Renata es una mujer madura que está próxima a llegar a su sexta década de vida. Madre de tres hijos adultos a los que adora y a quienes se dedica, aún ahora, en cuerpo y alma. Renata ha comenzado a vivir hoy, a sus casi sesenta años, una etapa de su vida para la que no estaba preparada. Jamás pasó por su pensamiento que un día llegaría al punto de empezar desde cero, mucho menos a estas alturas de la vida.
Durante sus primeros años Renata fue la consentida de la familia hasta que, en su adolescencia, la llegada al mundo de su hermana pequeña le arrebatara el trono de 'benjamina', aunque no el preciado lugar en el corazón de su padre. Hermana de otras tres mujeres y tres hombres, fue ella la que se destacó siempre por su alegría y dulzura entre los demás.
Organizadora innata de las fiestas familiares, encontró el amor a muy corta edad, con solo 16 años se enamoró perdidamente de Wilson, el vecino de la casa de enfrente con el que vivió un romance de película de más de diez años. Con una casa comprada por los dos, casi amueblada al completo, solo faltaba escoger la fecha de boda. Pero al descubrir la traición de su novio conuna compañera de trabajo, orgullosa y reservada como siempre lo ha sido, le devolvió su palabra de matrimonio. No quiso que él le devolviera el dinero pagado a partes iguales por los bienes adquiridos y simplemente le dijo adiós.
Renata sufrió en silencio su pena, nadie nunca la vió llorar, mucho menos decaída o deprimida. Pasaron años sin que volviera a tener una pareja, aunque pretendientes nunca le faltaron, incluso estando de novia de Wilson. Renata, además de su jovialidad y carisma innegables, era una joven muy atractiva y moderna a quien los hombres volteaban a ver a su paso.
Seis años después de su ruptura con Wilson, Renata aceptó la proposición matrimonial de un antiguo jefe de trabajo. La casualidad la llevó a encontrárselo en una época en que la joven se encontraba sin trabajo, el hombre le ofreció de nuevo su empleo y además le confesó que todo el tiempo había estado enamorado de ella. Aunque no aceptó de inmediato, llegaron al altar.
Don Marcos, su ahora esposo, un hombre maduro que le llevaba más de diez años de edad. Hijo de una familia demasiado tradicionalista y preparada, comenzó su negocio en el comercio siendo muy joven y el éxito lo hizo convertirse en alguien pudiente a muy corta edad. Le cumplió a Renata todos sus deseos, la trató como una reina y la hizo sentir como la mujer más amada del mundo. Eso fue lo que ganó el corazón de la muchacha, haciéndole pensar que aquel matrimonio había sido la decisión correcta.
... continuará ...
Durante sus primeros años Renata fue la consentida de la familia hasta que, en su adolescencia, la llegada al mundo de su hermana pequeña le arrebatara el trono de 'benjamina', aunque no el preciado lugar en el corazón de su padre. Hermana de otras tres mujeres y tres hombres, fue ella la que se destacó siempre por su alegría y dulzura entre los demás.
Organizadora innata de las fiestas familiares, encontró el amor a muy corta edad, con solo 16 años se enamoró perdidamente de Wilson, el vecino de la casa de enfrente con el que vivió un romance de película de más de diez años. Con una casa comprada por los dos, casi amueblada al completo, solo faltaba escoger la fecha de boda. Pero al descubrir la traición de su novio conuna compañera de trabajo, orgullosa y reservada como siempre lo ha sido, le devolvió su palabra de matrimonio. No quiso que él le devolviera el dinero pagado a partes iguales por los bienes adquiridos y simplemente le dijo adiós.
Renata sufrió en silencio su pena, nadie nunca la vió llorar, mucho menos decaída o deprimida. Pasaron años sin que volviera a tener una pareja, aunque pretendientes nunca le faltaron, incluso estando de novia de Wilson. Renata, además de su jovialidad y carisma innegables, era una joven muy atractiva y moderna a quien los hombres volteaban a ver a su paso.
Seis años después de su ruptura con Wilson, Renata aceptó la proposición matrimonial de un antiguo jefe de trabajo. La casualidad la llevó a encontrárselo en una época en que la joven se encontraba sin trabajo, el hombre le ofreció de nuevo su empleo y además le confesó que todo el tiempo había estado enamorado de ella. Aunque no aceptó de inmediato, llegaron al altar.
Don Marcos, su ahora esposo, un hombre maduro que le llevaba más de diez años de edad. Hijo de una familia demasiado tradicionalista y preparada, comenzó su negocio en el comercio siendo muy joven y el éxito lo hizo convertirse en alguien pudiente a muy corta edad. Le cumplió a Renata todos sus deseos, la trató como una reina y la hizo sentir como la mujer más amada del mundo. Eso fue lo que ganó el corazón de la muchacha, haciéndole pensar que aquel matrimonio había sido la decisión correcta.
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3 comentarios:
Me dejaste picada!! Espero con ansias la continuacion... saludos desde KC!
Igualmente me dejaste picada! andale canija! sigue con el cuento.. pls :-)
Ya tenias rato de no poner cuentos Keru haber cuando nos das la segunda parte. Besos a Zara que siga mejorando
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