La mayoría de las veces nos pasamos quejándonos de México: que si la delincuencia, que si la violencia, que si el narco, que si sus políticos corruptos, que si el tipo de cambio, que si el hambre... y muchos etcéteras más. Estamos tan contaminados auditiva y visualmente de los fallos que tiene nuestro país que eso no nos permite ver las pocas cosas en las que va avanzando, tal vez se necesita estar fuera del país para poder quitarnos de a poco las lagañas pesimistas de las que hablo.
No puedo dar muchos ejemplos, pero los pocos que vi me dejaron un buen sabor de boca. Uno de ellos lo experimenté en los supermercados, ver gente de mediana y tercera edad trabajando ahí me sorprendió un poco, los cajeros y los empaquetadores dejaron de ser jovencitos y adolescentes respectivamente para dar paso a una nueva posibilidad a la gente no tan joven que tiene que buscarse el pan de cada día (esto lo vi en Soriana). En otros supermercados siguen habiendo niños empaquetando las mercancías, pero en ambos casos (niños y adultos de la tercera edad) es ahora de una forma sistemática; existe un coordinador en cada sucursal que organiza y rota en horarios preestablecidos a cada "cerillo" de tal forma que, aunque la empresa no tenga un sueldo nominal para ellos, todos tengan las mismas oportunidades de ganarse "la chuleta".
Por otra parte, en el aeropuerto de la ciudad de México (enooorme, muy bonito y muy cambiado desde hace nueve años que estuve ahí) cada ciertos metros a lo largo de sus corredores y salas, existen orientadores vestidos con camisetas de color rojotote que se dirigen a cualquier persona aún sin ser consultados, para darles la información pertinente sobre sus vuelos y salas a las cuales dirigirse sin pérdida de tiempo; ah! y los hay también bilingües, que tal pollo?!. La mayoría de éstas personas son minusválidos que, en sus sillas de ruedas, prácticamente están a la caza de viajeros despistados con cara de "what" para prestarles un servicio que en ningún otro aeropuerto internacional he visto (al menos de los que conozco) y que pone a mi país a la altura de las grandes urbes mundiales. Vieeentos!
De mis recorridos por Monterrey y el área metropolitana, sigo encantada con las avenidas de chorromil carriles (a veces algunos terminan empalmándose hasta terminar en uno solo) aunque no mucho con en tráfico que pone los pelos de punta, pero debo reconocer que fueron pocas las veces que éste retrasó mis desplazamientos. Por lo general los autos se mueven, a paso lento, pero se mueven y lo mucho me tomaba solo unos veinte minutos en ir del sur de Monterrey a San Nicolás, a San Pedro, al ára de Cumbres y/o San Jerónimo y hasta el rumbo de la Carretera Nacional (que por cierto gran parte de ella se ha vuelto un área muy "nice" a la que yo llamaría el nuevo reino de los "ricardines", verdad Lupita?).
También fuí mucho al cine, muchísimo diría yo, ahí me encontré (al igual que en la televisión, el radio y la prensa escrita) con una campaña super intensa a favor de la salud, resultado inevitable del tremendo descalabro que nos regaló ese horroso segundo lugar en obesidad mundial. El bobierno (no es error de dedo) y la iniciativa privada si que se han puesto las pilas para tratar de conscientizar al pueblo para cuidarnos más y vivir mejor en cuanto a nuestra propia alimentación. Vieeentos, again! Ahí me tienen con los dedos llenos de palomitas a punto de llevármelas a la boca, cuando de pronto un locutor de off antes de comenzar la película que me dice lo gorda que soy y el mal que me hago con mis dedos chorreantes de mantequilla. Chin! tons para que ponen la maquinita esa llena de mantequilla líquida para las palomtias? no pude menos que sentirme culpable y dejarlas a un lado :-(.
Si, ya sé que falta mucho para que los vicios y defectos que por muchos lustros han dejado a México como uno de los lugares más inseguros e inevitables para los turistas internacionales, pero es de admirarse que apesar de ello el país siga haciendo su luchita (a paso de tortuga si quieren) en los aspectos sociales que por lo menos benefician a una gran parte de la población que mucho lo ha necesitado. Serán mis arañas, pero sigo viendo el vaso medio lleno y la esperanza de ver a mis paisanos en un mundo mejor no me la quita nadie.
Au revoir!
No puedo dar muchos ejemplos, pero los pocos que vi me dejaron un buen sabor de boca. Uno de ellos lo experimenté en los supermercados, ver gente de mediana y tercera edad trabajando ahí me sorprendió un poco, los cajeros y los empaquetadores dejaron de ser jovencitos y adolescentes respectivamente para dar paso a una nueva posibilidad a la gente no tan joven que tiene que buscarse el pan de cada día (esto lo vi en Soriana). En otros supermercados siguen habiendo niños empaquetando las mercancías, pero en ambos casos (niños y adultos de la tercera edad) es ahora de una forma sistemática; existe un coordinador en cada sucursal que organiza y rota en horarios preestablecidos a cada "cerillo" de tal forma que, aunque la empresa no tenga un sueldo nominal para ellos, todos tengan las mismas oportunidades de ganarse "la chuleta".
