Niños + verduras = Mision (no tan) Imposible

Hoy, durante la cena, recibí uno de los mayores premios que una madre y esposa después de cocinar puede tener: mis hijos repitieron plato y los sartenes estaban prácticamente limpios antes de lavarlos. Hoy también visité el blog Seasoning Inside (sugerido por mi buena Lula), y se me abrió el apetito y las ganas de cocinar, aunque debo confesar que no soy muy buena, me doy mis habilidades. Estos dos eventos me hicieron correr al teclado para escribir un poco sobre el cuidado de la comida de mis peques, ya que acá me están machacando todo el tiempo, desde mi suegra hasta la maestra del kinder, con lo que es saludable y lo que no.


Es por todos conocido, lo difícil que es hacer que los niños coman verduras, por lo menos los que crecimos en la época donde la puericultura no era muy popular. Tal vez sea porque la maternidad la conocí de este lado del charco, o porque nunca tuve contacto estrecho con bebés debido a que soy la más peque de mi familia; no se si en México a parte del pediatra, exista alguna otra opción que nos guíe a las mamás en cuanto a la alimentación en los primeros años de vida de nuestros vástagos. Yo tengo mis propios truquillos, hoy les comparto el de esta noche (sopa de calabacita y brócoli con nuggets de pollo).


A mis querubines les gustan mucho las sopas aguadas (caldos ó cremas, para los que no son del norte), las verduras que no tienen un aspecto muy atractivo para ellos como el brócoli (brécol), la calabacita, la berenjena o la calabaza, las hago de la siguiente forma: las cocino con poca agua a fuego lento y cuando están muy suaves, separo la verdura del agua de la cocción. En una cacerola agrego dos cucharadas de mantequilla Gloria hasta que se derrita, agrego la verdura licuada, 1/4 de mediacrema, sal, un cubito de caldo de pollo y para que no este tan espeso el agua con de la cocción.


Este tipo de sopa la acompaño con algo de lo que les encanta como unos nuggets de pollo o pescado, más bien algo no tan jugoso que contraste con lo líquido de la sopa. Como verán, hay casi de todo: carbohidratos, leguminosas, lácteos y un poco de chatarra en el aceite donde se fríen los nuggets. También hacer participar a los niños a la hora de cocinar, poner la mesa ó servir, es otro factor muy positivo; se sienten útiles y orgullosos de poder hacer lo mismo que la mami. Pruébenlo y verán que los pequeños diablillos no se van a resistir a comerlo!

Provecho!

P.D. Nosotros ya cenamos porque ... chequen la hora de mi rancho en la barra lateral.