quería ver esa, pero Chris no quiso y por eso escogimos Alvin, lo bueno fué que a todos nos gustó mucho. Al rato se irá solo, por eso hay que aprovechar ahora que todavía podemos hacerlo todos juntos. Saludos también a todos en tu casa y besitos a los niños.

Anónimo dijo...

Yo crecí en el D.F. y recuerdo el cine Maya(enorme y de lujo, me sentia como en una cuento), y ví ahí !tantas peliculas en familia¡ que padre es para mí tener esos recuerdos, cada que puedo voy al cine, es divertido pasar de contrabando los chescos y los cacahuates, jajajaja. Saludos Kerubin@¡ y gracias por los recuerdos.

Anónimo dijo...

Hola,
Es la primera vez que te leo (de pura casualidad vine a dar por acà, leyendo sobre la publicidad sexista de tecate).

Me trae muchos recuerdos este post porque yo también vi la telarana de Carlota en el cine Araceli! en el "matiné" del domingo en la manana como deciamos en aquellos entonces...Por cierto no me gusto esta nueva version, a mis hijos tampoco.

Felicidades por tu blog, està padre.

saludos

Diana Garcia desde Narbonne, Francia y sorry por los acentos y por lo de "anonimo" pero yo no tengo ni url ni blogger ni nada.