Hoy cumplió años mi querida comadre Caro, madrina de bautizo de le tremenda Zara. Nos invitó un café en su casa a mi y a otra de sus comadres que también es muy amiga mía, nos pasamos más de cuatro horas en la chorcha tratando de componer al mundo y chismeado un poco (o un mucho?). La tarde se nos pasó como agua en tan buena compañía y todos los niños protestaron a la hora de retirarnos, ni modo, las celebraciones entre semana esto tienen de malo: duran muy poco.
Llegando a casa me contré a mi marido muy consternado viendo las noticias, me preguntó con cual aerolínea habíamos viajado de Zürich a Madrid en nuestro pasado viaje a Monterrey y cuando dije Spanair hizo una mueca de susto. Me comentó lo del accidente de hoy a mediodía en Madrid y yo también me asusté mucho, me tomó por sopresa escuchar que el de hoy era un vuelo de Lufthansa pero operado por Spanair. El de nosotros lo había operado Swissair, pero no fué consuelo, el peligro está latente en cada vuelo de la aerolínea que sea. Los accidentes son eso, accidentes, aunque las estadísticas nos acerquen o alejen de ellos dependiendo de la empresa que preste el servicio.
Desde que llegué acá, ese ha sido uno de mis mayores handycaps: el miedo a volar, pero mi deseo de volver a ver a los míos me hace aguantar como las meras machas todo el nerviosismo y estrés que el viaje implica. Mi maridis es fanático de las estadísticas y me consuela diciéndome que es más probable morir en un accidente de coche que en un aéreo, a mi en lo personal lo que me da más miedo es que el avión caiga al mar, que en un momento dado de mi dependa la vida de mis hijos y tenga que decidir a cuál de los dos ayudar primero (que pesadilla el solo pensar en eso). Contra este temor infundado mío, también mi media naranja tiene sus números a la mano: es más probable que un avión falle en el despegue o en el aterrizaje, a que ocurra una catástrofe en pleno vuelo.
De cualquier forma todos estamos en peligro constante, ya sea pisando tierra o surcando los cielos, pero el terrible accidente de hoy en España nos sacude el alma con la sola idea de nos pueda tocar a nosotros. Pobres familias las de los pasajeros que a estas horas todavía no saben a qué atenerse, hasta hace unos momentos el aeropuerto de Barajas era un caos de desinformación ante decenas de personas preguntando desesperadas por los suyos.
Es increíble como éstos aparatejos nos pueden dar al mismo tiempo alegría de vida o dolor de muerte. Mis condolencias para familias afectadas por ésta catástrofe.
Llegando a casa me contré a mi marido muy consternado viendo las noticias, me preguntó con cual aerolínea habíamos viajado de Zürich a Madrid en nuestro pasado viaje a Monterrey y cuando dije Spanair hizo una mueca de susto. Me comentó lo del accidente de hoy a mediodía en Madrid y yo también me asusté mucho, me tomó por sopresa escuchar que el de hoy era un vuelo de Lufthansa pero operado por Spanair. El de nosotros lo había operado Swissair, pero no fué consuelo, el peligro está latente en cada vuelo de la aerolínea que sea. Los accidentes son eso, accidentes, aunque las estadísticas nos acerquen o alejen de ellos dependiendo de la empresa que preste el servicio.
Desde que llegué acá, ese ha sido uno de mis mayores handycaps: el miedo a volar, pero mi deseo de volver a ver a los míos me hace aguantar como las meras machas todo el nerviosismo y estrés que el viaje implica. Mi maridis es fanático de las estadísticas y me consuela diciéndome que es más probable morir en un accidente de coche que en un aéreo, a mi en lo personal lo que me da más miedo es que el avión caiga al mar, que en un momento dado de mi dependa la vida de mis hijos y tenga que decidir a cuál de los dos ayudar primero (que pesadilla el solo pensar en eso). Contra este temor infundado mío, también mi media naranja tiene sus números a la mano: es más probable que un avión falle en el despegue o en el aterrizaje, a que ocurra una catástrofe en pleno vuelo.
De cualquier forma todos estamos en peligro constante, ya sea pisando tierra o surcando los cielos, pero el terrible accidente de hoy en España nos sacude el alma con la sola idea de nos pueda tocar a nosotros. Pobres familias las de los pasajeros que a estas horas todavía no saben a qué atenerse, hasta hace unos momentos el aeropuerto de Barajas era un caos de desinformación ante decenas de personas preguntando desesperadas por los suyos.
Es increíble como éstos aparatejos nos pueden dar al mismo tiempo alegría de vida o dolor de muerte. Mis condolencias para familias afectadas por ésta catástrofe.
4 comentarios:
Keru, es terrible la notica, tengo familiares y amistades por allá la mayoría localizable y están bien, pero los que aun no han dado señales me preocupan bastante, sobre todo aquellos que por su trabajo estan en vuelo constantemente, espero que pronto se resuelva la comunicación por parte de ellos.
Me han enseñado que todos los accidentes son evitables y es verdad, todos, absolutamente TODOS son evitables, pero nunca falta el exceso de confianza, el descuido, apatía, etc, etc.
Un abrazo.
Siempre que ocurren cosas como estas algo dentro nuestro se sacude y nos hace darnos cuenta cuan frágiles somos y que en un momentos estamos y al otro quizá no... no hay que vivir con miedo, es mejor vivir plenamente para que si un día nos toca partir repentinamente, podamos llevarnos con nosotros la mayor cantidad de recuerdos y alegrías posibles.
Yo no pienso nada cuando vuelo... mejor hago otra cosa.
Besos
Nancy
Veo que ya llego la noticia alla. Aqui no paran de bombardearnos con eso.
Nosotros que nos la vivimos viajando, para ver a nuestras familias que estan del otro lado del charco, debemos de estar "tranquilos" de que es extremadamente raro un accidente de avion, no al contrario los de coche o cualquier otro tipo de transporte. Se que suena a poco consuelo, pero es que sino... ni ganas de subirse a un avion de verdad.
Estaban comentando que este avion, ya tiene sus buenos años. Hay que acordarse que otras aerolineas, procuran tener su flota bastante actualizada, no como spainair, que como ya estaba en la quiebra, pues dejaba todo al ahi se va.
Saluditos
Lo que ha sucedido es terrible, nada podría dar consuelo a las familias que han perdido a un ser querido.
Como siempre en estos casos, las noticias van y vienen y justo en este momento en el que escribo, lo último que han dicho es que efectivamente el avión mostraba un desperfecto, pero lo mostró!, de hecho el vuelo retrasó el despegue debido a eso. Los aviones no es que puedan pasar por alto las revisiones técnicas, todas las compañías aéreas son muy serias con esas cosas y Aviación no les permitiría volar.
Al parecer, el piloto decidió volar después de unos minutos y al no atender la luz roja que marcaba un problema en el motor, vino la tragedia. Claro, son especulaciones, hasta no encontrar y analizar la caja negra nada es definitivo.
Una verdadera tragedia.
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