Hace unos meses el maridis me acompañó a las compras semanales. En el camino al coche pasamos por el "Home Depot" suizo y, así como el imán que para mi tienen las zapaterías, mi media naranja no pudo resistir la tentación de entar.
Antes de llegar a los pasillos de las herramientas, que son su mayor debilidad, nos topamos de frente con los aparatos para el baño. Estaba ahi una regadera preciosa con mil y un periquitos: hidromasaje vertical, regadera manual, aditamento para vapor y sauna, luces de colores, radio, teléfono, bla bla bla.... bueno, nomás le faltaba ladrar y mover la cola a la chimistreta esa.
Debo confesar que ese tipo de cosas no me llaman la atención, más bien me da un poco de repelús tanta fregadera que no sirve para nada. La ducha es la ducha y a mi me toma máximo diez minutos en limpiar tooooda mi geografía anatómica, incluídas mis cremas para el cabello y peeling para la cara, a lo que te truje Chencha. Pero el maridis, raro en él, quedó perdidamente enamorado de la mentada regaderota esa!
Estuvo alrededor de 20 minutos inspeccionándola por todos los flancos, leyendo las especificaciones y haciendo pruebas físicas de soportabilidad (somos familia de peso completo). También le gustó el precio, muy barata, pero nuestras finanzas no tenían el mismo nivel de soportabilidad que la ducha en cuestión.
Nunca lo había visto tan entusiasmado con algo, por lo que le dije que si la quería, podríamos apretarnos un poco el cinturón y comprarla. Por ejemplo, le dije, podríamos hacer las vacaciones más cortas o ir a un lugar local para compensar el gasto con tal de darle el gusto.
El, que es muy dado a la martirización, me dijo que por supuesto que no. Que solo era un deseo que podríamos hacer realidad en cualquier otro momento de bonanza económica.
Unas semanas después, en la sobremesa de una comida con sus papás, salió a colación el tema de comenzar a renovar algunas partes de la casa que ya lo ameritan. Mi suegro preguntó que por cual quería comenzar, porque él se ofrecía a ayudar en la preparación del presupuesto de material y la supervisión del contratista, ya que es arquitecto.
Inmediatamente el maridis se acordó de la regadera, pero como la que él quería era algo cara, deberíamos empezar por otra cosa más a nuestro alcance. Mi suegro insistió y el hijo de inmediato sacó su teléfono y le mostró la foto que le había tomado aquel día, para que se diera una idea.
Aquello hubiera quedado ahí, como una plática más, pero tres días después mi suegro llamó para decirle a mi marido que empezara a buscar al contratista para instalar aquel aparatejo de sus sueños porque se lo había comprado como regalo. Wow!!! yo me quedé de piedra y el maridis... el maridis saltó de gustó!
Por supuesto que no hubo tal contratista porque el maridis, que le encanta hacer adobes y ahorrase dinerito con 'hágaloustedmismo', pidió tres días de vacaciones para tal efecto. Desde el lunes se dedicó a desmontar la vieja ducha, remover el concreto e instalar los nuevos mosaicos de piso y pared para solo esperar que los técnicos hicieran la instalación eléctrica y el embalaje de todo el aparatejo.
Tres días en los que se partió el alma trabajando hasta 12 horas diarias, lleno de tierra hasta los calzones, porque todo tendría que quedar listo para hoy en que vendrían los señores, y en los que mi casa se vió envuelta en una nube de polvo que parecía no terminar nunca. Valió la pena.
Eso fué a principios de año y, desde hoy, la regadera es una realidad en nuestro cuarto de baño:
Me imagino cómo se siente el dueño de mis quicenas y, aunque a mi no me hace mucha ilusión, me siento feliz de que él -que trabaja tanto para nosotros- también vea hecho realidad uno de esos sueños guajiros que todos alguna vez hemos tenido y que, a veces, creemos imposibles. Que bonito detalle de mis suegros para su bebé!
Qué bonito es lo bonito, feliz viernes chiquito!
Antes de llegar a los pasillos de las herramientas, que son su mayor debilidad, nos topamos de frente con los aparatos para el baño. Estaba ahi una regadera preciosa con mil y un periquitos: hidromasaje vertical, regadera manual, aditamento para vapor y sauna, luces de colores, radio, teléfono, bla bla bla.... bueno, nomás le faltaba ladrar y mover la cola a la chimistreta esa.
Debo confesar que ese tipo de cosas no me llaman la atención, más bien me da un poco de repelús tanta fregadera que no sirve para nada. La ducha es la ducha y a mi me toma máximo diez minutos en limpiar tooooda mi geografía anatómica, incluídas mis cremas para el cabello y peeling para la cara, a lo que te truje Chencha. Pero el maridis, raro en él, quedó perdidamente enamorado de la mentada regaderota esa!
Estuvo alrededor de 20 minutos inspeccionándola por todos los flancos, leyendo las especificaciones y haciendo pruebas físicas de soportabilidad (somos familia de peso completo). También le gustó el precio, muy barata, pero nuestras finanzas no tenían el mismo nivel de soportabilidad que la ducha en cuestión.
