* Este texto lo escribí la semana pasada para Reporteras de Guardia, pero quiero compartírselo a quien no tuvo oportunidad de leerlo en aquel blog:
En la década de los setentas, una parte del cine se volvió futurista y los temas fílmicos voltearon su mirada a un apocalípsis que cerían muy lejano. Algunos en tono relajado y hasta cómico; otros, expresaban el temor a la tecnología -entonces en pañales- contando ecatombes imaginarias que destruían a la humanidad y que hoy... no nos son tan increíbles.
Los cuarentones cinéfiles recordaremos aquellas películas con diálogos que hasta nos parecían ridículos como "el reactor está fuera de control", "se avecina una catástrofe mundial", "el mar se tragó ciudades enteras", etc. Personajes vestidos con overoles y botas altas de plástico, miles de extras cubiertos con tapabocas, niños llorando en brazos de sus madres en éxodos multitudinarios, lluvias de fuego y explosiones por doquier.
¿Qué tan lejos estamos de aquellas escenas ficticias? Yo diría que estamos precisamente inmersos en ellas. Lo que pasó en Japón es una muestra de estar siendo "víctimas de nuestros propios errores" o más bien "víctimas de nuestro propio desarrollo tecnológico".
Porque si bien es cierto que la tragedia nipona fué causada por motivos naturales (movimientos de las capas tectónicas de la tierra = terremoto + tsunami), no podemos negar que el pánico generalizado de hoy en ese país -y otros más- se debe en mayor parte al efecto de estos fenómenos sobre sus plantas nucleares. No están muy lejos de un grave desastre, es un hecho.
En otras partes del mundo, el futuro nos ha alcanzado en otros aspectos. En México y Latinoamérica por ejemplo, el hambre y la necesidad, unidos a la falta de oportunidades y ambición desmedida de dinero y poder de políticos/gobernantes, han creado un ambiente de destrucción y muerte de comunidades enteras. Impunidad, tortuguismo, corrupción, desamparo, caos, anarquía, injusticia, ufff! miles de etcéteras que hacen de nuestros países uno de los lugares más desgraciados del mundo en los últimos tiempos. Solo algunos se escapan, aunque no del todo (Chile y Brasil).
Oriente Medio parece ser el gran "cuadrilátero" del mundo, en el que las naciones se miden a golpes en una lucha armada de sus pueblos contra los dictadores que por décadas los han reprimido del libre ser y pensar escudados en sus fanatismos religiosos. Como resultado, también miles de muertes inocentes por ponerse "con Sansón a las patadas".
Europa se mantiene como el eterno espectador, la sombra de las guerras mundiales la volvió cauetelosa y desconfiada, impasible ante la desgracia humana emitiendo solo comunicados oficiales para criticar o dar su oopinión sobre los sucesos que solo ve pasar desde su privilegiada butaca. Eso si, tomando medidas para que no les pase lo que ven en otros.
No es momento de seguir pensando en el futuro, hoy es tiempo de pensar en al aqui y el ahora, en la manera de cómo cambiar la realidad que nos tocó vivir para dejarles un mejor lugar a nuestros hijos. Educar hombres y mujeres de bien que aseguren un halo de esperanza para esas generaciones futuras que tampoco escaparán a la contaminación del alma por aquellos pocos que tratan de destruírnos.
Predicar con el ejemplo es un buen comienzo, coherencia entre tu decir y actuar vale más que horas de conversación con ellos. Si, ya se que vas a pensar que uno no puede cambiar el mundo, pero si podemos contribuír con nuestro granito de arena no? Y si muchos pensaran como nosotros y nos uniéramos? No todo está perdido, aún es tiempo.
Mas de la mitad de los empleados que permanecen en las plantas nucleares japonesas, morirán entre 3 y 6 semanas. Los que sobrevivan, será muy probable que tengan cáncer o queden estériles. Le llaman el Kamikaze Team (Equipo Suicida) porque ellos lo saben, lo sabían y aceptaron su realidad pero no se conformaron con llorar y maldecir. Ofrecen su vida con la esperanza de salvar a buena parte de sus coterráneos, dan vida a cambio de vida; no les mueve el corazón?
Por ese tipo de valores morales, la cultura japonesa fué capaz de pornerse en pie y erigirse como la segunda potencia económica en menos de 40 años luego de la Segunda Guerra Mundial, sin el avance tecnológico con el que ahora cuenta.
