Volando y ganando ...

Por fin estamos en casa, el jet lag comienza a hacer de las suyas y todos andamos descontrolados. Amén de mis piernas que extrañamente se inflamaron cual globos de año nuevo y casi no puedo ni dar un paso. El viaje de regreso siempre es más rápido, de hecho el vuelo transatlántico es dos horas más corto porque el viento está a favor y en ésta ocasión solo tuvimos que esperar media hora en Dallas para salir directo a Zürich. Así que en comparación con las 22 horas viajando de venida, esta vez sólo nos tomó 17 para llegar a nuestro destino.

Por cierto, mientras esperábamos para abordar el vuelo a Dallas en el aeropuerto de Monterrey, de pronto por los altavoces escucho mi nombre pidiéndome presentarme en el mostrador de la sala. Primero me asusté mucho pensando que alguien de la comitiva familiar de despedida se habría puesto mal ó hubiera pasado algo. Nada de eso, el encargado me comenta que el vuelo está sobrecargado y que están buscando "voluntarios" que quieran viajar por otro itinerario prometiéndome ponernos a los cuatro juntos (faltaba más!) y además 400 dólares en efectivo por cada pasajero como compensación!!! Mi primer pensamiento en cuestión de segundos fué convertir los dólares a francos suizos, que no nos vendrían nada mal después del gastazo de las vacaciones, pero inmediatamente me acordé de mis querubines y lo tristes que estaban por dejar la ciudad "donde todos los días hay fiesta" (palabras textuales de Zara por supuesto) y no me hizo ninguna gracia alargarles el trance. Muy educada le dije al guapo funcionario "thanks, but no thanks".

La espera se empieza a hacer más larga, los niños ya un poco fastidiados y vuelvo con el encargado para preguntarle cuánto más se retrasará el vuelo, explicándole que si llegamos tarde perderemos el de conexión a Zürich pues sólo tenemos dos horas para re-documentar el equipaje en el aeropuerto gringo. Muy tranquilo me dice que el avión no despegará hasta que los "voluntarios" no se "bajen" y que todavía no consiguen convencer a la cantidad de gente suficiente para éstos menesteres. Luego me pregunta de nuevo "está segura que no quiere? Mire, hora le puedo ofrecer 500 dólares por pasajero y boletos en primera clase".

La oferta sonaba tentadora porque pensé que si yo seguía "en mis trece" de no aceptar, tal vez pudiera llegar a presionarlo de ofrecerme hasta 1,000 USD per cápita sobre todo porque éramos los que más equipaje llevábamos (ocho enorme maletas!). Pero de pronto se me ocurre preguntarle el itinerario "alternativo" que me ofrece y me dice que sería Monterrey-Ciudad México-Frankfurt-Zürich!!!, lo traduzco en horas de viaje, peleas con mi maridis, corajes con los peques, cansancio, comidas horribles, la experiencia de Cerrone con Delta hace unos días y le repito totalmente convencida "thanks, but no thanks". Unos dólares no valen la pena en comparación con el martirio de un viaje tan largo con dos pequeñines.

El problema con el vuelo no era la sobreventa de boletos, sino el peso del equipaje porque por problemas técnicos sobrellenaron de combustible el aparato y al final de cuentas ese era problema suyo. Luego ya no llaman a los pasajeros por su nombre para hacer la oferta monetaria, por los altavoces lo hacen público y en ese momento se forman en fila más de 10 personas. Ya lo decía Liza Minelli en Cabaret "money makes de world go around"!!!

Especialmente para tí

Feliz inicio de semana!