Desde muy joven y hasta que cumplí los 29 años, tuve claro que lo mío no era ni el matrimonio ni la maternidad, sobre todo ésto último. Nunca fué muy "niñera" que digamos y debido a que mis primeros sobrinos eran casi de mi edad, no tuve tiempo de sentir ese atractivo que cualquier persona con sensibilidad tiene para los pequeñines. Luego, cuando vino la segunda generación de sobrinos, yo ya estaba en la edad de la punzada y aquello se convirtió en casi una fobia infantil. De hecho, y me da mucha pena confesarlo, algunos de ellos todavía me recuerdan de vez en cuando el miedo que yo les inspiraba: "no te metas en mi cuarto!", "no me agarres mis cosas", "agghhh mira tu hijo ya se hizo popó", etc etc etc. Cuando mis hermanos se enojaban conmigo, me repetían hasta el cansancio que ya lo pagaría cuando tuviera mis hijos; no estaban tan errados.
En cierta ocasión en una reunión familiar, a mediados de los noventa cuando los celulares comenzaron a comercializarse en México, uno de mis hermanos llegó a casa de mi madre con su nuevo teléfono móvil (de aquellos primeros modelos que parecían ladrillos). En ese entonces yo trabajaba para él, era mi jefe-hermano/hermano-jefe; cuando presumía en son de broma con el resto de familia sobre lo importante que era solo por tener un teléfono celuar, su esposa inmediatamente dijo que estaba convenciéndolo de comprarle también uno a ella. Yo traté de seguir el juego y le respondí: "¿un celular para tí?, pero tú no lo necesitas, solo te la pasas en puras tonterías sin importancia con tus hijos: que si el ballet de la niña, que el futbol de los niños, que si un desayuno con tus amigas. Yo sí que necesito uno para trabajar!" ... por querer hacerme la graciosa salí por debajo de la mesa y mi cuñada dejó de hablarme por dos años. Hasta hizo que mi hermano me quitara el carro de la empresa que yo usaba, porque el mío lo había vendido.
Ahora la entiendo perfectamente y aquel comportamiento e insesibilidad mía me dan una pena enorme, porque aquello que critiqué sin compasión es lo que hago precisamente yo ahora y por supuesto que no me parecen tonterías, cuidar y educar a mis hijos es mi vida entera. Vaya desde aquí una disculpa a mi cuñada, si es que algún día lee ésto, si no ya me encargaré de hacerlo la próxima visita que haga a Monterrey.
Es cierto que a veces la inmadurez nos hace cometer muchos errores, algunas veces la intolerancia o la ignorancia también juegan un papel importante, en el tema de la fobia a los niños yo he estado de los dos lados y no podría ser objetiva en dar mi opinión. Lo que sí puedo decir, es que la vida me enseñó a respetar la forma de pensar y de vivir de los demás, que no podemos juzgar a quienes deciden ser padres (tarea nada fácil en éstos tiempos) ni a los que deciden no serlo. Con los niños nunca se sabe y aunque nos esmeremos en educarlos de la forma que creemos es la ideal, siempre habrá que recordar que cada criaturita es un ser independiente y nunca pensará ó actuará como nosotros los deseamos, es algo que simplemente no se puede controlar. Y aunque es cierto que hay ciertos padres que se pasan de permisivos y niños que son tremendos, no está en nuestras manos andar por la vida educando padres e hijos ajenos, un poco de paciencia y distancia ayudan en mucho.
Saludos!
En cierta ocasión en una reunión familiar, a mediados de los noventa cuando los celulares comenzaron a comercializarse en México, uno de mis hermanos llegó a casa de mi madre con su nuevo teléfono móvil (de aquellos primeros modelos que parecían ladrillos). En ese entonces yo trabajaba para él, era mi jefe-hermano/hermano-jefe; cuando presumía en son de broma con el resto de familia sobre lo importante que era solo por tener un teléfono celuar, su esposa inmediatamente dijo que estaba convenciéndolo de comprarle también uno a ella. Yo traté de seguir el juego y le respondí: "¿un celular para tí?, pero tú no lo necesitas, solo te la pasas en puras tonterías sin importancia con tus hijos: que si el ballet de la niña, que el futbol de los niños, que si un desayuno con tus amigas. Yo sí que necesito uno para trabajar!" ... por querer hacerme la graciosa salí por debajo de la mesa y mi cuñada dejó de hablarme por dos años. Hasta hizo que mi hermano me quitara el carro de la empresa que yo usaba, porque el mío lo había vendido.
