marzo 14, 2011

Descalabros


Ultimamente me he topado con pared por todos lados y, sin el afán de querer hacerme la víctima, debo confesar que eso ha mermado un poco el ánimo de mi última semana. A manera de catarsis y después de pensarlo mucho, me decidí comentarlos aquí porque tal vez una opinión neutral me aclararía el panorama.

Descalabro 1: Leí en una red social de máxima popularidad el post de alguien de mi familia más cercana (por aquello de los lazos consanguíneos, porque de convivencia y relación: cero) describiendo a su padre (mi hermano) con calificativos muy duros y punzantes. Pero esto no sería lo que me provocó sentimientos de shock y pena ajena (al fin y al cabo quién no ha tenido algo que reprocharle a los padres, justo o no), sino la actitud infantil e inmadura de exhibirle en público, cuando por su calidad de adultos bien se podría haber hablado directo con el interfecto y en privado. Seguramente el niñato (casi treintón) hizo un berrinche con su progenitor y la única salida que encontró a su ira, fue publicarlo a nivel mundial. Penita ajena.

Descalabro 2: En la misma red social, chateaba con uno de mis tres amigos más entrañables de Monterrey luego de mucho tiempo de no hacerlo. Hace poco dió un gran paso en su vida, por lo que se volvió el centro de atención de mucha gente, conocida y desconocida. En el chat platicamos de su nueva rutina y me contó alguna que otra anécdota, ya para terminar se me ocurrió pedirle el número de su celular por aquello de marcarle alguna vez para platicar más "de cerca". Su respuesta fué 'que era una pena, pero que el aparato le funcionaba mal y cada tres horas se descargaba', pensé que era un comentario previo al número y me quedé esperando. Cuando su siguiente frase fué referente a otro tema supe que "al buen entendedor..." Dónde quedó la amistad, el cariño, la buena vibra?

Descalabro 3: Me contactó una antigua paisana que dejó Suiza hace algunos años, vivió acá como 15. Me preguntaba por mis hijos diciéndome que seguro Zara estaría hecha una preciosidad, cuando con una sonrisa en mi cara le escribía afirmativamente que "yo que puedo decir si es mi hija", me dejó caer un "pues tiene algo tuyo, pero en dulce, porque tu eres una amargosa" Plop! sonrisa al suelo.

Gracias a Dios he aprendido a salir airosa de situaciones como ésta, siempre pensando para mis adentros que tal vez todo lo negativo que le veo a estas situaciones, esté solo en mi cabecita. Ya no me obsesiona encontrarles una explicación, aunque tengo que reconocer que de primer impacto me duele un poquitín. Ahora mi tiempo de reacción tremendista se ha ido haciendo corto y trato de olvidarlo pronto.

Bastantes broncas verdaderas tiene uno, como para cargar la mala leche de algunos, o para hacerse uno mismo de malas leches. Así que... buen vibra para todos, bendiciones y a darle vuelta a la página.

Cada quien sus arañas, dijo el otro.

Auf Wiedersehen!

marzo 08, 2011

Felicidades féminas!

Mujeres de todas las edades,
de todas las razas.

Contra viento y marea
siguen amando,
siguen soñando.

Y sin una tregua,
siguen luchando.



Feliz Día Internacional de la Mujer!

marzo 07, 2011

Drogas

Si esto te hacen por fuera, qué no te harán por dentro?

















Y los estragos se pueden ver en solo unos cuantos meses. Chicos, hay que pensárselo dos veces!

Ahí se los dejo de tarea!

marzo 03, 2011

Miradas...

Hoy estaba en la fila de una tienda para pagar una ropa y era el turno de la mujer delante mío, de pronto ella volteó y nos miramos de frente. Acto seguido, recorrió toda mi humanidad empezando por el cabello.

Siguió deslizando hacia abajo su mirada y se detuvo primero en mis anteojos, luego un poco mas abajo poniendo sobrada atención en mi collar que -dicho sea de paso- está hermoso. Su recorrido viborezco continuó por mi cinturita de gallina preñada, sin parar, hasta llegar a mis botas de ante negro.

La cosa no terminó ahí, me intimidó de tal manera que mi primera reacción fué voltear hacia otro lado, sonrojándome al sentirme víctima ante aquella invasión total a mi pudor. Pero no, no me dejé vencer por mi timidez y mis complejos de 'fea y gorda' que según yo, ya he superado.

Al terminar en mi calzado aquel viaje visual e inquisidor de la mujer, volvió su mirada de nuevo a mi rostro y... la encaré. No despegué mis ojos de los suyos y enseguida comencé a hacer exactamente lo mismo con ella.

Mi altura, superior a la de ella, me permitió verla hacia abajo. También recorrí todo su 'outfit' y también me detuve en ciertos detalles suyos. Su expresión dejó de ser altanera y soberbia, para convertirse ahora en la víctima de mis ojos.

Vi claramente como sus mejillas se sonrojaron, vi cómo su mirada se disparó al suelo y cómo se incomodó al ver volteada su tortilla. En ningún momento dejé de verla, me sostuvo un poco la mirada pero ahora su timidez sorprendida no la dejó escuchar cuando el dependiente le repitió varias veces el total de su compra esperando el pago.

Fui yo la que, con la misma mirada inquisidora suya, le dije "señora, le están hablando". Tan nerviosa estaba que, también se lo tuve que repetir igual que el empleado.

Pagó y se fué, siempre con la mirada baja. Yo, me quedé sonriendo, seguro lo pensará dos veces la próxima ocasión en que quiera escudriñar de esa forma tan grosera y obvia a otra persona detrás suyo.

Viernes chiquito, que lo disfruten!

febrero 28, 2011

Presunto Culpable


Con tanta parefernalia sobre la pasada entrega del Oscar, que por cierto ayer tuvo una de las más aburridas y desangeladas, se me vino a la cabeza Presunto Culpable. Cinta/documental mexicana que está causando mucho ruido en México y que nadie se puede perder.

Realizada y producida por un matrimonio —Layda Negrete y Roberto Hernández— de osados abogados que, en su afán por aportar su granito de arena para tratar de modificar el sistema judicial mexicano y sus corruptelas, lo exhiben tal cual dejándolo al desnudo.

La cinta relata el proceso judicial de José Antonio Zúñiga Rodríguez, a quien la justicia encarceló y condenó injustamente por el homicidio de una persona a que ni siquiera conocía. Estos juristas convertidos en improvisados cineastas introdujeron micrófonos y cámaras al muy sórdido recinto que son los juzgados penales de nuestro país.



Lejos de competir por un premio, Presunto Culpable es una película de denuncia que pretende abrir los ojos a quienes se encuentren en situaciones en las que la justicia brilla por su ausencia y, ante el temor que éstos vicios legales han generado en la población, no nos atrevemos a enfrentar por ignorar nuestros derechos básicos.

Tal vez lo amañado e impune del sistema jurídico mexicano no sea un secreto para nadie, lo cierto es que Presunto Culpable nos enfrenta a esa verdad in situ, algo de lo que nadie podemos salir indiferentes. Porque, como dice el tag de la película, "en México, ser inocente no basta para ser libre".

No se la pierdan.