Para educar a mis hijos, casi nunca me he guíado en "libros de texto" ó consejos de "expertos en la materia", lo he hecho casi siempre por lo que mi corazón me dice que puede ser bueno para ellos y un con poco de conocimiento (por qué no?). Me refiero a la educación cívica y moral que casi todos (o por lo menos mis contemporáneos) debimos adquirir en casa. Si, tal vez mis hijos cuando crezcan se quejarán de mis eternos rollos sobre el amor, la amistad, la lealtad, la obediencia, el sufrimiento, las decepciones, el orgullo, la dignidad, etc, etc. Pero hay dos aspectos en los que me ha costado un buen para encontrar la forma más simplista en que se debe hablar con un niño: la sexualidad y la muerte.
Sobre la sexualidad la cosa fué saliendo de forma más que natural, ahí si que me apoyé en las imágenes de un libro para niños llamado "¿De dónde vienen los bebés?", a Chris se lo mostré cuando esperaba a su hermanita, luego cuando ésta creció y le preguntó a su vez a su hermano por qué ella no tenía una pipí como la suya, el mismo buscó el libro y le contó muy a su modo la historia que tres años antes yo le había relatado. Luego han ido haciendo preguntas un poco "incómodas" a las que siempre respondo de la forma más sencilla posible ... eso siempre funciona. La última de ellas fué Zara, a cerca del vello púbico, solo bastó con mostrarle los pequeños vellitos que tiene ella en las piernas y decirle que mientras más crezca, lo vellos aparecen en otras partes.
El tema de la muerte vino a nuestras vidas un poco de imprevisto, Zara tuvo que viajar conmigo a Monterrey cuando mi padre estaba muy enfermo, toda mi familia estaba en el hospital y no había forma de dejarla al cuidado de nadie. Así que ella lo vió en su cama de hospital, lúcido y consciente hasta su último suspiro, él mismo le dijo que Diosito le había estado llamando para irse con El al cielo y que pronto partiría. Yo creo que fué la seguridad y la serenidad con la que mi padre habló con ella, lo que hizo que la niña no hiciera más preguntas, esperaba tranquilamente ese momento al igual que su abuelito. Cuando falleció, me tocó a mi retirarle las sondas y colocarle unas vendas en su cara (había quedado su boca abierta debido al respirador artificial que lo mantuvo vivo los últimos momentos) cuando Zara pidió entrar en el cuarto. Fuí con ella y me dijo que quería darle el último besito, por unos momentos no supe qué hacer y a quién preguntar, me pareció justo porque ella sabía lo que era irse con Diosito. Asi que la llevé al cuarto, me pidió que la cargara y fué como le dió un largo beso en su mejilla y se abrazo de él en silencio. Mi madre y mis hermanos estaban un poco consternados por la escena, pero nadie dijo nada. Mi chiquitina también me acompañó en el funeral y el entierro, se portó siempre muy prudente, claro con la prudencia de una criatura de cuatro años; no dijo nada cuando nos veía a todos llorar, aún ahora que lo escribo me parece fuerte e inexplicable.
Cuando regresamos a casa le contó todo a su hermano, luego yo me encargué de explicarle con más detalle, lo mismo que mi padre contó a Zara. El también parece que lo entendió, se puso triste y lloró un poco, no se habían visto mucho salvo en la contadas vacaciones que pasamos juntos pero siempre me he encargado de tenerles presentes a toda su familia mexicana a mis hijos a través de fotos y videofilmaciones. De vez en cuando se acuerdan de él, de sus dichos y de cómo les hablaba (Zara, sobre todo), también me preguntan de vez en cuando si yo estoy triste porque ya no lo tengo pero siempre les respondo que no, que mi padre está feliz porque está con Diosito en lugar hermoso y que todos algún día iremos al mismo sitio.