Nunca lo había visto tan entusiasmado con algo, por lo que le dije que si la quería, podríamos apretarnos un poco el cinturón y comprarla. Por ejemplo, le dije, podríamos hacer las vacaciones más cortas o ir a un lugar local para compensar el gasto con tal de darle el gusto.
El, que es muy dado a la martirización, me dijo que por supuesto que no. Que solo era un deseo que podríamos hacer realidad en cualquier otro momento de bonanza económica.
Unas semanas después, en la sobremesa de una comida con sus papás, salió a colación el tema de comenzar a renovar algunas partes de la casa que ya lo ameritan. Mi suegro preguntó que por cual quería comenzar, porque él se ofrecía a ayudar en la preparación del presupuesto de material y la supervisión del contratista, ya que es arquitecto.
Inmediatamente el maridis se acordó de la regadera, pero como la que él quería era algo cara, deberíamos empezar por otra cosa más a nuestro alcance. Mi suegro insistió y el hijo de inmediato sacó su teléfono y le mostró la foto que le había tomado aquel día, para que se diera una idea.
Aquello hubiera quedado ahí, como una plática más, pero tres días después mi suegro llamó para decirle a mi marido que empezara a buscar al contratista para instalar aquel aparatejo de sus sueños porque se lo había comprado como regalo. Wow!!! yo me quedé de piedra y el maridis... el maridis saltó de gustó!
Por supuesto que no hubo tal contratista porque el maridis, que le encanta hacer adobes y ahorrase dinerito con 'hágaloustedmismo', pidió tres días de vacaciones para tal efecto. Desde el lunes se dedicó a desmontar la vieja ducha, remover el concreto e instalar los nuevos mosaicos de piso y pared para solo esperar que los técnicos hicieran la instalación eléctrica y el embalaje de todo el aparatejo.
Tres días en los que se partió el alma trabajando hasta 12 horas diarias, lleno de tierra hasta los calzones, porque todo tendría que quedar listo para hoy en que vendrían los señores, y en los que mi casa se vió envuelta en una nube de polvo que parecía no terminar nunca. Valió la pena.
Eso fué a principios de año y, desde hoy, la regadera es una realidad en nuestro cuarto de baño:
Me imagino cómo se siente el dueño de mis quicenas y, aunque a mi no me hace mucha ilusión, me siento feliz de que él -que trabaja tanto para nosotros- también vea hecho realidad uno de esos sueños guajiros que todos alguna vez hemos tenido y que, a veces, creemos imposibles. Que bonito detalle de mis suegros para su bebé!
Qué bonito es lo bonito, feliz viernes chiquito!
Nomás le faltó que incluyera la edecán, jajajaja....
ResponderBorrarHola Keru :)
ResponderBorraryo llegue a Alemania hace 10 aNos, y una de las cosas que me ayudo a adaptarme al clima de aqui y no enfermarme tanto fue el sauna, cuando construimos nuestra casa instalamos el nuestro (antes usabamos el de mis suegros), y una cabina como la tuya con función de regadera y vapor. Se puede decir que es un lujo pero en realidad para los inviernos Europeos es algo necesario. El sauna te ayuda a fortalecer el sistema inmunologico y también a relajarte, a desintoxicarte, y que mejore la piel, etc. etc, pero el vapor es buenisimo cuando uno esta resfriado o con gripa! 10 minutitos dentro y se te sale todo el mugrero! y los niNos también lo pueden utilizar. Vas a ver que le vas a dar mucho uso ! Es algo maravilloso, y siempre le doy gracias a Dios que somos afortunados y nos podemos dar este lujito :)
Saludos
Zam
Es una verdadera monada, en hora buena ¡¡
ResponderBorrarYa me imagino la sonrisota de Don Kerubino.
ResponderBorrarLa verdad es que se ve muy bonita...un dia me invitas a usarla, para sentirme en un spa.
Y si, que super detalle de tu suegro, wow!
Envidia de la buena ( mis ex-suegros yo creo que muy apenas los buenos dias me daban, jiji).
Enhorabuena.
Monilla
Que pade me encanto!!!
ResponderBorrarSe lo merecen, tienes una Familia encantadora!
Bueno, estoy encantada con tu blog, desde el diseño hasta el contenido. Me parece que escribes padrisimo muy al estilo de aca (oh si..soy nacida, criada y engordada en Monterrey, NL.) asi que incluso los chistes locales (como que tu marido parece guero de Allende) me es familiar. Espero seguirte leyendo.
ResponderBorrarAbrazos con cariño.
BG
Muy bonita tu "regadera" que bueno que tu esposo insistio no???
ResponderBorrarahora a disfrutarla felicidades!!
Por cierto muy bueno tu blog....
Me encantaaaaaaaaa la regadera, yo tambien la he visto por aca y quiero una pero bueno como no tenemos casa propia esta un poquitin mas dificil :)
ResponderBorrarSaluditos!
Hola, se ve que la pasas bien por allá, a reserva del negrito en el arroz que comentas, por acá tu guero de allende sería invitado de honor a las carnes asadas y una buenas Tecates, tequila y fara fara.
ResponderBorrarDios te bendiga, Viva Monterrey, Viva México.