agosto 27, 2006

Otoño, en agosto?

Después de una mini-ausencia de la blogósfera, aquí me tienen de nuevo haciendo sufir a mi teclado. Y es que después de algunos eventos no muy agradables en mi entorno, me armé de valor y resurgí como el Ave Fénix (que dramática me volví!).

Mientras todo Monterrey espera con ansias locas el cambio de estación para que bajen un poco las temperaturas, en este pequeño país al Otoño se le hizo "temprano" para dejarse caer.

Desde hace unas semanas, el Señor Sol brilla ... por su ausencia, las temperaturas no suben arriba de los 17 grados, el viento helado hace de las suyas con media población contagiada de gripa en sus diversas modalidades (porque acá todo tiene clasificación, hasta las papas las hay para cocción fuerte, para hacerlas puré, las dulces,etc.), los balnearios hace muchos días se encuentran vacíos (pobres de los que compraron el abono para toda la temporada estival), las lluvias nos sorprenden un día y otro también; poco a poco vamos necesitado un suéter, luego una gabardina, hasta llegar a las chamarras.

Esto no sería ninguna novedad si habláramos de meses como octubre o noviembre, pero todavía no termina agosto! El tan nombrado cambio climático nos perjudica seriamente, no sé si sólo en esta parte del planeta o es generalizado, sus efectos se perciben en las personas de formas muy variadas: a las mujeres la caída del cabello se agudiza en esta parte del año, la depresión, las enfermedades virales, etc. A veces no nos damos cuenta de cómo influye ambiene en nuestras vidas, pero es algo que no se puede negar, por ejemplo este país tiene un índice algo considerable de suicidios lo interesante es que según la estadísicas gran parte éstos suceden con el cambio de verano a otoño.

En mi caso, se complicó todo -el clima, la ausencia de mi pareja que por cuestiones de trabajo tiene que viajar constantemente, problemas con mis querubines, el trabajo de la casa y por si fuera poco me cayó un poco de trabajo de diseño- y me llevó a una crisis existencial que desde mi adolescecia no experimentaba, tal vez un poco de depresión fué la gota que derramó el vaso y pum! Lo peor ya pasó, salí de mi agujero y directo a buscar información para mi costumbre musical de los lunes, ahí nos veremos.

Por lo pronto les dejo este video, dedicado a una española muy especial, en correspondencia al salto que me regaló.


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