De la Virgen María a la de Guadalupe, en unas horas

El sábado fué uno de esos días llenos de actividades y emociones propias de la época navideña y todo gracias a la pequeña Zara. Comenzando por el principio, la benjamina de la casa participó en la pastorela (sic) navideña, desde hace una semana me había dicho que en el kinder estaban preparando una sorpesa y que tenía terminantemente prohibido decirnos de qué se trataba. El viernes ya no se pudo aguantar la pobre y me dijo muy quedito en el oído "voy a ser la muchacha María, del bebé en los brazos", chismosas que somos desde niñas. Cada año la maestra hace un convivio para los niños y sus padres en el que organiza un desayuno, en los primeros años ella se encargaba de todo pero a sugerencia de algunos de nosotros que pedimos participar para no "cargarle tanto la mano", ahora la cosa se extendió a un delicioso buffet colectivo para grandes y chicos que esta vez tuvo lugar en una cabaña muy pintoresca que más que rústica era un congelador tremendo. La segunda parte de la fiesta después de llenarnos la panza, y la más entretenida, está llena de música. Algunos jovencitos, hermanos de los pequeñitos ó las hijas de la maestra, tocan algunas canciones con guitarra, violín o al piano; por supuesto que lo más esperado del evento, siempre es la actuación sorpresa de los chiquitines.

Cuando llegó éste momento, aunque ya sabía lo que iba a hacer, no escapé de soltar las de cocodrilo al ver a mi angelita representando su papel de Virgen María con toda la solemnidad posible cargando en sus manitas al Niño Jesús y callando a los asistentes cuando hacía mucho ruido, aunque por momentos la dominaba su otro yo dancístico y comenzaba a bailar al ritmo de la música. El resto de los niños también hicieron su mayor esfuerzo, aunque sus pocos años y su timidez no les dejó hacer mucho, se lucieron con sus disfraces e hicieron sonreír de orgullo a todos los padres, abuelos y padrinos, que ahí nos encontrábamos. Definitivamente algo para atesorar el resto de nuestras vidas.

Ese mismo día por la tarde en la Iglesia de la Misión Española, se llevó a cabo la misa en honor de la Virgen de Guadalupe que cada año organizamos el grupo de mexicanas de ésta región y, para variar, esta hija argüendera que tengo también se ofreció para participar en la procesión. Aunque nunca he sido partidaria de los trajes típicos, con tal de no quitarle la ilusión a mi beba, acepté de buena gana el atuendo de charra que me ofeció una amiga y no me arrepentí. Zara se tomó con mucha seriedad el asunto, ella y el hijo de ésta misma amiga entraron por delante del grupo cargando la canasta con las flores para la Virgen Morena. Yo por mi parte, me hacía bolas entre mi papel de DJ con la música durante la misa, estar al pendiente de Chisrtof para que llevara las hostias al padre (Luismi, por supuesto) después de la homilía y las fotografías que tenía que tomar. Eso es lo que pasa cuando uno no sabe delegar, estrés total.

Al terminar la misa, le pedí a Zara que posara un poco para tomarle unas fotos y lo que sucedió me dejó un poco shockeada. Una buena cantidad de personas se colocaron detrás mío para fotografiarla también, luego otras me pedían dejarlas tomarse fotos con ella, la pobre criatura al principio estaba un poco asustada pero le fué tomando gusto y al final ella misma cambiaba de pose con cada flash. No pude hacer más que reírme como loca al ver como flexionaba una rodilla ó se ponía un brazo en la cintura como toda una modelo profesional, será ella quién nos saque de pobres? También se dió sus aires de diva, en un momento dado se aburrió y ella misma les dijo "no más fotos que tengo hambre y quiero tamales!", perdiendo todo el glamour.

El convivio fué todo un éxito, a mi me tocó llevar frijoles refritos y totopos pero también hubo atole, flautas, tortilla española, empadas de atún y carne, tamales, guacamole, salsas, pasteles, pan de dulce y hasta un plato de carnes frías y quesos por si algún suizo quisquilloso le hiciera el feo a los antojitos mexicanos. También hubo bailes típicos de Colombia y República Dominicana que pidieron participar con ello como una ofrenda a la Virgen de Guadalupe que también es venerada en el resto de Latinoamérica. Seguro la Morenita estuvo muy contenta de ver como su imagen es adorada por los paisanos que, como yo, no nos encontramos en casa.

Saludos y comiencen la semana con mucha alegría, que ya mero llega la Navidad!

P.D. El video de la Virgen de Guadalupe se los debo para mañana, creo que mi pobre computadora se volvió loca al querer quemar unos discos, renderizar el video y mandar unos mails al mismo tiempo, ni aguanta nada eh! Listo, ya está.