Preparativos

Qué difícil es organizar una fiesta por éstas tierras. El próximo abril, mi querubín tendrá su primera comunión y ya que para nuestra familia eso es algo sumamente importante, decidimos hacerle una fiesta con nuestros amigos y los suyos. Claro una fiesta a lo regio, de esas que son pretexto de niños para diversión de adultos.

Ahora si, como los cánones suizos mandan, he comenzado desde ya para no andar con tragedias de no encontrar sitios disponibles. Pero los salones para fiestas, brillan por su ausencia en tierras chocolateras. En su lugar, hay cabañas que se rentan en cada pueblo y que normalmente se encuentran en el bosque o alejadas de las urbanizaciones, pertenecientes a los diferentes grupos locales como: la asociación de ciclistas, la de tiradores, la de los scouts, etc.

Este es solo un ejemplo, no es la susodicha

Luego, éstos locales se rentan solos y no tienen nada de especial, salvo un montón de mesas/sillas -muy monas, por cierto- y una cocina amplia bien equipada. Hasta ahí. Para el entretenimiento uno debe llevar lo necesario como juegos sencillos para los peques o música para los adultos.

Por ese lado no tenemos problema, por el de la comida tampoco porque desde hace tiempo teníamos contemplado mandar hacer una paella enorme y encargarnos nosotros del aperitivo. Los problemas comenzaron con las invitaciones, el pastel, los recuerditos y la decoración del lugar. Y es que acá son tan aburridos y austeros, que la variedad para escoger es verdaderamente muy limitada -por no decir nula.

Aunque de haber los hay, pero cuestan las perlas de la virgen. Me imagino que se debe a que la mayoría de las suizas son muy hogareñas y las manualidades es algo que se les da con los ojos cerrados a base de entrenamiento duro y efectivo desde la infancia. Pero para las flojas 'ratas del asfalto' como su servilleta, es más que un martirio porque tengo dos manos izquierdas, aunque eso no me impide de vez en cuando hacer mis cosillas.

Entre esas cosillas, el año pasado hice unas invitaciones para celebrar nuestro décimo aniversario de matrimonio, pero que por causas de fuerza mayor se tuvo que cancelar. Así que para no gastar más, voy a utilizar parte de ellas para elaborar las de Chris. Aqui una muestra del sobre:



Con el pastel, me topé con pared (salió en verso sin esfuerzo) porque los diseños de por acá son muy cursis y medio guarros. También ya tenía yo en mente lo que quería: una cruz enorme de pastel de chocolate, cubierta con un 'betún blanco de ese que parece yeso'. En mi viaje por San Google aprendí que esa cobertura se llama Fondant y que un tal Wilton es el mero mero de la técnica.

Luego de ver chorrocientosmil videos en You Tube y bajar en PDF parte del libro de Wilton para dummies, me di a la tarea de conseguir el molde -que tampoco fué fácil-, lo quise comprar en Amazon y no me lo pueden mandar acá. Peeero, encontré una proveedora de materias primas cerca de mi rancho, que me lo puede rentar, todavía está en veremos y ojalá me digan que si se puede. La pasta de Fondan afortunadamente también la encontré y ya la pedí por correo, pero lo peor vendrá después, cuando haga el pastel mello!. Se supone que debe quedar así:



Los recuerditos fueron otro dolor de cabeza, me gustaron mucho unos de una caja de mica en forma de cruz que vi en una página web de Monterrey, pero la enviada sale más cara que los artículos. Luego encontré un lugar donde se pueden comprar solo las cajitas y ya le di la lata a mi querida Inge para que los mande. Ella, como siempre, puestísima para ayudarme. Gracias Nancy!

Todavía faltan muchas cosas como la decoración y el aperitivo, los nervios ya empezaron a aflorar y eso que todavía me quedan tres meses. Pero como buena aprendiz de suiza, tengo que ganarle tiempo al tiempo y planear todo muy bien, no vaya a ser que a última hora ande a las carreras.

Por ahora eso me mantiene muy ocupada, bueno eso y... Timmy. Pero esa, es otra historia.

Auf Wiedersehen!