El viernes pasado recibí una llamada de Monterrey que me dejó muy preocupada, era mi ex-jefe (el mismísimo que abandoné al casarme y expatriarme en éstas frías tierras). Antes, como siempre, un poco de rollo. Cuando empecé a trabajar con él, la empresa la formábamos una plantilla de ocho trabajadores, él y yo. La empresa era un despacho compartido con unos arquitectos en los altos de lo que ahora es Cinépolis Garza Sada (antes Multicinemas) y toda nuestra infraestructura era: 9 metros cuadrados de oficina, un escritorio, una máquina de escribir eléctrica, una calculadora Texas Instruments y un teléfono. Debo aclarar que éste loco empresario contaba sólo con 30 años y muchas ganas de empezar su propia constructora, de capital social mejor ni hablemos porque terminaría llorando.
El caso es que, como todos los jefes, era y sigue siendo terco como una mula. Poco a poco nos fuimos haciendo de pequeños avances tecnológicos, sugeridos por mí y que me costaban meses de pláticas tratando de convencerlo. Por ejemplo el día en que le dije que necesitábamos un fax, soltó una carcajada diciendo "tu y tus loqueras, eso ni sirve, puro lujo es lo que te gusta". Ahh, pero el día que le dijeron en una institución a la que prestábamos servicios que le enviarían en dos días unos documentos "por fax", llegó a la oficina corriendo como Lorenzo Parachoques con un cheque en blanco en la mano y me dice "córrele a SAM's y te compras el fax mas fregón que encuentres". Lo mismo pasó con la primera computadora, el software, nuevas oficinas, más emplados, un plotter, internet, etc. etc. Esto fué sólo el principio, hoy esa empresa ha dado para mucho aunque pasamos por tiempos verdaderamente difíciles con aquellos "errores de diciembre", un sinfín de devaluaciones y hasta un accidente que le pudo haber costado una mano, éste hombre nunca de los NUNCAS, perdió la fé. Pero sigue siendo el mismo terco de siempre y el avance tecnológico lo ha ido obligando a actualizarse en recursos, muy a su pesar.
Su llamada de la semana pasada que me dejó pensando, era para pedirme que elaborara el perfil de la empresa para su página web, próxima a publicarse. Aparentemente está todo listo pero la persona que contrató para crearla se dedica sólo a éso: al diseño de webs y del giro de la industria de la constucción no sabe ni jota. Palabras más, palabras menos, me dijo "pues ya que ahora te dedicas al rollo, necesito de tus servicios aunque sea a control remoto", y es que hace tiempo que le mandé un mail con la dirección de éste blog, pero como "es un hombre muy ocupado" no tiene tiempo de leerlo a menos que aparezca algún post relacionado con mis querubines y sobre todo que contenga fotografías.
Me explicó lo que quería y muy campante me pide que se lo mande "para el martes o miércoles"!!!, o sea sólo tres días después. Inmediatamente dije que sí, sin pensar que ya tengo 40 y pico de años, que hace 8 dejé de "trabajar" y que las pocas neuronas que me quedan vivas se durmieron el día que di a luz a mi primer bebé. Desde ese día mis nervios me empezaron a refrescar la memoria de lo qué es un trabajo y el stress que causan los "tiempos de entrega".
El domingo por la noche, ya con calma total en la casa, abrí una cajetilla nueva de cigarros, preparé una jarrota de agua y mis canciones oldies but goodies. Todo ello pensando en los siglos que me llevaría concentrarme, desempolvar mis conocimientos olvidados por todos estos años y la presión de escribir "por encargo". Me sorprendí a mi mísma al ver que las ideas iban llegando solas a mi cabeza, me tomó como media hora buscar algunas definiciones y ejemplos en los que me pudiera basar y alrededor de una hora y media en crear y escribir los textos de cada punto que me encomendó. Lo envié vía e-mail y el lunes estaba ansiosa de leer su respuesta, pero nunca me acordé que fué festivo, hasta hoy pude saciar mi curiosidad:
Luego actualizo el post con el link de la empresa, para que chequen como quedó. Como decía mi abuelita: "lo que bien se aprende, nunca se olvida".