Fuerza y corazón es lo que el pueblo nipón ha demostrado a lo largo de su historia de desastres naturales y guerras, ejemplo de lo que una nación -unida- puede lograr. Y si nuestras naciones tomarán ese ejemplo?
Pregunta para el infinito.
Los cuarentones cinéfiles recordaremos aquellas películas con diálogos que hasta nos parecían ridículos como "el reactor está fuera de control", "se avecina una catástrofe mundial", "el mar se tragó ciudades enteras", etc. Personajes vestidos con overoles y botas altas de plástico, miles de extras cubiertos con tapabocas, niños llorando en brazos de sus madres en éxodos multitudinarios, lluvias de fuego y explosiones por doquier.
¿Qué tan lejos estamos de aquellas escenas ficticias? Yo diría que estamos precisamente inmersos en ellas. Lo que pasó en Japón es una muestra de estar siendo "víctimas de nuestros propios errores" o más bien "víctimas de nuestro propio desarrollo tecnológico".
Porque si bien es cierto que la tragedia nipona fué causada por motivos naturales (movimientos de las capas tectónicas de la tierra = terremoto + tsunami), no podemos negar que el pánico generalizado de hoy en ese país -y otros más- se debe en mayor parte al efecto de estos fenómenos sobre sus plantas nucleares. No están muy lejos de un grave desastre, es un hecho.
En otras partes del mundo, el futuro nos ha alcanzado en otros aspectos. En México y Latinoamérica por ejemplo, el hambre y la necesidad, unidos a la falta de oportunidades y ambición desmedida de dinero y poder de políticos/gobernantes, han creado un ambiente de destrucción y muerte de comunidades enteras. Impunidad, tortuguismo, corrupción, desamparo, caos, anarquía, injusticia, ufff! miles de etcéteras que hacen de nuestros países uno de los lugares más desgraciados del mundo en los últimos tiempos. Solo algunos se escapan, aunque no del todo (Chile y Brasil).
Oriente Medio parece ser el gran "cuadrilátero" del mundo, en el que las naciones se miden a golpes en una lucha armada de sus pueblos contra los dictadores que por décadas los han reprimido del libre ser y pensar escudados en sus fanatismos religiosos. Como resultado, también miles de muertes inocentes por ponerse "con Sansón a las patadas".
Europa se mantiene como el eterno espectador, la sombra de las guerras mundiales la volvió cauetelosa y desconfiada, impasible ante la desgracia humana emitiendo solo comunicados oficiales para criticar o dar su oopinión sobre los sucesos que solo ve pasar desde su privilegiada butaca. Eso si, tomando medidas para que no les pase lo que ven en otros.
No es momento de seguir pensando en el futuro, hoy es tiempo de pensar en al aqui y el ahora, en la manera de cómo cambiar la realidad que nos tocó vivir para dejarles un mejor lugar a nuestros hijos. Educar hombres y mujeres de bien que aseguren un halo de esperanza para esas generaciones futuras que tampoco escaparán a la contaminación del alma por aquellos pocos que tratan de destruírnos.
Predicar con el ejemplo es un buen comienzo, coherencia entre tu decir y actuar vale más que horas de conversación con ellos. Si, ya se que vas a pensar que uno no puede cambiar el mundo, pero si podemos contribuír con nuestro granito de arena no? Y si muchos pensaran como nosotros y nos uniéramos? No todo está perdido, aún es tiempo.
Mas de la mitad de los empleados que permanecen en las plantas nucleares japonesas, morirán entre 3 y 6 semanas. Los que sobrevivan, será muy probable que tengan cáncer o queden estériles. Le llaman el Kamikaze Team (Equipo Suicida) porque ellos lo saben, lo sabían y aceptaron su realidad pero no se conformaron con llorar y maldecir. Ofrecen su vida con la esperanza de salvar a buena parte de sus coterráneos, dan vida a cambio de vida; no les mueve el corazón?
Por ese tipo de valores morales, la cultura japonesa fué capaz de pornerse en pie y erigirse como la segunda potencia económica en menos de 40 años luego de la Segunda Guerra Mundial, sin el avance tecnológico con el que ahora cuenta.
Fuerza y corazón es lo que el pueblo nipón ha demostrado a lo largo de su historia de desastres naturales y guerras, ejemplo de lo que una nación -unida- puede lograr. Y si nuestras naciones tomarán ese ejemplo?
Pregunta para el infinito.