Por otra parte, en el aeropuerto de la ciudad de México (enooorme, muy bonito y muy cambiado desde hace nueve años que estuve ahí) cada ciertos metros a lo largo de sus corredores y salas, existen orientadores vestidos con camisetas de color rojotote que se dirigen a cualquier persona aún sin ser consultados, para darles la información pertinente sobre sus vuelos y salas a las cuales dirigirse sin pérdida de tiempo; ah! y los hay también bilingües, que tal pollo?!. La mayoría de éstas personas son minusválidos que, en sus sillas de ruedas, prácticamente están a la caza de viajeros despistados con cara de "what" para prestarles un servicio que en ningún otro aeropuerto internacional he visto (al menos de los que conozco) y que pone a mi país a la altura de las grandes urbes mundiales. Vieeentos!
De mis recorridos por Monterrey y el área metropolitana, sigo encantada con las avenidas de chorromil carriles (a veces algunos terminan empalmándose hasta terminar en uno solo) aunque no mucho con en tráfico que pone los pelos de punta, pero debo reconocer que fueron pocas las veces que éste retrasó mis desplazamientos. Por lo general los autos se mueven, a paso lento, pero se mueven y lo mucho me tomaba solo unos veinte minutos en ir del sur de Monterrey a San Nicolás, a San Pedro, al ára de Cumbres y/o San Jerónimo y hasta el rumbo de la Carretera Nacional (que por cierto gran parte de ella se ha vuelto un área muy "nice" a la que yo llamaría el nuevo reino de los "ricardines", verdad Lupita?).
También fuí mucho al cine, muchísimo diría yo, ahí me encontré (al igual que en la televisión, el radio y la prensa escrita) con una campaña super intensa a favor de la salud, resultado inevitable del tremendo descalabro que nos regaló ese horroso segundo lugar en obesidad mundial. El bobierno (no es error de dedo) y la iniciativa privada si que se han puesto las pilas para tratar de conscientizar al pueblo para cuidarnos más y vivir mejor en cuanto a nuestra propia alimentación. Vieeentos, again! Ahí me tienen con los dedos llenos de palomitas a punto de llevármelas a la boca, cuando de pronto un locutor de off antes de comenzar la película que me dice lo gorda que soy y el mal que me hago con mis dedos chorreantes de mantequilla. Chin! tons para que ponen la maquinita esa llena de mantequilla líquida para las palomtias? no pude menos que sentirme culpable y dejarlas a un lado :-(.
Si, ya sé que falta mucho para que los vicios y defectos que por muchos lustros han dejado a México como uno de los lugares más inseguros e inevitables para los turistas internacionales, pero es de admirarse que apesar de ello el país siga haciendo su luchita (a paso de tortuga si quieren) en los aspectos sociales que por lo menos benefician a una gran parte de la población que mucho lo ha necesitado. Serán mis arañas, pero sigo viendo el vaso medio lleno y la esperanza de ver a mis paisanos en un mundo mejor no me la quita nadie.
Au revoir!
Pues qué quieres que te diga, yo cada vez que voy regreso con el corazón repartido entre dos ideas:
ResponderBorrar1.- Me encanta mi país. La educación de la gente (me llenan de: por favor, gracias, con permiso, salud, buenos días), cosa que no me sucede España. La facilidad en los trámites, los avances que hay en materia tecnológica, educativa (en Tamaulipas al menos)...
2.- Tenemos que cambiar el país. Y aquí es donde me llegan los pensamientos de: por qué están sucias las calles?, por qué no aprovechamos los recursos que tenemos?, por qué seguimos permitiendo la 'mordida'......
Es la dualidad esa la que me hace adorar y a la vez cuestionar a mi tan querido México.
Pero ojo!! para hablar mal de mi país no'más yo, porque aquí en casa en cuanto el marido intenta decir algo......fuuuuuaaazzz mirada eléctrica que le paraliza la lengua!
Jajajaja :D
Hace unos días una compañera del trabajo regresó de sus vacaciones en México, venía encantada y se lo contaba a todos......yo? inflada de orgullo moviendo la cabeza de arriba a abajo asintiendo a todos los halagos que salían de su boca.
Si es que somos.......tan adorables!
Saludos!
Me da mucho gusto que hayas podido apreciar todos los cambios y mejoras urbanîsticas que nuestra ciudad ha tenido... sera que tengo ojo de ingeniero y esas cosas a mi no me pasan desapercibidas y mucha gente ve la construccion como una lata y no ven las mejoras y lo bonito que queda todo despuês :)
ResponderBorrarSe han hecho muchas mejoras en materia de vialidad... y creo que faltan aun muchas pero no me vas a decir que es una chulada contar con esos "express ways" sin semaforos y es muy satisfactorio moverte rapidamente en la ciudad... mencion aparte merece el que la ciudad luzca limpia y con arboles y plantas adornando los camellones y paseos a pesar del clima desertico de la ciudad... si tenemos muchas fallas... pero creo que tambien tenemos avaces..
Lo que cuentas del aeropuerto de la ciudad de Mexico me da mucho gusto,,, una por el servicio que se ofrece y otra por el empleo para esas personas... bien!!
Que bueno que puedes apreciar todo eso con un ojo no tan contaminado por las quejas diarias de todos nosotros.
Besos
Nancy
@ Norma: Tienes razón, a mi tampoco me gusta que nadie que no sea mexicano hable frente a mí de los defectos de mi país :-P, mi maridis ya se sabe la tabla también. Saludos!
ResponderBorrar@ Nancy: Claro mi Inge, de mi casa a la tuya no hacía más que quince minutos y eso que estamos casi casi en los polos opuestos! Vientos! por Mty.