Presencia mexicana

La fiesta suiza Badefahrt ('Paseo a Baden', traducción libre) es una celebración antiquísima que se lleva a cabo cada año en la ciudad de Baden en el estado de Argovia. Dicha fiesta data desde hace más de 150 años, cuando se inauguró la corrida de tren llamada "Spanischbrödlibahn" que contectó la ciudad de Zürich con Baden, en aquel entonces era toda una travesía llegar desde una ciudad a otra y hoy solo las separan unos diez minutos en coche ó tren de cercanías. Se le llamó Spanischbrödlibahn (Tren del Pan Español) porque se decía que los habitantes de Baden eran los que mejor lo preparaban y los 'zürcher' viajaban en tren hasta allá para comprarlo.

En éstos tiempos modernos, la festividad consiste en una macroferia llena de eventos culturales, atracciones mecánicas, muestras gastronómicas y un sin fín de actos que son populares para los que llegan de toda la Suiza.

Este año, no me pregunten por qué, la fiesta se hizo a lo grande e invitaron a participar en un desfile por el centro antiguo de esa ciudad, a todas las asociaciones que así lo desearan, incluyendo a las de residentes extranjeros. Una de las organizadoras del desfile es una de las mexicanas del grupo con el más convivo y, aunque no vivimos muy cerca de esa ciudad, nos insistió mucho en participar. En un principio me negué porque no tenía en mi guardaropa ningún traje típico mexicano, ni siquiera algo que se le pareciera (en mi vida me había comprado nada relacionado con el folklore de mi adorada patria), por lo que me ofrecí a ir para tomar fotografías y/ó video.

Cosas de la vida, la semana pasada llegó de sus vacaciones de verano otra de mis amigas, veracruzana ella, con bastantes vestidos oaxaqueños para vender. Inmediatemente me acordé del desfile y le compré uno, el más bonito para mi gusto. Hoy por la mañana, cuando terminé de vestirme y me ví en el espejo, me sentí más mexicana que nunca a pesar que mi undumentaria no correspondía a la región donde nací. Llámenme ridícula si quieren, pero me sentí como envuelta en una magia de orgullo y amor nacionalistas, toda yo con mis muchísimos kilos encima representaba al país que me vió nacer y del que siento una melancolía sin igual. Ahí estaba México abrazándome con sus colores por dentro y por fuera, tanto que, a pesar de nunca haber posteado una foto mía aquí, hoy me atreví. Valió la pena dejar el pudor a un lado ante tanta emoción y olvidarme de mis complejos ja ja ja, todo por amor a México.

Ya en el desfile, algo en lo que tampoco participé nunca en mis 42 años de vida, me aterré al ver toda esa gente conglomerada a los lados de las calles. Sus miradas me cohibían y por un momento pensé en salir corriendo, pero ver a mi maridis enfermo de nuevo con el dolor reflejado en su cara por el dolor del nervio siático que de otra vez lo atacó, corriendo como loco entre la gente cámara en mano, sonriéndome a pesar de todo ... me dió el valor suficiente para no rajarme. Tomé a mi hija de la mano y comencé a caminar un poco apenada, no quería ni voltear hacia la gente pero ... de pronto en los altavoces el animador dijo "Der Mexikanischer Verein!!!", toda la gente comenzó a aplaudir como locos. Inmediatemente, casi automáticamente, las lágrimas me salían incontrolables. Enderecé la espalda, no me importó que los trajes de mis compatriotas estuvieran más bonitos y fueran más representativos que el mío, le apreté la mano a Zara y caminé más erguida que nunca al grito de "Viva México" con acento suizo.

No paré de llorar, se me hacía un nudo en la garganta, Christof que no quiso ponerse su traje de charro, me preguntaba desde la orilla "Dónde ésta el desfile?". Yo le contesté a gritos, porque los aplausos no terminaban nunca, diciéndole "El desfile somos nosotros m'ijito!!!", en ese momento mi chiquitín se unió al grupo y terminó saludando con la mano sintiéndose un rey azteca, con su camiseta de la Selección Mexicana de Futbol. Caminamos algunos kilómetros, el sol estaba más fuerte que nunca, sudábamos a chorros, pero la alegría y el orgullo de ser mexicanos nunca decayó. Al final del recorrido, terminamos comiendo 'tapas' españolas para festejar el momento, les dejo algunas fotos.

Viva México! aunque sea ... del otro lado del charco.