Desde niña me sentí siempre orgullosa de mi nacionalidad, quizá porque crecí en aquel sexenio extremadamente nacionalista de Luis Echeverría (en donde se no hizo creer que México era el inagotable cuerno de la abundancia) y porque las ventanas al resto del mundo no eran tan amplias como ahora. Desde que recuerdo, mis papás me llevaban cada 15 de septiembre a presenciar "El Grito de Independencia" al antiguo palacio municipal localizado exactamente frenta a la Catedral divididos por la otrora bella Plaza Zaragoza (¿se acuerda alguien de cómo era?). Unos años más tarde, luego de la construcción del actual edificio y del emblemático Faro del Comercio, las noches del 15 de Septiembre se volvieron más numerosas, guapachosas y ... peligrosas.
De cualquier modo, en mi memoria guardo numerosos recuerdos de la muchedumbre gritando vivas, entre fuegos artificiales y enormes luces de neón formando el escudo de la bandera nacional en la fachada del palacio. Mi mamá no me soltaba la mano por nada del mundo, mi papá con la sonrisa que no se le borraba de sus labios y yo sintiéndome parte de un país hermoso como ninguno.
Su significado en nuestros días no es ni la mitad de lo que fué en aquellos años de ignorancia y pasividad cívica, en los que cualquiera que se atreviera a criticar al gobierno (con o sin razón) era tachado de "rojillo". Ahora éstos son la mayoría y el patriotismo ó patrioterismo está fuera de moda, out, kaput, over!
Los que vivimos fuera de México, quizá algunos de ellos entiendan mi sentir y lo compartan, lo vemos con otros ojos: un poco más benevolentes, un poco sentimentales y hasta un mucho ridículos, póngale usted la etiqueta que quiera. Y es que viviendo en culturas muy diferentes a la nuestra, es cuando uno se da cuenta de todas aquellas cosas que van más allá de la economía, la política y la razón. No nos cegamos ante los acontecimientos actuales, pero el orgullo nacional nos hace voltear hacia donde se nombra nuestro terruño, extrañarlo y defenderlo a costa de lo que sea.
La del viernes, fué la celebración con la que el grupo de mexicanas al que pertenezco, festejamos aquel Grito de Independencia que hace 197 años diera el cura español Don Miguel Hidalgo. En algunas ocasiones asistimos a la fiesta que ofrecía la Embajada de México en Berna, pero los últimos años dejó de ser fiesta popular y se fueron poniendo muy requisitosos, a tal punto, que la mecánica para obtener las indispensables invitaciones todavía no se conoce. En los últimos años, una de mis amigas ofrecía una cena en su casa, ella y su marido se encargaban de dar el grito con bandera e himno, que no le pedían nada a cualquiera de las ceremonias oficiales. Ahí en el anonimato de reunión de mexicanos en el exilio, rendíamos homenaje a nuestra amada tierra. Pero éste año fué diferente, a otra de ellas junto con la ya mencionada, se les ocurrió organizar algo más en forma con fines caritativos. Promocionaron el evento en los medios, recurrieron a algunas empresas patrocinadoras y pusieron toda su energía y tiempo en el festejo. Así, por una módica cantidad, hubo de todo: cena, marichi, bailes típicos, tómbola y por supuesto el famoso "grito"!.
Sigen emocionándome las notas del marichi, los colores de mi bandera y los mexicanos que aman nuestro país; también sigo sintiendo lástima por aquellos que se pasan la vida amargándose por los muchos defectos que tiene México, porque seguramente para apreciarlo en todo su valor tendrían que estar lejos de ahí. Les cuento un secreto?, los tres charros que ven bailando en el video son suizos, ejemplo vivo que para amar a la tierra del tequila y las tortillas, no es necesario haber nacido mexicano. Viva México!!!
De cualquier modo, en mi memoria guardo numerosos recuerdos de la muchedumbre gritando vivas, entre fuegos artificiales y enormes luces de neón formando el escudo de la bandera nacional en la fachada del palacio. Mi mamá no me soltaba la mano por nada del mundo, mi papá con la sonrisa que no se le borraba de sus labios y yo sintiéndome parte de un país hermoso como ninguno.
