marzo 01, 2010

Las cosas que importan


La mañana de hoy no me alcanzó para terminar de limpiar mi casa, lo dejé en pausa y me dispuse a dar de comer a mis hijos que llegaban de la escuela, "la limpieza la termino cuando regrese de llevar a Chris a su terapia de motricidad", pensé.

Mientras Chris estaba con su terapeuta, fuí con Zara a un centro comercial solo 'a ver aparadores' pensé. Afuera de una zapatería estaban muchos estantes con mercancía rebajada y un escritorio con una caja registradora, con su respectiva dependienta. Me gustaron dos pares, pero tenía que pagarlos con mi tarjeta de débito, la señora me dijo que tendría que pagarlos dentro de la tienda. Dejé el carrito de la compra con Zara y Timmy dentro a un lado de ella y me encaminé a pagarlos.

Una vez con los pares de zapatos embolsados/pagados, salí y frente a ella le puse a Zara sus tenis nuevos. Guardé las zapatillas viejas que llevaba y me fuí.

La señora me alcanzó corriendo casi al final del pasillo, muy amablemente me pidió el ticket de compra y que le mostrara lo que había en el interior de la bolsa con membrete de su zapatería. Se me vinieron los colores a la cara de la vegüenza, las personas que pasaban por ahí se habían dado cuenta de la situación y la mujer continuó diciéndome que no estaba segura que yo hubiera pagado los dos pares ó si solo esos llevaba dentro de la bolsa.

Una mezcla de ganas de llorar y gritar me envolvió y, con todo el dolor de mi corazón, solo atiné a sacar el ticket y mostrárselo a la bendita mujer. Me fuí no sin antes decirle que aquello no era normal puesto que ella misma me había visto desde fuera pagar los artículos y si alguna duda tenía, su deber era preguntarle a su compañera los detalles de la compra. También le advertí que levantaría un reporte por teléfono con sus superiores.

Llegué a casa muy triste, sin ganas ni siquiera de terminar la limpieza y bajé a la oficina para fumar un cigarro, mientras checaba mi e-mail. Ahí encontré uno de una paisana que me hizo ver las cosas de diferente manera:

Un profesor delante de su clase de Filosofía sin decir palabra tomo un frasco grande y vacío de mayonesa y procedió a llenarlo con pelotas de golf. Luego le preguntó a sus estudiantes si el frasco estaba lleno. Los estudiantes estuvieron de acuerdo en decir que si.

Así que el profesor tomó una caja llena de canicas y la vació dentro del frasco de mayonesa. Las canicas llenaron los espacios vacíos entre las pelotas de golf. El profesor volvió a preguntar a los estudiantes si el frasco estaba lleno, ellos volvieron a decir que si.

Luego el profesor tomó una caja con arena y la vació dentro del frasco. Por supuesto, la arena lleno todos los espacios vacíos, así que el profesor preguntó nuevamente Si el frasco estaba lleno. En esta ocasión los estudiantes respondieron con un 'si' unánime.

El profesor enseguida agrego 2 tazas de café al contenido del frasco y efectivamente llenó todos los espacios vacíos entre la arena. Los estudiantes reían en esta ocasión. Cuando la risa se apagaba, el profesor dijo:

"Quiero que se den cuenta que éste frasco representa la vida: las pelotas de golf son las cosas importantes como la familia, los hijos, la salud, los amigos o todo lo que te apasiona. Son cosas que, aún si todo lo demás lo perdiéramos y solo éstas quedaran, nuestras vidas aún estarían llenas.

Las canicas son las otras cosas que importan, como el trabajo, la casa, el auto, etc. La arena es todo lo demás, las pequeñas cosas. Si ponemos primero la arena en el frasco, no habría espacio para las canicas ni para las pelotas de golf.

Lo mismo ocurre con la vida. Si gastamos todo nuestro tiempo y energía en las cosas pequeñas, nunca tendremos lugar para las Cosas realmente importantes. Presten atención a las cosas que son cruciales para tu felicidad. Juega con tus hijos, tómate tiempo para asistir al doctor, ve con tu pareja a cenar, practica tu deporte o afición favorita. Siempre habrá tiempo para limpiar la casa y reparar la llave del agua.

Ocúpate de las pelotas de golf primero, de las cosas que realmente importan. Establece tus prioridades, el resto es solo arena".

Uno de los estudiantes levantó la mano y pregunto que representaba el café. El profesor sonrió y dijo:

"Que bueno que lo preguntas. Sólo es para demostrarles, que no importa cuán ocupada tu vida pueda parecer, siempre hay lugar para un par de tazas de café con un amigo".


Así que, con su permiso, me voy afuera a jugar un rato con mis hijos. Luego terminaré la limpieza semanal.

Feliz inicio de semana!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tiene razon el ejemplo que pones KEru, pero es que no deja de ser indignante como es cierta gente, aunque solo sea arena en el momento es injusto, no tiene palabras esa actitud....

janimarsa dijo...

Hola, si te contara que eso le pasaba todo el tiempo en Alemania a un amigo mio de Indonesia y lo peor era que lo trataban mal como si estuvieran casi seguros que se estaba llevando algo. Y él, a mi parecer, la persona mas correcta e inofensiva del mundo. Cosas y prejuicios de esta gente de estos paises dizq "primer mundistas", somos delicuentes "per default".