abril 07, 2011

Joyita suiza

Algunas de mis paisanas me llaman exagerada, las más, callan ante situaciones como ésta y voltean para otro lado como si esta intolerancia helvética no existiera. Que de qué hablo? les cuento la historia.

En una comunidad del cantón (estado) de Lucerna, dos vecinos de un campo de futbol contiguo a sus casas, se sentían molestados por los pequeños que allí jugaban porque solían trepar la cerca que dividía sus propiedades del campo de juego.

Ambos, cansados de "soportar" la "insolecia" de los infantes, idearon una solución a su problema. Conectaron sus cercas metálicas a un hilo de aluminio electrificado con un voltaje "bajo", permitido para las áreas rurales donde se tienen animales en cautiverio.

Las líneas rojas marcan el cable electrificado que pusieron los vecinos

Pensando tal vez en que su "inocente" idea haría aprender la lección a los pequeños monstruos que "atentaban" contra su "tranquilidad", ni siquiera se tomaron la molestia de preguntar o perdir permiso a la municipalidad.

Como aqui este tipo de chismes "detalles" se expanden como reguero de pólvora, esta información llegó pronto a la municipalidad quien -amablemente- les hizo llegar un oficio a los dos vecinos en el que les pedían amablemente retirar el cable electrificado con el fin de evitar un incidente desagradable.

Los hombres, todavía creyendo estar en su derecho, hicieron caso omiso al dichoso oficio. Hace unos días una niña nueva en el barrio, trató de trepar la cerca metálica para traer una pelota que la traspasó, pero al llegar a cierta altura un choque eléctrico le dió en su cabeza y la lanzó hasta el piso.

La madre trató de atenderla el resto de la tarde pero la niña seguía sintiéndose mal al grado de tener que llevarla al hospital por órdenes de su pediatra. Al parecer sigue en recuperación y ya se encuentra mejor.

Ahora los dos vecinos han sido condenados a pagar una multa de 100,000 Francos Suizos (algo aproximado al millón de pesos mexicanos) por incurrir en varios delitos, entre ellos el de agresión, con su brillante idea.

Por supuesto que me indigan este tipo de notas, tengo hijos pequeños y se de sobra que un lugar de juego público está hecho para eso: para jugar! Y si alguien no quiere ser molestado, que se cambie de localidad y santas pascuas, que no? Pero que no atente contra la integridad de criaturas inocentes, chingao!

Ojalá "todo estuviera en mi mente" como me dicen mis amigas, aquí una prueba de cómo se las gastan algunas personas de por acá.

Ahí se los dejo de tarea.

abril 05, 2011

Pollo a la mostaza en papillote

De cuando era niña, recuerdo mucho una comida que hacía uno de mis cuñados y que hacía muy feliz a mi paladar. Era pollo cocido en el horno envuelto en papel aluminio, marinado con mostaza junto a unas rodajas tomate.

Ahora sé que la técnica de utilizar el papel aluminio para la cocción de alimentos, proviene de Francia y se conoce como papillote (papillot). Con esta técnica, los alimentos se cuecen en su propio jugo con el vapor que desprenden; el objetivo es que los alimentos cocinados así, conserven mejor el aroma, el sabor y los nutrientes tan beneficiosos para nuestra salud.

No pude obtener la receta aquella tan buena de mi cuñado, así que probé haciendo gala de mi poca imaginación y creé la mía propia. Bueno, una vez explicado el asunto, vayamos al grano.

INGREDIENTES (4 porciones):
4 PZA Pollo y muslo
1 PZA Grande de tomate saladet
1 PZA Calabacín (calabacita, zucchini)
½ TAZA Mostaza
1 CDA Aceite de oliva
1 CDTA Pimienta negra recién molida
1 PZA Jugo de limón
1 CDTA Paprica dulce (pimentón)
1 CDTA Jugo Maggi
Sal al gusto

OPCIONAL
Otras verduras como: rodajas de berenjena, papas, cebolla.
Como sustituto de la sal se puede utilizar aceite de soya.

MODO DE PREPARACION:
En un bol pequeño se mezcla la mostaza, el aceite, la pimienta, el jugo de limón, la paprica, el jugo Maggi y la sal.


Se unta el pollo con esta salsa y se deja marinar en el refrigerador al menos dos horas, se puede hacer una noche antes y el sabor queda mejor.


Se cortan pedazos de papel aluminio para cada pieza de pollo, éste (ya marinado) se coloca en el centro. El tomate y el calabacin, ya cortados en rodajas gruesas (para que aguanten sin deshacerse el timepo que tarda el pollo en cocerse) se colocan a los lados o por encima del pollo.


Se cierra el papillote muy bien, para que ya dentro del horno no se abra el papel aluminio y le pueda entrar aire que seque los jugos.


Se colocan las piezas en un refractario o una charola de horno honda, por si se llega a salir el jugo y que no vaya a caer en el fondo del horno (el olor tarda mucho en desaparecer si se quema y también da un trabajo enorme limparlo aagghhhh!). Y se deja ahí por una hora a una temperatura de 225°C.


Y este es el resultado, yo lo serví con arroz blanco y elote, pero también combina con puré de papá o una pasta al natural.

Mis hijos se volvieron locos con la comida, parece que no me quedó tan mal. Provechito.

Auf Wiedersehen!