Hasta ahora me voy dando cuenta que la Navidad, como se le conoce comun y mercantilmente, no me hace muy feliz que digamos. Mis amigas me critican el que no les inculque a mis hijos la historieta esa de que el gordo del traje colorado y las botas negras, les traiga regalos a escondidas la noche del 24 de diciembre. Además, según la tradición de éste país el sentimiento por Santa Claus tiene un significado que se acerca más al verdadero San Nicolás que al gringo regordete. Ellas cada año me reprochan que no infunda a mis querubines la "mágica ilusión" cocalera de los renos voladores con todo y sus narices rojas, a pesar de que el ambiente en éstos lares no podría ser más óptimo con tanta nieve y chimeneas humeantes cada media cuadra.
A veces he llegado a sentirme culpable por ello, pero la cosa no pasa a mayores al ver lo felices que son mis hijos en nuestras cenas navideñas junto a los abuelos suizos y sus villancicos que amenizan el festejo con sus zítaras y el chelo y la flauta de mis cuñados (aggghhhh!). Cada año me siento una estúpida cuando mi suegra me pide le cante Noche de Paz en español, porque piensa que así puedo preservar la tradición mexicana a mis vástagos; lo que ella no sabe es que mi casa de Monterrey, esta fecha está llena de luces multicolores y música grupera, cumbias y reggeaton que mis sobrinos bailan como poseídos y con la que también contagian a los "grandes"; en contra de las luz de la velas y los cánticos aburridores de mi parentela política. Pero ya lo dijo Aquel "a la tierra que fueres, has lo que vieres" y todo sea por mis hijos, aunque ganas no me faltan de encender mi karaoke y deleitarlos con mis interpretaciones arrabaleras de Juanga, Selena y Los Carpenters. Si lo hiciera, seguramente sería el último año que celebrarían conmigo ja!.
Ya me desvié del tema, prosigamos. Comentaba sobre el concepto del espiritu navideño que junto a mi marido, hemos infundido en mis hijos. Yo fuí educada en el sentido estricto de la Natividad, que es el festejo de la llegada al mundo de Jesús y es así como se los he hecho saber. Desde pequeño, Chris sabe que ese día celebramos el nacimiento del niño Dios y que a manera de homenaje, los padres dan regalos a sus hijos como si se los ofrecieran a El. Nunca han hecho preguntas, tampoco se han comparado con sus amiguitos y mucho menos, les han transmitido a ellos la información que tienen previa instrucción nuestra sobre respetar las creencias y tipos de pensamientos ajenos.
Pero el pinito navideño no falta, ni el Nacimiento ni las botas de tela que también cuelgan del árbol esperando que el espíritu del Niño Dios las llene de dulces, mandarinas y cacahuates durante la Noche Buena mientras ellos duermen.
Este año volveremos a cenar en casa, los abuelos escogieron el menú (mitad suizo mitad mexicano): pierna de puerco enchilada al horno, papas gratinadas (muy típicas de por acá) y arroz blanco. El postre era un dilema, mi suegro quiere Pastel Alemán (que de alemán no tiene nada porque acá nadie lo conoce) y mi suegra quiere New York Cheese Cake con mermelada de mandarina, asi que tendré que hacer los dos. Por lo pronto la pierna ya está marinándose para entrar en el honro a media noche y también tengo hecha la mezcla del pastel para mi suegro. Si, ya sé que es mucha comida para cuatro adultos y dos criaturas, pero para el 25 yo bien listilla invité a tres de mis amigas con sus respectivas familias (porque una pierna de puerco de siete kilos no nos la acabaríamos nosotros solos el resto del año) para que vengan por unas sabrosísimas tortas de pierna recalentada. Mmmmhhhh... ya me estoy saboreando. Ustedes gustan?
Por lo pronto les deseo a todos los que vuelven por aquí, la más entrañable de las navidades, desde el fondo de mi corazón. Que el amor, la sana convivencia y la felicidad panchanguera mexicana, no falten éste 24 de diciembre en sus vidas!
