Crónicas

Pues bien, a pesar de los pesares y de las alegrías, heme aquí ya desde mi casita comenzando a extrañar a mis amigos y mi familia; mis ultimos treinta "ardientes" días que hoy ya han quedado para la posteridad fueron de todo menos aburridos, pasé muchos momentos amargos y al mismo tiempo fuí tan feliz con otros que ahora no puedo más que agradecer a Dios y a todos los que hicieron posible que mi estancia en el terruño que adoro se fuera como agua entre los dedos. Les advierto que éste post será largo, largo.

TRAGEDIAS

A los pocos días de haber llegado, la muy bruta perdí mi tarjeta de débito (chin!). Me quedé prácticamente "a ráis" por mi maldita costumbre de no cargar nunca con efectivo, ésto debido a que soy lumbre para el dinero y prefiero ir sacando como lo voy necesitando. Aquí entra el agradecimiento a mi Inge del alma que me sacó del apuro (como de muchos otros más) hasta que nos alcanzó mi maridis dos semanas después. La cosa sucedió en un cajero de Banamex ubicado en una Farmacia Benavides, dejé mi tarjeta adentro y me fuí porque ya estaban cerrando, las prisas me hicieron no voltear a la pantalla sino recoger el dinero para pagar mis artículos e irme como de rayo. Cuando hablé para cancelarla, me dijeron en el banco que después de ese último movimiento que yo hice, la picuda persona que encontró la pantalla con la pregunta "Desea hacer otra transacción?" simplemente dió click en SI y sacó una lanita. Lo único que deseo es que ese dinero le haya servido a quien lo haya tomado, para sacarle de algún apuro, que haya sido utilizado para un buen fin. No podría culpar a nadie de nada, sino a mi torpeza (en Suiza los cajeros primero regresan la tarjeta y si no la recogemos, no nos entrega el dinero, no es que me justifique pero de ahí mi error fatal).

La segunda tragedia sucedió unos días antes de regresarme, le hice un favor a mi madre en ir a cambiarle un cheque a Bancomer y en el estacionamiento se me salió mi teléfono de la bolsa del pantalón sin darme cuenta. Unos minutos más tarde, cuando lo extrañé, le marqué a mi maridis y le pedí que lo buscara en la casa pensando se me hubiera olvidado ahí. Le contestó un muchacho diciendo que se lo había encontrado donde ya les platiqué, que estaba el aparato por un lado, la batería por otro y la tapa no la había encontrado; que si lo quería de vuelta le tenía que dar una recompensa (WTF!!!). Mi media naranja, nuevo en éstos menesteres, se le ocurrió ofrecerle una cantidad que al "buen samaritano" se le hizo poca. Le pasó el teléfono a mi madre y ésta le ofreció un poco más de dinero y pagarle el taxi de ida y vuelta a casa para entregarlo ... también le pareció poca cosa y no lo devolvió. Lo que hubiera sido una pérdida con final feliz, pasó a ser un robo en despoblado, me dejó muy triste porque el teléfono y los videos o fotografías contenidos en él son lo de menos; lo importante para mi es que el chip es el que fué de mi padre durante sus últimos años y es el que uso cada que voy a Monterrrey, amén de los números de teléfono de todos mis amigos (los nuevos sobre todo) de los que no me pude ni despedir.

La última de mis tragedias sucedió en pleno aeropuerto de Zürich, los jijos del maíz de Air France perdieron todo nuestro equipaje, hasta el momento solo han encontrado una de las seis maletas que lo compenen y tiemblo solo de pensar que pierda todo lo demás. Ya de pasada les comento que el aeropuerto franchute Charles de Gaulle es un reverendo desmadre!, si el de Dalla me había parecido el peor de los que conocía, éste parisino se lleva las palmas. Es como un pulpo donde sus tentáculos son las terminales y aunado a los trabajos de construcción que ahí se hacen actualmente aquello es insufrible ... una pesadilla. Los empleados del aeropuerto de Zürich se ofrecieron a tratar de localizar nuestras piezas de equipaje y mandarlos ellos mismos hasta nuestro domicilio, pero de no ser así en las próximas 48 horas, tendré que presentar una reclamación oficial a la aerolínea para que nos den una indemnización en caso de no encontrarlos. Y quien me devuelve mi árbol de la vida y demás artesanías mexicanas que mi maridis empacó con tanto cuidado? Mientras son peras o son manzanas, que chiflen a toda su mausser los franchutes aeroportuarios que me los perdieron! (perdón por éste momento tan visceral).

HIGHLIGHTS

Haciendo a un lado los momentos amargos anteriores, lo mejor de las vacaciones fueron los ratos agradables con mi familia, todos los días la casa de madre parecía un mercado ambulante en un desfile sinfín de hermanos, sobrinos, amigos y vecinos que pasaban a vernos. Luego las interminables cenas por aquí y por allá con medio mundo, las salidas a pasear con los niños en las que pudimos disfrutar sitios padrísimos como el Paseo Santa Lucía, el Parque Fundidora, Plaza Sésamo, el zoológico La Pastora, el Bioparque Estrella, centros de entretenimiento como Moyland, Diversia y Kidzania. Lo más memorable fueron los amigos nuevos que pude hacer, no es fácil encontrar personas afines a nuestra forma de ser sobre todo a ésta edad. El encuentro con los bloggers también es digno de mencionarse (sorry para los que se lo perdieron, estuvo de pelos!) y agradecerse: Bere (mi Chiquis del alma), Ruth, Alba, Paola, Luis, Pepito, Nancy. Las llamadas de los que no estuvieron presentes: Lupita Vallejo en Monterrey y Mimí desde Celaya, Gto.

Mención aparte merece la familia Lozano Macías: Doña Chayo, Don Isra, Charito, Adriana, Titi, Ricardo (que por ciero Zara ya voltea cuando le digo Elvira, como tu la re-bautizaste), Johnatan, Lissete y Sebastián, a quienes agradezco que sin conocerme me abrieron las puertas de su casa y su corazón; que adoptaron a mis hijos como suyos y les dieron tardes/noches interminables de diversión y cariño. Algo que no podría con unas simples palabras agradecer del todo.

A mi madre y hermanas, que aguantaron de nuevo mi genio de los mil diablos y se dedicaron a apapacharme y refrendarme su amor incondicional. A mi hermano que desde siempre me hace mis estancias cómodas con sus enormes detalles y facilidades para que me sigan quedando ganas de regresar. Y a todos ustedes que, aunque sin actualizar como es mi costumbre, seguían al pie del cañón con sus visitas y comentarios en los pocos posts de mis vacaciones. A todos, vaya desde aqui todo mi amor, agradecimiento y un hasta pronto.

Quiero regresar yaaaaaaaaaa!!!!!!

Saluditos suizos snif, snif.