No me puedo ir sin antes dejar un video que me mandó la buena de Mimí, a mi me encantó, aunque los pañales los dejamos hace un buen:
El caso es que, como todos los jefes, era y sigue siendo terco como una mula. Poco a poco nos fuimos haciendo de pequeños avances tecnológicos, sugeridos por mí y que me costaban meses de pláticas tratando de convencerlo. Por ejemplo el día en que le dije que necesitábamos un fax, soltó una carcajada diciendo "tu y tus loqueras, eso ni sirve, puro lujo es lo que te gusta". Ahh, pero el día que le dijeron en una institución a la que prestábamos servicios que le enviarían en dos días unos documentos "por fax", llegó a la oficina corriendo como Lorenzo Parachoques con un cheque en blanco en la mano y me dice "córrele a SAM's y te compras el fax mas fregón que encuentres". Lo mismo pasó con la primera computadora, el software, nuevas oficinas, más emplados, un plotter, internet, etc. etc. Esto fué sólo el principio, hoy esa empresa ha dado para mucho aunque pasamos por tiempos verdaderamente difíciles con aquellos "errores de diciembre", un sinfín de devaluaciones y hasta un accidente que le pudo haber costado una mano, éste hombre nunca de los NUNCAS, perdió la fé. Pero sigue siendo el mismo terco de siempre y el avance tecnológico lo ha ido obligando a actualizarse en recursos, muy a su pesar.
Su llamada de la semana pasada que me dejó pensando, era para pedirme que elaborara el perfil de la empresa para su página web, próxima a publicarse. Aparentemente está todo listo pero la persona que contrató para crearla se dedica sólo a éso: al diseño de webs y del giro de la industria de la constucción no sabe ni jota. Palabras más, palabras menos, me dijo "pues ya que ahora te dedicas al rollo, necesito de tus servicios aunque sea a control remoto", y es que hace tiempo que le mandé un mail con la dirección de éste blog, pero como "es un hombre muy ocupado" no tiene tiempo de leerlo a menos que aparezca algún post relacionado con mis querubines y sobre todo que contenga fotografías.
Me explicó lo que quería y muy campante me pide que se lo mande "para el martes o miércoles"!!!, o sea sólo tres días después. Inmediatamente dije que sí, sin pensar que ya tengo 40 y pico de años, que hace 8 dejé de "trabajar" y que las pocas neuronas que me quedan vivas se durmieron el día que di a luz a mi primer bebé. Desde ese día mis nervios me empezaron a refrescar la memoria de lo qué es un trabajo y el stress que causan los "tiempos de entrega".
El domingo por la noche, ya con calma total en la casa, abrí una cajetilla nueva de cigarros, preparé una jarrota de agua y mis canciones oldies but goodies. Todo ello pensando en los siglos que me llevaría concentrarme, desempolvar mis conocimientos olvidados por todos estos años y la presión de escribir "por encargo". Me sorprendí a mi mísma al ver que las ideas iban llegando solas a mi cabeza, me tomó como media hora buscar algunas definiciones y ejemplos en los que me pudiera basar y alrededor de una hora y media en crear y escribir los textos de cada punto que me encomendó. Lo envié vía e-mail y el lunes estaba ansiosa de leer su respuesta, pero nunca me acordé que fué festivo, hasta hoy pude saciar mi curiosidad:
Luego actualizo el post con el link de la empresa, para que chequen como quedó. Como decía mi abuelita: "lo que bien se aprende, nunca se olvida".
No me puedo ir sin antes dejar un video que me mandó la buena de Mimí, a mi me encantó, aunque los pañales los dejamos hace un buen:
2 comentarios:
Kerubin@ que sorpresa saber que anduviste en el medio de la construcción, cuando alguien comenta algo así les digo que entonces saben lo que son las verdaderas friegas con eso de las entregas como bien dices, y que padre tb que tu jefe te tenga en esa estima y esa valoración de tú trabajo, ojalá podamos ver el link para ver como te quedó la página. Saluditos =).
Muy buen video de bebes, pues mi hija se a puesto de muy buen humor.
Saludos
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