Maniac Monday

El día de ayer fué otro de esos en los que todo sale mal, desde que amaneció hasta el final por eso me fuí a dormir bien temprano (algo muy raro en mi). Comencemos, como decía Jack El Destripador, por el principio: en punto de las seis de la madrugada suena el despertador del celular de mi maridis y él todavía en Si Bemol de su ronquido, lo zarandeo como la mejor exponente de la Triple A para que lo apague y él apenas lanza un maullido susurrante mientras con los ojos cerrados lo busca a tientas y lo apaga, todo en "slow motion" mientras la alarma seguía y seguía ggrrrr!!! El sigue roncando. No pasan dos minutos cuando suena el despertador del radio reloj del buró, con una chicharra que ya la quisieran los de la planta nuclear que tenemos justo enfrente de nuestra casa, entra en acción mi brazo con la segunda zarandeada, el apaga el segundo aparatejo y vuelve a roncar. Enfilo de nuevo mi cabeza en la almohada para tratar de dormir por lo menos una media hora más cuando su PDA empieza con una melodía tipo de Marcha de Zacatecas a todo vuelo que hasta los vidrios de las ventanas retumban al son de esas notas folklóricas, WTF!!!

Mi natural histeria no se hizo esperar, lancé un grito hipohuracanado de "levántate y anda!!!" ah no ese fué para Lázaro, en realidad dije algo como "&%*?=# madre! ya apaga esa cosa y levántate!!!". Después es eso ya no pude dormir, sobre todo porque mis peques habían despertado desde la primera sinfonía matutina, así que puse manos a la obra y hacer desayuno, preparar lunchs para la escuela y comenzar la faena diaria con un humor de los mil diablos. De ahí en adelante la ley de atracción hizo de las suyas: Zara amaneció con 39 de temperatura, me aventé un round con mi hijo porque se quería a la escuela una hora antes, la comida se me quemó, terminé de limpiar la casa faltando justamente un segundo para ir a dejar a Chris a una de sus clases vespertinas, no llevé dinero para el parquímetro y me tuve que chutar la hora de la clase en el coche con un solazo de aquellos, accidentalmente me llevé de encuentro la repisa de cristal donde tenemos el teléfono y se hicieron añicos ambos regándose por todo mi reluciente piso (mi marido no lo pudo arreglar el aparato, por lo que tenemos que comprar otro) y por si eso fuera poco el proveedor de internet desgració el servidor de los LOG IN de toda la Suiza y no hubo forma de tener conexión antes de primera ahora de hoy. Lo más triste del caso es que tenía que hacer unos pagos antes de la media noche y hacer unas reservaciones de hotel, cosa imposible y desesperante, todo por dejar las cosas para el último. En fin, el día se me fué en tragedias y maldiciones, los ánimos del resto de la familia no eran muy diferentes que digamos pero por lo menos me queda la esperanza de que ésto solo ocurre raras veces al año y espero que ésta haya sido la única. Ansío que lleguen las vacaciones de verano!

¿Será que tanto día de asueto me dejó sin ánimos para empezar una semana de mucho trabajo? La cosa pinta mejor hoy: dormí muchas horas como Dios manda (hoy no me despertó ninguna alarma debido a una plática muy seria con el dueño de mis quincenas), el clima es simplemente maravilloso y mi disposición para no tener otro lunes negro es demasiado alta aunque me espera un día lleno de actividades. Así que mi semana empieza hoy, con el pié derecho, como debe ser.

Saludos!