¿Cómo se hace para vivir una vida vacía?, podría ser la idea principal alrededor de la cual gira la película argentina de Juan José Campanella. Fue la ganadora del Oscar 2010 a la Mejor Película extranjera, de la mayoría de las categorías en la que fue nominada en Los Premios Sur, de 10 premios Clarín, de 5 en el Festival de La Habana, de un Goya español y de un Ariel mexicano. Además de participante oficial de los festivales cinematográficos de San Sebastián y de Toronto.
El secreto de sus ojos posee una magia especial que mantiene al espectador pegado a su butaca. Humor negro, sarcasmo, intriga, pasión, amor... son algunos de los elementos que la hacen tan atractiva. El filme cuenta las tragedias de dos historias de amor entrelazadas a lo largo de 25 años: por un lado la de un hombre que vive en silencio el amor hacia la mujer de su vida durante 25 años y por otro la del hombre al que le arrebatan -con el asesinato de su mujer- toda su ilusión por vivir.
Benjamín Espósito (Ricardo Darín), empleado de un juzgado penal y luego de jubilarse, decide escribir una novela sobre uno de los casos que investigó y resolvió dos décadas atrás. Para ese fin, decide visitar a Irene Menéndez Hastings (Soledad Villamil) quien fue su jefa y mentora en aquel caso. Con ello revivirá también su amor callado y se sorprenderá a si mismo, con las decisiones que tomará.
La documentación para terminar de escribir su libro, lo llevará a encontrase con el viudo de la mujer asesinada del caso: Ricardo Morales (Pablo Ragó), quien desde perder a su esposa se volvió un hombre hermitaño y solitario. A Benjamín, también le espera otra sorpresa cuando descubre el secreto que Morales también calló durante esos 25 años.
A través de la historia, se reflejan dos épocas distintas de la problemática social argentina: la burocracia, la corrupción y las diferencias clasistas que, como en la mayoría de los países latinoamericanos, delimitan el futuro de sus ciudadanos. Incluído el aspecto sentimental.
La banda sonora, así como la música incidental, son en todo momento fieles acompañantes de cada situación como parte indispensable en cada una de ellas. La iluminación, sobre todo en los flashbacks, nos sitúa perfectamente en las décadas con sólo advertir los cambios ligeros en el color del filtro de la cámara. Muy atinados, por cierto.
No me quedó claro a los ojos de quién se refiere el secreto del título, pues casi todos sus protagonistas envuelven uno. La falta de comunicación y los prejuicios sociales y morales, hacen de la película una maraña de intrigas y sinsabores, que se despejan hacia el final de la misma.
Juan José Campanella, su director, ya había probado las mieles del éxito internacional con la inolvidable El Hijo de la Novia en 2001 y protagonizada también por Darín, pues estuvo nominada en la misma categoría que El Secreto de sus Ojos sin correr la misma suerta que esta última.
Para Ricardo Darín y Soledad Villamil es la segunda vez que comparten créditos en la pantalla, en 1999 protagonizaron El mismo amor, la misma lluvia con la que también obtuvieron algunos premios importantes de la Asociación de Cronistas Cinematográficos de la Argentina.
Indiscutiblemente, el talento y la creatividad de los argentinos, hacen de El Secreto de sus Ojos un must de la cinematografía latinoamericana contemporánea. No se le pueden perder, altamente recomendable.
Hasta la vista, babies!
El secreto de sus ojos posee una magia especial que mantiene al espectador pegado a su butaca. Humor negro, sarcasmo, intriga, pasión, amor... son algunos de los elementos que la hacen tan atractiva. El filme cuenta las tragedias de dos historias de amor entrelazadas a lo largo de 25 años: por un lado la de un hombre que vive en silencio el amor hacia la mujer de su vida durante 25 años y por otro la del hombre al que le arrebatan -con el asesinato de su mujer- toda su ilusión por vivir.
