Hace casi dos meses que empezó el Otoño. Una de las estaciones del año en las que la clorofila hace de las suyas, y los árboles nos regalan un paisaje espectacular. Además el Otoño tiene otros resultados no muy alentadores como la pérdida del cabello en las mujeres, los estados depresivos y ... chorros de hojas y hojas que hay que recojer.
Al menos por estas tierras, la mayoría de las casas tienen sus dos que tres metros de jardín con sus respectivos árboles que, por muy pequeños que sean, hacen un mugrero interminable. Esto y sumándole unas rafaguitas de viento hacen de la mejor de las residencias, un verdadero basurero "ecológico". En mi caso, nuestra casa termina precisamente al borde de un bosquecito lleno de árboles muy altos y tupidos de hojas que cada año son una tortura limpiar. Normalmente lo hacemos todos juntos, los niños se divierten y nosotros estamos tranquilos de no tener que andar detrás de ellos teniéndolos siempre "a la vista". Esta vez, por mi condición convalesciente, no pude acompañarlos y sólo me limite a echarles porras desde dentro. Viéndolos trabajar, vinieron a mi memoria las interminables tardes del verano pasado llenando la pequeña alberca para los peques, los fines de semana asando carne con los amigos en la terraza, los sábados soleados sacando la "hierba mala", las tazas de café con mi vecina, las pláticas de los lunes con mi amigo el cura y miles de cosas más.
No es que exagere, lo extraño porque no se repetirá hasta por lo menos mayo o junio del próximo 2007. El Otoño y el Invierno son demasiado largos, el sol es un lujo que los que vivimos en éstas gélidas tierras, nos podemos dar solo tres meses al año. Pero no todo es nostalgia, en los próximos meses vendrán toneladas de nieve que servirán también como pretexto para jugar con los deslizadores, hacer monos en el patio y los tradicionales "schneebar" (bar de nieve) que mi vecino de la esquina hace para echarnos unos vinitos tintos con todo el vecindario. En fin, la nostalgia es otra de la consecuencias del tremendo Otoño!
Al menos por estas tierras, la mayoría de las casas tienen sus dos que tres metros de jardín con sus respectivos árboles que, por muy pequeños que sean, hacen un mugrero interminable. Esto y sumándole unas rafaguitas de viento hacen de la mejor de las residencias, un verdadero basurero "ecológico". En mi caso, nuestra casa termina precisamente al borde de un bosquecito lleno de árboles muy altos y tupidos de hojas que cada año son una tortura limpiar. Normalmente lo hacemos todos juntos, los niños se divierten y nosotros estamos tranquilos de no tener que andar detrás de ellos teniéndolos siempre "a la vista". Esta vez, por mi condición convalesciente, no pude acompañarlos y sólo me limite a echarles porras desde dentro. Viéndolos trabajar, vinieron a mi memoria las interminables tardes del verano pasado llenando la pequeña alberca para los peques, los fines de semana asando carne con los amigos en la terraza, los sábados soleados sacando la "hierba mala", las tazas de café con mi vecina, las pláticas de los lunes con mi amigo el cura y miles de cosas más.
No es que exagere, lo extraño porque no se repetirá hasta por lo menos mayo o junio del próximo 2007. El Otoño y el Invierno son demasiado largos, el sol es un lujo que los que vivimos en éstas gélidas tierras, nos podemos dar solo tres meses al año. Pero no todo es nostalgia, en los próximos meses vendrán toneladas de nieve que servirán también como pretexto para jugar con los deslizadores, hacer monos en el patio y los tradicionales "schneebar" (bar de nieve) que mi vecino de la esquina hace para echarnos unos vinitos tintos con todo el vecindario. En fin, la nostalgia es otra de la consecuencias del tremendo Otoño!
Feliz finde!!!
2 comentarios:
Entrañable post, nada comparado con los calores mexicanos verdad? una queja: no te ausentes tanto por favor se te echa de menos
mbracamontes
Mí amor!
¡Estás pintando un gran cuadro con los colores hermosos de las estaciones! Tambien en suiza, cada estación tiene sus colores - como nuestras vidas. Primavera, cuando la vida despierta y la naturaleza consiguiendo verde. Verano, cuando estamos recargando nuestras pilas con todas las diversiones de la vida. Todo está consiguiendo colores fuertes, como el rojo, azul, de color verde amarillo. Otoño, cuando la naturaleza está consiguiendo cansada, consiguiendo preparado para el frío con los colores más hermosos del año: todos los matices de rojo, de amarillo y de marrón. Invierno, cuando la velocidad de la vida es baja, los días son muy cortos. Todo es blanco. El color de la pureza y del virginidad. Numeradores se fija a cero, preparando otro gran ciclo del año.
Tú marido, que te ama por siempre.
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