febrero 22, 2007

La verdad os hará libres: Caso Rivera-Aguilar

El caso del sacerdote Nicolás Aguilar, a quien se acusa de ser presunto pederasta de 60 menores en México y USA en una corte de Los Angeles California, poco a poco va tomando forma en tanto se van desarrollando las diligencias de los juicios. Hablo en plural ya que, a su vez, el Cardenal Norberto Rivera ha sido acusado también del encubrimiento del caso, pero conforme ha pasado el tiempo desde el inicio de las denuncias, éste va "recordando" cada vez mejor los sucesos que en un principio declaró desconocer.

El año pasado cuando se presentó en México la parte acusadora, el Cardenal se limitaba a contestar ante las interrogantes de los medios, que éstas personas lo único que buscaban era una remuneración económica. En sus primeras declaraciones, afirmaba desconocer por completo las inclinaciones sexuales del cura al que las autoridades americanas le acusaban de encubrir y proteger, pero después de presentarse cargos en contra de su persona sus declaraciones cambian al grado de afirmar "... como sospechaba que el padre Aguilar podría ser homosexual, advertí que la motivación del viaje del padre Aguilar a Los Ángeles era por 'motivos familiares y de salud' ...". Aquí queda como anillo al dedo la vieja frase de "si no puedes contra el enemigo, únete a él", porque ahora lo que peligra es su propia libertad y reputación. Ahora sí recordó al Evangelio de Juan: La verdad os hará libres (8,32), y se soltó la lengua.

En decepcionante ver cómo un representante de una de las instituciones con más arraigo mundial como lo es la Iglesia Católica, se permite el lujo de ignorar y luego mentir a cerca de un hecho tan horrendo como lo es el abuso infantil. El Cardenal Rivera en un principio fingió demencia sobre los sucesos y ahora dice que sospechaba él mismo del cura acusado, o sea si pero no. Pero quién es más responsable, el cura que los llevó a cabo ó el que lo protegió enviándolo a otra comunidad a seguir haciéndolo?. Y aunque estoy de acuerdo en que los sacerdotes antes de serlo son seres humanos con defectos y virtudes como cualquier mortal, también me opongo a que debido a su condición religiosa sean protegidos cuando cometen actos criminales como en los que se supone éstos vicarios de Dios han incurrido. También son ciudadanos, han atentado contra la integridad de otros ciudadanos, así que deben ser juzgados como tales. La justicia se encargará de nombrarlos culpables o inocentes.

Reconozco que soy católica, apostólica y romana; que defiendo mi religión y mi fé con uñas y dientes, pero ésto no me ciega ante las irregularidades que existen dentro de ella ni me hace perder la fé. Qué organización, religiosa o no, está excenta de corrupción en nuestros días? Como hija de Dios, como ciudadana y como madre también exijo justicia ante los abusos de autoridad de cualquier persona (sobre todo si éstos se ciernen sobre inocentes menores indefensos), con sotana o sin ella.

See you later aligator!

2 comentarios:

Trisha Kross dijo...

De nada. Tu blog me es muy interesante, no pude evitar incluirte en mi lista.

Estare pasando por aqui.

Buen dia.

pL*

J.S. Zolliker dijo...

Así es. Independientemente de credos, sotanas y aureolas, que se haga justicia!