Su significado en nuestros días no es ni la mitad de lo que fué en aquellos años de ignorancia y pasividad cívica, en los que cualquiera que se atreviera a criticar al gobierno (con o sin razón) era tachado de "rojillo". Ahora éstos son la mayoría y el patriotismo ó patrioterismo está fuera de moda, out, kaput, over!
Los que vivimos fuera de México, quizá algunos de ellos entiendan mi sentir y lo compartan, lo vemos con otros ojos: un poco más benevolentes, un poco sentimentales y hasta un mucho ridículos, póngale usted la etiqueta que quiera. Y es que viviendo en culturas muy diferentes a la nuestra, es cuando uno se da cuenta de todas aquellas cosas que van más allá de la economía, la política y la razón. No nos cegamos ante los acontecimientos actuales, pero el orgullo nacional nos hace voltear hacia donde se nombra nuestro terruño, extrañarlo y defenderlo a costa de lo que sea.
La del viernes, fué la celebración con la que el grupo de mexicanas al que pertenezco, festejamos aquel Grito de Independencia que hace 197 años diera el cura español Don Miguel Hidalgo. En algunas ocasiones asistimos a la fiesta que ofrecía la Embajada de México en Berna, pero los últimos años dejó de ser fiesta popular y se fueron poniendo muy requisitosos, a tal punto, que la mecánica para obtener las indispensables invitaciones todavía no se conoce. En los últimos años, una de mis amigas ofrecía una cena en su casa, ella y su marido se encargaban de dar el grito con bandera e himno, que no le pedían nada a cualquiera de las ceremonias oficiales. Ahí en el anonimato de reunión de mexicanos en el exilio, rendíamos homenaje a nuestra amada tierra. Pero éste año fué diferente, a otra de ellas junto con la ya mencionada, se les ocurrió organizar algo más en forma con fines caritativos. Promocionaron el evento en los medios, recurrieron a algunas empresas patrocinadoras y pusieron toda su energía y tiempo en el festejo. Así, por una módica cantidad, hubo de todo: cena, marichi, bailes típicos, tómbola y por supuesto el famoso "grito"!.
Sigen emocionándome las notas del marichi, los colores de mi bandera y los mexicanos que aman nuestro país; también sigo sintiendo lástima por aquellos que se pasan la vida amargándose por los muchos defectos que tiene México, porque seguramente para apreciarlo en todo su valor tendrían que estar lejos de ahí. Les cuento un secreto?, los tres charros que ven bailando en el video son suizos, ejemplo vivo que para amar a la tierra del tequila y las tortillas, no es necesario haber nacido mexicano. Viva México!!!
6 comentarios:
HOla Keru
Pasando otra vez por tu blog. Me encanta como escribes y coincido en muchas cosas contigo. Yo también sigo emocionandome con México y lo que se refiera a él. Con lo de la embajada y la fiesta, la modalidad es mandarles un mail diciendo que quieres asistir al evento y te envian la invitación por mail, la imprimes y la presentas. Este año se puso buena, pero nada comparado con la fiesta que describes en el post. Te felicito y a tus amigas por ser tan bien organizadas. Eso nos falta en Berna..una fiesta así con la comunidad mexicana. Te mando un saludo. Ivi (meyiv@hotmail.com)
Viva México!
Que Chingon Keru !!!!!
Que a toda madre que se organizen por alla para vivir Mexico.
Bien por Uds !!!!
Te mando un jarro de frijoles a la Charra, como los hacia Socorrito, mi amada madre
Saludos
VIVA MEXICO!!!! CABRONES!!!! SHALUD!!!! HIC.......
Bueno, sí, México. Los españolitos del virreynato pensarían que estaban amargados los indios y los traidores criollos. No gritaban Viva México, pero sí viva Fernado VII, como el curita Hidalgo. Eso es lo fascinante de esta región llamada y sus habitantes, sus continuas contradicciones, más bien la no definición definida o algo así, un estado laico que venera y establece a un sacerdote como padre de la patria, algo así como orillese a la orilla,aunque debiera ser patrio o tal vez pater, Bueno, sí, algunos irlandeses desertores del ejército gringo lucharon por México. En qué consiste la nacionalidad...mexicanos en el exilio, mexicanos en mexico...la fiesta es primero.
QUE DIJO??????????...... "SWELT"
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