Con el cambio de clima se nos vinieron encima todas las calamidades que ésto conlleva. Antes de la Mononucleosis de Zara, yo padecí una mega-infección en la garganta, luego que la beba alivió recaí con un gripón de miedo el fin de semana pasado. Lo peor es que, pensando en que no sería tan grave, me fuí al gimnasio dizque para olvidarme de mi nariz conegestionada y mis interminables estornudos, pero me salió más caro el caldo que las albóndigas. Me puse peor.
Ayer de plano visité de nuevo al doc y, luego de sentirme chiche con su diagnóstico de "es un simple resfriado", me recetó unos polvos mágicos que me quitaron la moquera en cuestión de horas. Asi que hoy volvi al gym, más tranquila y relajada.
Mis bríos de guerrera contra los malitos suizos volvieron a aparecer y me aventé mi primer round en las primeras horas de la tarde. Resulta que llevé las camisas del maridis a la tintorería como lo hago desde hace más de cinco años (una maldita artrosis en las manos no me deja plancharlas como Dios manda), donde si llevas 20 te regalan el planchado de otra más y hacen un descuentazo por mayoreo, a eso le llaman ellos PASS. Antes había ido a surtir la despensa y al dar un mal paso me doblé el tobillo, por lo que le pedí a Chris que se bajara él para que entregara la veintena de camisas.
La criatura le dió las camisas a la dependienta -una chica nueva- y le comentó que yo iría a recogerlas y pagarlas cuando estuvieran listas que las marcara como "PASS". La novel muchachita le dijo que no podía hacerlo a menos que las pagara en ese momento, entonces las marcó como precio normal, que implica más o menos el 20% adicional.
Nomás llegar al coche, mostrarme el ticket y contarme la historia, se me quitó el dolor del tobillo y me fui directamente al negocio bufando como toro de lidia. Hasta donde mi paciencia me lo permitió, muy amablemente le pedí por favor que cambiara el ticket por el precio de la oferta de las 21 camisas, pero la nena muy enfadada me dijo que no se podía porque estaba ya marcado en la caja registradora. Me repitió también a mi, que si quería el PASS lo tendría que pagar en ese momento.
Mta! pa' mis pulgas! Le dije que por supuesto que podía, solo tendría que cancelar el ticket y volver a hacer uno nuevo por el precio de mayoreo, que por el dinero no se preocupara porque desde hacía siete años que llevaba mis prendas a ese lugar y que hasta hoy nunca había habido ningún problema por pagarlas cuando las recogiera. Le sugerí que si tenía alguna duda, hablara a su jefa y preguntara.
Me contestó de mala gana que tenía mucho trabajo y no podía perder el tiempo entreteniéndose en eso, que la próxima vez fuera yo misma a hacerlo porque el niño pues no sabía, no le había aclarado nada. Le contesté que yo tampoco sabía que habría alguien nuevo y por eso lo mandé, de haberlo sabido antes, no lo hubiera hecho y que además el tiempo que estaba "perdiendo" conmigo también era parte de SU trabajo. A estas alturas, ya estaba yo pasando aceite por mantener mi postura amable y mesurada, poco me faltó para decirle una palabrota; pero me controlé.
Sacó un folder y checó una lista de nombres, me sorprendió ver que el mío estaba en ella, pero al ver el encabezado leí que decía "clientes frecuentes". Nunca me hubiera imaginado que tuvieran esa lista, al menos las otras chicas que me han atendido, nunca me lo comentaron. Al final hizo lo que tenía que hacer, de mala gana, pero lo hizo.
Sigue sorprendiéndome como la gente de este país es tan cuadrada, que cuando las cosas se salen un poco de lo 'normal' no saben qué hacer o de plano no quieren hacer un esfuerzo extra en algo tan sencillo. Simplemente el sentido común le diría a la chica que, sin consultarlo, si llevo la cantidad exacta de la oferta de mayoreo es lógico que habrá que cobrar el precio más bajo no? Al fin y al cabo ellas no reciben comisión por lo que cobran.
Me imagino que son gajes del oficio, que la mujercita está todavía muy 'verde' para el puestecito, pero que así es como se va uno moldeando cuando comenzamos en un empleo nuevo. Eso fue lo que me hizo tratar de mantener la calma en todo momento, un poquito de comprensión no le cae mal a nadie y tutti contenti!