En un post anterior comentaba sobre la muerte del padre de un amigo muy querido, tan querido que para mis hijos es como de la familia y así se lo hacen saber cada que pueden, mi amigo Luis Miguel el cura. Hoy habló por teléfono, ya regresó de España y Christof le contestó el teléfono, yo sólo escuché ésta parte de la conversación:
Viéndolo con los ojos de un adulto, esa fué la manera de él de darle el pésame a un ser tan querido. Siempre había tenido la duda si habré hecho bien en tocar de esa forma el tema de la muerte con mis hijos y si les afectaría de forma negativa en un futuro, hoy esa duda quedó más despejada porque con esas palabras sé que para ellos es, como la vida misma, algo de lo más natural.
Sobre la sexualidad la cosa fué saliendo de forma más que natural, ahí si que me apoyé en las imágenes de un libro para niños llamado "¿De dónde vienen los bebés?", a Chris se lo mostré cuando esperaba a su hermanita, luego cuando ésta creció y le preguntó a su vez a su hermano por qué ella no tenía una pipí como la suya, el mismo buscó el libro y le contó muy a su modo la historia que tres años antes yo le había relatado. Luego han ido haciendo preguntas un poco "incómodas" a las que siempre respondo de la forma más sencilla posible ... eso siempre funciona. La última de ellas fué Zara, a cerca del vello púbico, solo bastó con mostrarle los pequeños vellitos que tiene ella en las piernas y decirle que mientras más crezca, lo vellos aparecen en otras partes.
El tema de la muerte vino a nuestras vidas un poco de imprevisto, Zara tuvo que viajar conmigo a Monterrey cuando mi padre estaba muy enfermo, toda mi familia estaba en el hospital y no había forma de dejarla al cuidado de nadie. Así que ella lo vió en su cama de hospital, lúcido y consciente hasta su último suspiro, él mismo le dijo que Diosito le había estado llamando para irse con El al cielo y que pronto partiría. Yo creo que fué la seguridad y la serenidad con la que mi padre habló con ella, lo que hizo que la niña no hiciera más preguntas, esperaba tranquilamente ese momento al igual que su abuelito. Cuando falleció, me tocó a mi retirarle las sondas y colocarle unas vendas en su cara (había quedado su boca abierta debido al respirador artificial que lo mantuvo vivo los últimos momentos) cuando Zara pidió entrar en el cuarto. Fuí con ella y me dijo que quería darle el último besito, por unos momentos no supe qué hacer y a quién preguntar, me pareció justo porque ella sabía lo que era irse con Diosito. Asi que la llevé al cuarto, me pidió que la cargara y fué como le dió un largo beso en su mejilla y se abrazo de él en silencio. Mi madre y mis hermanos estaban un poco consternados por la escena, pero nadie dijo nada. Mi chiquitina también me acompañó en el funeral y el entierro, se portó siempre muy prudente, claro con la prudencia de una criatura de cuatro años; no dijo nada cuando nos veía a todos llorar, aún ahora que lo escribo me parece fuerte e inexplicable.
Cuando regresamos a casa le contó todo a su hermano, luego yo me encargué de explicarle con más detalle, lo mismo que mi padre contó a Zara. El también parece que lo entendió, se puso triste y lloró un poco, no se habían visto mucho salvo en la contadas vacaciones que pasamos juntos pero siempre me he encargado de tenerles presentes a toda su familia mexicana a mis hijos a través de fotos y videofilmaciones. De vez en cuando se acuerdan de él, de sus dichos y de cómo les hablaba (Zara, sobre todo), también me preguntan de vez en cuando si yo estoy triste porque ya no lo tengo pero siempre les respondo que no, que mi padre está feliz porque está con Diosito en lugar hermoso y que todos algún día iremos al mismo sitio.
En un post anterior comentaba sobre la muerte del padre de un amigo muy querido, tan querido que para mis hijos es como de la familia y así se lo hacen saber cada que pueden, mi amigo Luis Miguel el cura. Hoy habló por teléfono, ya regresó de España y Christof le contestó el teléfono, yo sólo escuché ésta parte de la conversación:
Hola?, Luis Miguel!!! Ya regresaste de España?. Si, aquí está mi mamá. Oye, estás muy triste porque se murió tu papá verdad?. Bueno, no pasa nada, el ya está con Diosito, pero si estás poquito triste aqui estamos nosotros para vengas a llorar porque somos tu familia si?. Te voy a pasar a Zara porque ella también te quiere mucho. Bueno te paso a mi mamá.
