julio 01, 2007

♫ ... bésame en tiempo de vals ... 1,2,3 ... 1,2,3 ... ♪♪

Una de mis amigas mexicanas, nos invitó hoy a comer junto a algunos matrimonios y a mi amigo Luismi, el cura. De la comida qué podría contar?, buffet mexicano tipo brunch que iba desde chilaquiles hasta tamales, como para salir rodando de ahí. Luego, nos invitó a pasar a la sala para ver el video de los XV años de su hija que le celebró en Mazatlán, de donde es originaria.

A media película y después de que otra de la invitadas de origen peruano nos contara lo parecido que son esas fiestas en su país, se le ocurrió a nuestra anfitriona preguntarme cómo había sido el mío. Me hizo recordar aquella fiesta de hace algunos años, no muchos os lo aseguro ja!, y me dí cuenta que pocas veces recuerdo aquel día.

En principio, yo no quería fiesta, acababa de salir de la secundaria, que estudié en un colegio 100% femenino, y no tenía siquiera una sola amistad del sexo opuesto. Así que, qué chiste tendría una fiesta en esas condiciones? Pero una de mis cuñadas, en aquel entonces apenas novia de uno de mis hermanos, me convenció solo dos semanas antes de mi cumpleaños, con el argumento sentimentaloide de la infinidad de niñas que desearían tener una fiesta y no tenían la posibilidad. La pobre organizó todo en ese corto tiempo, los únicos inconvenientes fueron no encontrar un salón disponible y mis gustos "raros" que hacían de las búsquedas, una tarea titánica.

La invitación hecha en papel pergamino

Por principio de cuentas no quise un vestido tradicionalmente rosa (en aquellos años era imperdonable pensar siquiera en escojer otro color para una quinceañera), tampoco quería miles de capas de tul bajo la falda, ni enormes moños en las pompas, ni mangas abullonadas del tamaño de una sandía. Terminé con un vestido sacado del catálogo para novias en un color azul celeste, sin la típica corona y en su lugar unas flores naturales enre mi cabello, del mismo tono del vestido. La gente en la Iglesia y en el estudio fotográfico me miraban "raro" al entrar, alguien hasta se atrevió a decirme "qué original tu vestido!".

En la Iglesia ocurrió una anécdota curiosa que, aunque en ese momento fué toda una tragedia griega, ahora el recordarla nos causa mucha risa a toda la familia. Con las prisas, a mi madre se le olvidó ir a confesarse el día anterior como se le especificó al separar la misa. Unos momentos antes, fué con el sacerdote a quien conocía bien porque vivía a unas cuantas casas de la nuestra, para pedirle que le diera una absolución "express" con tal de no quedarle mal a la hija. El buen señor, se negó rotundamente todas las veces que mi madré le insistió hasta llegar a la exasperación "Ya te dije que no y no insistas porque ni la misa oficio si sigues así!!!". Mi mamá, ya encabritada porque faltaba muy poco para empezar la misa se fué no sin antes decirle en plena sacristía, cual oriunda de Alvarado: "Pues que jijo de su chin...ada madre!". El padre, que casi se le cae la sotana de la impresión, se quedó mudo. Días después mi sacrosanta progenitora se disculparía con él.

El baile fué en mi casa, mis hermanos se habían encargado de dejar vacía la sala que, viéndola así desnuda, parecía del tamaño de aquella pista de Saturday Night Fever. La música: las infaltables "cintas", eran propiedad del hermano de mi cuñada y fué el regalo de éste muchacho que años, muchísimos años después, me enteraría que siempre me quiso y nunca me lo dijo (c'est la viè). Bailé con mi papá la canción "Don't throw it all away, our love" y luego con mis hermanos, en ese momento abrazada de uno de ellos pensaba y "después que?" si habíamos solo familia, unas cuantas amigas y algunas de mis primas.

Lo mejor estaba por llegar. Después de rolarnos a mis hermanos y primos en el bailongo, como a eso de las diez de la noche, se oyó afuera un coro masculino cantando las mañanitas de Pedro Infante acompañados por una grabadora enooorme. Eran los jugadores del equipo de football americano de la Prepa "X", que queda a unas cuadras de mi casa y del que mi hermano era Coach. Seguramente les hizo "manita de puerco" para ir a amenizar el baile de la "hermanita" sin amigos. Se imaginan la cara de mis amigas y mis primas, junto con la mía?, no podíamos creer lo que nuestros ojos veían, una bola de "cueros" (porque ser jugador de football americano no es cualquier cosa, no señor!) cantando en manada, con tremendo ramo de rosas blancas! ternura de la buena. Hasta la idea de invitarlos fué de mi cuñada, en todo pensó la condenada.

El resto de la noche fué de lo más divertido y espectacular bailando con chavos "mayores" y guapos, no sólo con uno, a cada una de nosotras nos tocaban de dos y tres. Luego llegaron los mariachis y seguía el baile a todo lo que da, los huercos locos les quitaban los sombreros a los músicos, se ponían las manos atrás y "... cuándo me traes a mi negra, que la quiero ver aquí ...". Los últimos invitados se fueron cuando ya casi estaba saliendo el sol.

