Sentando precedentes, ¿sirve de algo?

Ayer llegó mi querubín de la escuela llorando como loco, histérico diría yo, no podía ni hablar. Casualmente también fué uno de los días en que mi marido estaba en casa trabajando desde aquí y al escucharlo, dejó todo lo que estaba haciendo para saber qué le pasaba. Entre sollozos, alcanzamos a entender algunas palabras que repetía una y otra vez: "no me quiero morir, no me quiero ir al cielo todavía!!!", como pude lo calmé hasta pudo explicarnos el motivo de su miedo. Antes debo aclarar que el pasado miércoles en que los niños festejaron Halloween, el mío estaba muy enojado porque él no salió a recolectar dulces, en realidad muy pocos padres permiten celebrar ésta costumbre en éste país por considerarla ajena a su cultura. Las razones de mi marido y mías son otras, pero eso no es importante en éste caso. A mi casa llegaron a lo mucho unos tres grupos de niños a los que les dí algunas golosinas, en un momento dado llegaron unos niños a los que Christof abrió la puerta y, enojado como estaba, les dijo que no había nada para ellos seguido de un portazo.

En ese momento yo no le dí importancia, pero ayer al salir de la escuela y durante su trayecto a la casa, un niño mayor que él le salió al paso de repente asustándolo e intimidándolo al impedirle seguir su camino. Le dijo que era uno de aquellos a los que cerró la puerta el día de Halloween sin darle dulces y que por eso "lo iba a matar!!!", repitiéndoselo muchas veces. Mi criatura, inocente y crédulo como él solo, se soltó llorando prometiéndole que la próxima vez sí le iba a dar los dulces que él quisiera, pero que por favor lo dejara irse. Fué así como llegó a casa, blanco como un papel y casi en estado de shock por el temor de ver cumplida aquella amenaza.

El papá indignadísimo a más no poder, en ese momento llamó al director de la escuela, en vano resultaron mis argumentos de que sólo era una broma de niños. El director le prometió muy formalmente tomar cartas en el asunto y más tarde recibimos la llamada de la maestra de su grupo para asegurarnos que ella resolvería el asunto el día de hoy. A mi me pareció un poco exagerada la reacción de mi maridis, pero luego casi me convenció diciéndome que era sólo por sentar un precedente por si en el futuro sucediera algo peor, aún así yo seguía pensando que más allá de eso no puede haber nada.

Hoy al volver de la escuela me contó que el niño que lo asustó había ido él solo hasta su salón de clase para disculparse y le prometió que no iba a volver a ocurrir, eso me dejó más tranquila y me devolvió un poco la fé en el papel que juegan los educadores en la escuela como institución. Más tarde leyendo las noticias, me encontré con el lamentable suceso de Finlandia, donde un joven de 18 años mató a ocho personas y se hirió él mismo. Inmediatamente me acordé de las palabras de mi marido de "sentar un precedente" con el incidente de ayer y me pregunté si habría alguno con respecto a éste joven de Finlandia y habría pasado desapercibido como en el caso del coreano del Tecnológico de Virginia. ¿En qué estaremos fallando los padres al tratar de educar a nuestros hijos de la mejor forma posible y luego verlos convertidos en éstas celebridades macabras? Pregunta para el infinito.