Más logros

La semana pasada mi hijo recibió por correo una postal de dos de sus compañeritas de escuela, en ella lo saludaban y le pedían ser sus amigas, me enterneció ver aquellas chuecas letras infantiles diciendo cosa tan bella. Esto, más que alegrarle, le hizo ganar un enorme trecho de camino en su recorrido hacia su seguridad personal "puedo tener amigos, mami, me quierennn!!!" me dijo saltando de gusto al terminar de leer la postal. Quizá éstehecho hizo que él invitara a otros dos compañeros al cine el sábado pasado, mi maridis se encargó de llevarlos y, según sus palabras, no pudieron pasar una tarde más divertida. Por la noche antes de costarse me dijo muy contento que ya sabe lo que tiene que hacer para conservar sus amigos: que no tiene que obligarlos a que hagan lo que él quiera, que no debe molestarlos con golpes y empujones porque eso no les gusta, que..., que..., me dijo todo lo que ha ido aprendiendo de su corta vida. A veces me siento un poco culpable de su forma analítica de ser, porque yo también soy así, pero al final ésta característica de su personalidad lo está llevando por el lado positivo.

Hoy, una de las niñas de la postal lo invitó a jugar a su casa, pasaron tres horas de juego que mi pedacido de vida nunca va a olvidar; hasta llegó haciendo su tarea con la más bella sonrisa que le he visto en mucho tiempo. Me comentó que jugaron en el cuarto de ella a los disfraces y que no le gustó mucho disfrazarse de Pipi Mediaslargas (Pipi Langstrumpf), pero que ella prometió jugar futbol después y saltar en el trampolín, así que valió la pena el sacrificio de vestirse de mujercita. Vientos! también aprendió a hacer conseciones, eso me llenó de orgullo también. Antes de despedirse él la invitó a nuestra casa la próxima semana, en la camino de regreso ya estaba planeando qué es lo que van a hacer y me sugirió que comprar para la merienda con su amiga y eso que falta una semana!. También tiene una invitación pendiente para el sábado en casa de uno de los amiguitos con los que fué al cine, la cosa va más que viento en popa.

Desde que terminó el ciclo escolar anterior no ha vuelto a ninguna terapia, aunque la de motricidad fina todavía está pendiente y es muy necesaria para su desempeño académico. Pero aquellas terapias en donde la competencia social era el blanco, me parece que ya no las necesita mucho, por lo menos así parece con éstos últimos acontecimientos. En medio de tanta tragedia, de tanto descontrol social aquí y allá, siempre encontramos motivos para tener esperanza y fé en el mundo. Mi motivo es el desarrollo de mis hijos, mi esperanza es hacerlos gents de bien que un momento dado puedan cambiar éste mundo matraca.

Auf Wiedersehen!