Ahora la entiendo perfectamente y aquel comportamiento e insesibilidad mía me dan una pena enorme, porque aquello que critiqué sin compasión es lo que hago precisamente yo ahora y por supuesto que no me parecen tonterías, cuidar y educar a mis hijos es mi vida entera. Vaya desde aquí una disculpa a mi cuñada, si es que algún día lee ésto, si no ya me encargaré de hacerlo la próxima visita que haga a Monterrey.
Es cierto que a veces la inmadurez nos hace cometer muchos errores, algunas veces la intolerancia o la ignorancia también juegan un papel importante, en el tema de la fobia a los niños yo he estado de los dos lados y no podría ser objetiva en dar mi opinión. Lo que sí puedo decir, es que la vida me enseñó a respetar la forma de pensar y de vivir de los demás, que no podemos juzgar a quienes deciden ser padres (tarea nada fácil en éstos tiempos) ni a los que deciden no serlo. Con los niños nunca se sabe y aunque nos esmeremos en educarlos de la forma que creemos es la ideal, siempre habrá que recordar que cada criaturita es un ser independiente y nunca pensará ó actuará como nosotros los deseamos, es algo que simplemente no se puede controlar. Y aunque es cierto que hay ciertos padres que se pasan de permisivos y niños que son tremendos, no está en nuestras manos andar por la vida educando padres e hijos ajenos, un poco de paciencia y distancia ayudan en mucho.
Saludos!
Jajajaja, ay keru yo pase por algo similar, y peor tantito cuando me la pasaba molestando y los hacia chillar jajaja, nomas que el día que me lo hicieron ahi si aprendi LO QUE SENTIAN MIS TIAS!!!, pero bueno es parte del aprendizaje. Creo que muchas pasamos por eso, asi que somos amiguis del mismo dolor jaja,muchos abrazos!!!
ResponderBorrarme encantó tu última frase, eh!
ResponderBorrar"un poco de paciencia y distancia ayudan en mucho"
Uy Keru, creo que las mujeres cada vez batallamos mas para aceptar se nos encasille en algo, y creo que el rol de madre en nuestra mente tiene muchas connotaciones negativas, como la imagen de la mujer siempre limpiando la casa, cocinando, lavando, una mujer sin vida propia girando alrededor de las necesidades de los demás, cuando nos toca ser madres es un proceso difícil, pues hay que ceder en algunas cosas que tal vez internamente nos habíamos prometido no hacer, pero el amor por esos chiquitos vence todas las contrariedades, y terminas haciendo lo que hay que hacer, ni mas ni menos, además yo también alguna vez pensé que el ser ama de casa era lo mas fácil del mundo, no no no, que cosa, cuando me casé supe lo que era amar a Dios en tierra de indios pues aparte de ama de casa, trabaja ba y en el 1er año de matrimonio tuve a mi hijo, era super difícil, de hecho la tarea mas fácil, era ir a mi trabajo.
ResponderBorrarSaludos y un abrazo Keru
Nancy
Yo opinaba que ser mama era facil y lindo como ensueño! Luego mi hermano y le mama me dejaron su creatura por 4 meses a mi solita y quede' curada!!!
ResponderBorrarBueno, ahora tengo una vision realista de lo que es ser mama, y espero un dia pronto casarme y poder tener hijos!
Que risa, estaba comprometida a casarme con un chiko de Noruega y el no queria el tener hijos y le mande ese video!! Jeje... ahora es EL quien quiere ser papa y me lo dice!! :) Veremos!
Naaada facil....