Benjamín Espósito (Ricardo Darín), empleado de un juzgado penal y luego de jubilarse, decide escribir una novela sobre uno de los casos que investigó y resolvió dos décadas atrás. Para ese fin, decide visitar a Irene Menéndez Hastings (Soledad Villamil) quien fue su jefa y mentora en aquel caso. Con ello revivirá también su amor callado y se sorprenderá a si mismo, con las decisiones que tomará.
La documentación para terminar de escribir su libro, lo llevará a encontrase con el viudo de la mujer asesinada del caso: Ricardo Morales (Pablo Ragó), quien desde perder a su esposa se volvió un hombre hermitaño y solitario. A Benjamín, también le espera otra sorpresa cuando descubre el secreto que Morales también calló durante esos 25 años.
A través de la historia, se reflejan dos épocas distintas de la problemática social argentina: la burocracia, la corrupción y las diferencias clasistas que, como en la mayoría de los países latinoamericanos, delimitan el futuro de sus ciudadanos. Incluído el aspecto sentimental.
La banda sonora, así como la música incidental, son en todo momento fieles acompañantes de cada situación como parte indispensable en cada una de ellas. La iluminación, sobre todo en los flashbacks, nos sitúa perfectamente en las décadas con sólo advertir los cambios ligeros en el color del filtro de la cámara. Muy atinados, por cierto.
No me quedó claro a los ojos de quién se refiere el secreto del título, pues casi todos sus protagonistas envuelven uno. La falta de comunicación y los prejuicios sociales y morales, hacen de la película una maraña de intrigas y sinsabores, que se despejan hacia el final de la misma.
Juan José Campanella, su director, ya había probado las mieles del éxito internacional con la inolvidable El Hijo de la Novia en 2001 y protagonizada también por Darín, pues estuvo nominada en la misma categoría que El Secreto de sus Ojos sin correr la misma suerta que esta última.
Para Ricardo Darín y Soledad Villamil es la segunda vez que comparten créditos en la pantalla, en 1999 protagonizaron El mismo amor, la misma lluvia con la que también obtuvieron algunos premios importantes de la Asociación de Cronistas Cinematográficos de la Argentina.
Indiscutiblemente, el talento y la creatividad de los argentinos, hacen de El Secreto de sus Ojos un must de la cinematografía latinoamericana contemporánea. No se le pueden perder, altamente recomendable.
Hasta la vista, babies!
8 comentarios:
Grandiosa Pelicula....
Peroooooo no de sebe al talento y la creatividad de los argentinos... se debe al talento y la creatividad de su director...
A mi me encantó la película y me sorprendió mas el final! me quedé shockeada!
Me encantó la fotografía así como la ambientación, la historia es muy buena... creo que tiene bien merecido el haber ganado esos premios.
Saludos Keru
yo la vi el anio pasado y me gusto b a s t a n t e !!!!
yo la vi el anio pasado y me gusto b a s t a n t e !!!!
yo la vi el anio pasado y me gusto b a s t a n t e !!!!
yo la vi el anio pasado y me gusto b a s t a n t e !!!!
nosotros la vimos hace unos meses y en serio se nos hizo FABULOSA. Recomendable al 100%
Kerubina ya te he comentado otras veces, sigo tu blog fielmente desde que te encontré hace apenas unos poquitos meses (verso sin esfuerzo!). Quería decirte que yo también he visto esa película y me pareció estupenda. Me quedé con esa misma sensación tuya respecto a la creatividad y el buen hacer de los argentinos. Además me encanta Ricardo Marín. Aprovechando te recomiendo un par de las que para mi gusto se pueden considerar obras maestras por su humanidad, naturalidad e ingenio... Ambas son comedias, una francesa y la otra canadiense, se llaman "Bienvenidos al norte" y "La gran seducción" Ya me dirás que te parecen. Otra cosa antes de despedirme, felicidades por tus 3 kilos menos! Sobre todo porque son el resultado de un verdadero esfuerzo, estás equilibrando el peso ganando en masa muscular. Ánimo y adelante! Un abrazo desde las montañas alicantinas.
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