A veces he llegado a sentirme culpable por ello, pero la cosa no pasa a mayores al ver lo felices que son mis hijos en nuestras cenas navideñas junto a los abuelos suizos y sus villancicos que amenizan el festejo con sus zítaras y el chelo y la flauta de mis cuñados (aggghhhh!). Cada año me siento una estúpida cuando mi suegra me pide le cante Noche de Paz en español, porque piensa que así puedo preservar la tradición mexicana a mis vástagos; lo que ella no sabe es que mi casa de Monterrey, esta fecha está llena de luces multicolores y música grupera, cumbias y reggeaton que mis sobrinos bailan como poseídos y con la que también contagian a los "grandes"; en contra de las luz de la velas y los cánticos aburridores de mi parentela política. Pero ya lo dijo Aquel "a la tierra que fueres, has lo que vieres" y todo sea por mis hijos, aunque ganas no me faltan de encender mi karaoke y deleitarlos con mis interpretaciones arrabaleras de Juanga, Selena y Los Carpenters. Si lo hiciera, seguramente sería el último año que celebrarían conmigo ja!.
Ya me desvié del tema, prosigamos. Comentaba sobre el concepto del espiritu navideño que junto a mi marido, hemos infundido en mis hijos. Yo fuí educada en el sentido estricto de la Natividad, que es el festejo de la llegada al mundo de Jesús y es así como se los he hecho saber. Desde pequeño, Chris sabe que ese día celebramos el nacimiento del niño Dios y que a manera de homenaje, los padres dan regalos a sus hijos como si se los ofrecieran a El. Nunca han hecho preguntas, tampoco se han comparado con sus amiguitos y mucho menos, les han transmitido a ellos la información que tienen previa instrucción nuestra sobre respetar las creencias y tipos de pensamientos ajenos.
Pero el pinito navideño no falta, ni el Nacimiento ni las botas de tela que también cuelgan del árbol esperando que el espíritu del Niño Dios las llene de dulces, mandarinas y cacahuates durante la Noche Buena mientras ellos duermen.
Este año volveremos a cenar en casa, los abuelos escogieron el menú (mitad suizo mitad mexicano): pierna de puerco enchilada al horno, papas gratinadas (muy típicas de por acá) y arroz blanco. El postre era un dilema, mi suegro quiere Pastel Alemán (que de alemán no tiene nada porque acá nadie lo conoce) y mi suegra quiere New York Cheese Cake con mermelada de mandarina, asi que tendré que hacer los dos. Por lo pronto la pierna ya está marinándose para entrar en el honro a media noche y también tengo hecha la mezcla del pastel para mi suegro. Si, ya sé que es mucha comida para cuatro adultos y dos criaturas, pero para el 25 yo bien listilla invité a tres de mis amigas con sus respectivas familias (porque una pierna de puerco de siete kilos no nos la acabaríamos nosotros solos el resto del año) para que vengan por unas sabrosísimas tortas de pierna recalentada. Mmmmhhhh... ya me estoy saboreando. Ustedes gustan?
Por lo pronto les deseo a todos los que vuelven por aquí, la más entrañable de las navidades, desde el fondo de mi corazón. Que el amor, la sana convivencia y la felicidad panchanguera mexicana, no falten éste 24 de diciembre en sus vidas!
Merry Christmas, Frohe Festtage, Joyeux Noël et bonne année, Buon Natale...
Feliz Navidad!
Feliz Navidad!
5 comentarios:
Keru te deseo que tengas una muy bonita navidad con tu familia, hiciste que se me antojara la torta chin! jeje pues el 25 puedes sacar el karaoke para deleitar a tus invitados, y con una torta y una cerveza mmm feliz navidad!!! :)
Clau F
Que bueno que les hayas inculcado eso a tus hijos, que cenes rico, hasta a mi se me antojo =D.
Feliz Navidad.
Saludos.
Gracias por todos los momentos compartidos en este 2008.
Deseo de todo corazón, que el 2009 este lleno de muchas bendiciones, salud, amor, trabajo, paz y todo lo mejor.
Feliz Navidad!
Keruuuuuuuuuuuu....además de mis mejores deseos hasta allà, te pido la receta de la pierna enchilada!!! :P
cuidate mucho y disfruta la cena ;)
isabel
@ Clau F.: Tus deseos fueron cumplidos mi querida Clau, aunque mi respuesta a tu comentario haya tardado un poco. Gracias y felices fiestas para ti tambien.
@ Omar: Pues ahí está el menú en el post siguiente, asi que no hay pretexto para no deleitarse.
@ Dennile: Muchas gracias, igualmente y nos seguirmos viendo por aquí.
@ Isabel: Deseo cumplido, que la pases lindo tu también. Re-bienvenida al blog.
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