Estaba más que contenta con mis clases de Zumba, satisfecha con mis logros de comer menos y más sano y muy resignada animada a seguir así por tiempo indefinido en pro de mi salud cuando... crack! mi rodilla derecha tronó como ejote.
Fué el lunes de la semana pasada, hace diez días, durante una difícil posición de yoga cuando escuché ese tronido suave al que no le di mucha importancia. El dolor al principio fué leve y pensé que se trataba de un esguince o un estiramiento del tendón que tomaría unos días en sanar.
Seguí con mis otras clases de Pilates y Zumba, amén de la sesión semanal de pesas; el dolor no se iba, aunque seguía soportable, no dejaba de ser molesto. No me quejé con nadie por puro orgullo o tal vez porque ya me estoy asuizando y haciéndome resistente al dolor como los chocolateros. Pero ayer el dolor ya era más que obvio, insoportable.
Aún así me fuí por la noche a otra clase de Zumba que, dicho sea de paso, me tienen loca. Hoy por la mañana ya no me pude parar sin sentir como un latigazo de dolor combinado con un ardor tremendo. De calzar tenis y ropa deportiva ni hablar, dejé la mochila del gimnasio a un lado y llamé al doctor.
Gracias a Dios me atendió inmediatamente. Su cara al solo ver la rodilla (que no estaba inflamada) lo dijo todo, un diagnóstico nada alentador: ordenó un MRI (resonancia magnética) que me harán el próximo viernes. Al parecer me jodí el menisco y, en peor de los casos, tendrán que operarme. Aunque habrá que esperar a los resultados para hacerlo difinitivo.
Pareciera que algo siempre se interpone en mis ánimos de adelgazar, cuando no es una cosa es otra y lo que más me preocupa son mis responsabilidades diarias. No me puedo dar el lujo de enfermarme!!! Mucho menos de practicarme una operación que me tendría muchos días en cama. Quién va a atender a mis hijos?
Voy a hacer changuitos -como cuando niña- para que no pase de algo que requiera solo de fisioterapia. Me ayudan con los suyos?
Fué el lunes de la semana pasada, hace diez días, durante una difícil posición de yoga cuando escuché ese tronido suave al que no le di mucha importancia. El dolor al principio fué leve y pensé que se trataba de un esguince o un estiramiento del tendón que tomaría unos días en sanar.
Seguí con mis otras clases de Pilates y Zumba, amén de la sesión semanal de pesas; el dolor no se iba, aunque seguía soportable, no dejaba de ser molesto. No me quejé con nadie por puro orgullo o tal vez porque ya me estoy asuizando y haciéndome resistente al dolor como los chocolateros. Pero ayer el dolor ya era más que obvio, insoportable.
Aún así me fuí por la noche a otra clase de Zumba que, dicho sea de paso, me tienen loca. Hoy por la mañana ya no me pude parar sin sentir como un latigazo de dolor combinado con un ardor tremendo. De calzar tenis y ropa deportiva ni hablar, dejé la mochila del gimnasio a un lado y llamé al doctor.
Gracias a Dios me atendió inmediatamente. Su cara al solo ver la rodilla (que no estaba inflamada) lo dijo todo, un diagnóstico nada alentador: ordenó un MRI (resonancia magnética) que me harán el próximo viernes. Al parecer me jodí el menisco y, en peor de los casos, tendrán que operarme. Aunque habrá que esperar a los resultados para hacerlo difinitivo.
Pareciera que algo siempre se interpone en mis ánimos de adelgazar, cuando no es una cosa es otra y lo que más me preocupa son mis responsabilidades diarias. No me puedo dar el lujo de enfermarme!!! Mucho menos de practicarme una operación que me tendría muchos días en cama. Quién va a atender a mis hijos?
Voy a hacer changuitos -como cuando niña- para que no pase de algo que requiera solo de fisioterapia. Me ayudan con los suyos?
changuitos, changuitos.
ResponderBorrarChanguitos y Santo Donato.
ResponderBorrarEsperemos que, changitos ¡
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