Lo que en un principio apuntaba a un festejo meramente "familiar" y aburrido se convirtió en todo un acontecimiento, y uno de los recuerdos más bellos de mi adolescencia. Como dijo aquel: "recordar es vivir".


Disfruten lo que queda del finde, si el clima lo permite!

9 comentarios:

Patricia dijo...

Ayy a mi mis Xv no me gustaron mucho jajaja es mas despues rompi las fotos que habia, el vestido me lo escigieron desde la tela hasta el modelo, es decir ni siquiera fue de mi gusto y tuve que festejarlo junto con los 25 años de casados de mis papas asi que mi Xv parecian mas fiesta de adultos que de chavos buaaaaaaaa

Nancy dijo...

Keru que bonitos recuerdos, por lo que cuentas fué una de esas ocasiones en que lo planeas todo de último momento y es cuando salen mejor las cosas.

Fíjate que yo no quise fiesta, al igual que tu yo no quería ponerme un vestido como el que cuentas, no quería verme como un bombón rosa, y seguí negándome, después de insistirme mucho y ver que no lograrían nada, aceptaron mi negativa,( mi hermana si cayó en la trampa y tiene las fotos de sus quinceaños refundidas en lo mas profundo de sus archivos fotográficos jajaja) mi papá me regalo dinero y pues me compré muchas cosas que quería y que normalmente no hubieran estado a mi alcance.

Que bello es recordar, saludos Kerubina y un beso.

Anónimo dijo...

Es inolvidable para las quinceañeras. Recién una de mis sobrinas los acaba de festejar, grandiosamente feliz. Cuando pasé a bailar, pues me transmitió su felicidad. Un tiempo tomé fotos en eventos de boda y XV años, gustándome más los últimos. Su coreografía y en sí la organización del evento es una pauta para su futoro desenvolvimiento social en la formación de su familia. Felicidades Kerubin@

Anónimo dijo...

yo, por supuesto que no tuve XV años jejeje.. me regalaron un coche : D
un tsuru rojo, fue el mejor regalo que me pudieron dar en la vida, me regalaron LIBERTAD! : P
claro que a esa edad se está todavía un poco verde para hablar de "administración de la libertad", pero seguramente con ese coche me echaron encima la responsabilidad tanto del aparato como la de mi vida, me lo tomé muy a pecho. el cochecillo todavía anda por ahí, ya no es mío, pero es un amor!.
eso de los XV es una onda super arraigada en mex... está cañón, a mi no me gusta.

Dra. Kleine dijo...

Yo creo que son padres los recuerdos de los quince años. Desafortunadamente yo no tuve, por cuestiones precarias, pero en la temporada fui a casi todas las fiestas de mis compañeras de escuela y era como convivir eternamente.
Lo unico que no me gustaba tanto era verles con el vestido lleno de polvo y roto casi al final de las fiestas, tu crees?

Dra. Kleine dijo...

Nena!
He leído tus post anteriores porque andaba muy atrasada en noticias.
Un honor que me menciones!
Y si, seguiré con ello mencionando los blogs pensantes...
si si si!

Bere dijo...

Chintoles!! no pues es que eso de salir de Quinsaraña si esta medio cañón!, Yo no quise fiesta , solo tenía ganas de una reunión con mis amigas y amigos y como eramos un buen pues con eso teniamos. Me hicieron contra mi santa voluntad la misa, y una comida con mi familia PERO FUE LO MAXIMO!!, me senti super, además de que fue sorpre. No lleve vestido si no un trajecito medio ñoño del color pero una tela padrisima, y luego ya en mi pachangon armado por mi, super de lujo, experimentamos la primera super jarrisima del mundo, y claro todo orquestado por mi mamá jajaja, y pues con solo una teníamos para estar guacareando el higado!!, en fin que se puede decir los Quinciaños son lo máximo!!

kerubin@ dijo...

@ Patricia: No pues, así es como para ni recordarlo siquiera.

@ Nancy: La mera verdad lo hice más que nada por presión y sin muchas ganas, tal vez las trabas que puse eran con ganas de que no se hiciera nada, pero ya ves todo salió bien. Gracias por pasar!

@ Swelt: Tienes razón, además en un principio la idea de esos festejos era para que los padres presentaran a sus hijas convertidas en señoritas a su comunidad, cosa que con el tiempo fue degenerando en otros menesteres.

@ DNA: Fijate que un año antes, yo les hice saber a mis papás que en vez de fiesta quería un carro, pero mi hermano se les adelantó y me regaló el suyo seis meses antes de cumplir los quince, así que ellos eran los tercos que querían darme una fiesta.

@ Dra. Kleine: Honor a quien honor merece y tus post hacen pensar a cualquiera, mis respetos Dra.

@ Bere: Oye, chiquilla no se te hace que estaba muy ídem para empezar con los alcoholes?

alba-dj dijo...

Que paike la anecdota de tus XV, yo al igual que tu fuí bien contreras, jejeje,,

saluditos ;-)