Viéndolo con los ojos de un adulto, esa fué la manera de él de darle el pésame a un ser tan querido. Siempre había tenido la duda si habré hecho bien en tocar de esa forma el tema de la muerte con mis hijos y si les afectaría de forma negativa en un futuro, hoy esa duda quedó más despejada porque con esas palabras sé que para ellos es, como la vida misma, algo de lo más natural.
6 comentarios:
SAbes Keru?, yo creo que no hay mejor manera para explicarle a los niños mas que la verdad, y ellos son super inteligentes y a su manera de pensar absorven las palabras y las adecuan a su edad, es que los niños son una maravilla!!, yo me sorprendo mucho de ver a mis hijas y muchos otros niños la manera enla que razonan. Que bonito que tus peques sean asi pero mas padre la comunicación que tienen como hermanos eso esta super!. Besos, ya leí mas sobre el tema que tocamos en el msn , ahora tengo nudos en la cabeza :S, cuanto aprende uno verdad??.
Keru estoy de acuerdo contigo, las mentiras no pueden sostenerse mucho tiempo y si se hace es a base de mas mentiras, por eso es mejor hablarles con la verdad, y como bien dices una verdad simple, los niños comprenden todo aunque parezca que no tienen ni idea con esas caritas de inocentes.
Como ya te lo he dicho en otras ocasiones, tus hijos irradian amor desde su manera de hablar y de dirigirse a las personas ya sean conocidos o no, mas que buen trabajo has hecho algo excelente con ellos.. y creo que es mejor que se acuerden de grandes cuantas cosas les decías a que no tengan recuerdo de consejo alguno no crees?
Me imagine que se trataba del padre Luis Miguel, dale mis recuerdos por favor.
Un abrazote Keru
Nancy
Keru es absorben me equivoque
El tema de la muerte es un tema dificil. Pero creo que lo mejor es siempre tratarlo como es, derecho, con la verdad.
Lamentablemente en mi casa nunca se hablaba de la muerte, era casi un tema tabú. Ahora como adultos, mis hermanos y yo, hemos llegado a la conclusion que es por el temor tan grande que mi papá le tiene a la muerte, el no quiere morir aun y nunca hablamos de ello.
Cuando mi mami murió, fue muy duro, no estabamos preparados y nos llego muy de repente. Nunca en realidad habiamos contemplado la vida sin ella ni siquiera la posibilidad?
Ahora, he comprendido que me gustaria que mis hijos no crezcan con ese miedo. Es duro pero es mejor hacerles ver, que como dices tu, es el camino que todos seguiremos y hay que tratar de verlo de una forma mas natural.
Te felicito por la forma de educar a tus hijos. Que lindos!
Te mando un beso enorme.
PD Gracias por la felicitacion del dia de las madres! Ese dia no tuve yo un buen dia, ya ves? meti la pata :) y ahora estoy pagando las consecuencias!! (No, no estoy embarazada ok?)
Keru:
Me parece muy muy bien hablar con naturalidad, los niños sienten cuando alguien está dudando al responder, o si esconde algo o se incomoda ante la pregunta.
La conversación de tu hijo me parece bellísima y muy seguramente a tu amigo le habrá tocado el corazón.
Un saludo.
@ Bere: Alguien me dijo una vez que a la preguntas difíciles de los peques solo hay que dar una respuesta, la que sea y ellos se quedan tranquilos. Es verdad, porque no tienen el nivel de razonamiento de los adultos ni la lógica, asi que con ellos todo funciona.
@ Nancy: Es verdad, sobre las mentiras yo si soy muy estricta, trato de enseñarles a dar confianza y confiar en los demás a base de verdades.
@ Conny: Yo nunca lo había pensado así antes de tener hijos, de hecho hay muchas cosas que jamás me pasaron por la cabeza ni cuando era niña. Lo cierto es que los niños de hoy no son si por asomo lo que nosotros fuimos, asi que no hay recetas de cocina para su formación.
@ Norma: Es el amor lo que lo movió, lo adoran y lo quieren como si en verdad fuera de nuestra sangre. Saludos!
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