Hoy es viernes chiquito, a disfrutar y ser felices que ya viene el finde!
Ayer de plano visité de nuevo al doc y, luego de sentirme chiche con su diagnóstico de "es un simple resfriado", me recetó unos polvos mágicos que me quitaron la moquera en cuestión de horas. Asi que hoy volvi al gym, más tranquila y relajada.
Mis bríos de guerrera contra los malitos suizos volvieron a aparecer y me aventé mi primer round en las primeras horas de la tarde. Resulta que llevé las camisas del maridis a la tintorería como lo hago desde hace más de cinco años (una maldita artrosis en las manos no me deja plancharlas como Dios manda), donde si llevas 20 te regalan el planchado de otra más y hacen un descuentazo por mayoreo, a eso le llaman ellos PASS. Antes había ido a surtir la despensa y al dar un mal paso me doblé el tobillo, por lo que le pedí a Chris que se bajara él para que entregara la veintena de camisas.
La criatura le dió las camisas a la dependienta -una chica nueva- y le comentó que yo iría a recogerlas y pagarlas cuando estuvieran listas que las marcara como "PASS". La novel muchachita le dijo que no podía hacerlo a menos que las pagara en ese momento, entonces las marcó como precio normal, que implica más o menos el 20% adicional.
Nomás llegar al coche, mostrarme el ticket y contarme la historia, se me quitó el dolor del tobillo y me fui directamente al negocio bufando como toro de lidia. Hasta donde mi paciencia me lo permitió, muy amablemente le pedí por favor que cambiara el ticket por el precio de la oferta de las 21 camisas, pero la nena muy enfadada me dijo que no se podía porque estaba ya marcado en la caja registradora. Me repitió también a mi, que si quería el PASS lo tendría que pagar en ese momento.
Mta! pa' mis pulgas! Le dije que por supuesto que podía, solo tendría que cancelar el ticket y volver a hacer uno nuevo por el precio de mayoreo, que por el dinero no se preocupara porque desde hacía siete años que llevaba mis prendas a ese lugar y que hasta hoy nunca había habido ningún problema por pagarlas cuando las recogiera. Le sugerí que si tenía alguna duda, hablara a su jefa y preguntara.
Me contestó de mala gana que tenía mucho trabajo y no podía perder el tiempo entreteniéndose en eso, que la próxima vez fuera yo misma a hacerlo porque el niño pues no sabía, no le había aclarado nada. Le contesté que yo tampoco sabía que habría alguien nuevo y por eso lo mandé, de haberlo sabido antes, no lo hubiera hecho y que además el tiempo que estaba "perdiendo" conmigo también era parte de SU trabajo. A estas alturas, ya estaba yo pasando aceite por mantener mi postura amable y mesurada, poco me faltó para decirle una palabrota; pero me controlé.
Sacó un folder y checó una lista de nombres, me sorprendió ver que el mío estaba en ella, pero al ver el encabezado leí que decía "clientes frecuentes". Nunca me hubiera imaginado que tuvieran esa lista, al menos las otras chicas que me han atendido, nunca me lo comentaron. Al final hizo lo que tenía que hacer, de mala gana, pero lo hizo.
Sigue sorprendiéndome como la gente de este país es tan cuadrada, que cuando las cosas se salen un poco de lo 'normal' no saben qué hacer o de plano no quieren hacer un esfuerzo extra en algo tan sencillo. Simplemente el sentido común le diría a la chica que, sin consultarlo, si llevo la cantidad exacta de la oferta de mayoreo es lógico que habrá que cobrar el precio más bajo no? Al fin y al cabo ellas no reciben comisión por lo que cobran.
Me imagino que son gajes del oficio, que la mujercita está todavía muy 'verde' para el puestecito, pero que así es como se va uno moldeando cuando comenzamos en un empleo nuevo. Eso fue lo que me hizo tratar de mantener la calma en todo momento, un poquito de comprensión no le cae mal a nadie y tutti contenti!
Hoy es viernes chiquito, a disfrutar y ser felices que ya viene el finde!
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