Siempre he pensado que el México cinematográfico de hoy no solo es retratar la realidad cruda de los cinturones de miseria, el asqueroso poder político y sus corruptelas o los juniors llenos de droga hasta el chongo. Si bien he disfrutado de algunos de esos temas en manos de unos cuantos cineastas aztecas que le echan ganitas al asunto, siempre supe que nuestro cine tiene otras historias interesantes qué contar.
Abel es la ópera prima del joven actor Diego Luna, satanizado en México -como es de suponerse- por no dejarse llevar por el oropel del dinero y la fama, en la que relata la historia de la problemática psicológica familiar de un niño abandonado por el padre. El pequeño adpota el papel de éste y la familia le sigue el juego para no dañarle más. Cuando el padre regresa, las cosas se ponen peor. La película está lejos de ser un culebrón para provocar lágrimas; al contrario, es una obra repleta de humor que explota al máximo las situaciones más absurdas.
Realizada por la productora que comparte con entrañable colega charolastra, Gael García Bernal, y respaldada por la norteamericana Mr. Mudd -propiedad de John Malkovich- Abel ha roto todos los récords que una película mexicana pudiera, al ser exhibida en su propio país.
El estreno de Abel consiguió duplicar el número de espectadores por sala de producciones extranjeras, atrajo a casi 61.000 espectadores el fin de semana de su estreno el 28 de mayo pasado y batió el récord de recaudación en la categoría de cintas exhibidas en el país con un total de entre 60 y 65 copias, hasta ahora en manos de "Shakespeare in love" (1998).
El guión fué escrito también por Luna, parte de lo que ahí se relata es producto de la infancia del actor, aunque en sus entrevistas ha dicho que no es meramente autobiográfica. El making of tampoco tiene desperdicio, así como la historia de los niños protagonistas y el casting de donde provienen. Muchas anécdotas interesantes.
La película de Diego es más que un éxito taquillero, es un buen pretexto para situar a nuestro propio cine, en la competencia contra el malinchismo acostumbrado en el que las salas están repletas de filmes extranjeros, por no decir solo gringos. Avalada por públicos como el de Sundance Festival o Cannes, no nos queda otro remedio que esperar con ansias locas su exihibición en nuestros lares.
Apoyemos el talento mexicano, apoyemos nuestro cine. No nos la podemos perder!
Abel es la ópera prima del joven actor Diego Luna, satanizado en México -como es de suponerse- por no dejarse llevar por el oropel del dinero y la fama, en la que relata la historia de la problemática psicológica familiar de un niño abandonado por el padre. El pequeño adpota el papel de éste y la familia le sigue el juego para no dañarle más. Cuando el padre regresa, las cosas se ponen peor. La película está lejos de ser un culebrón para provocar lágrimas; al contrario, es una obra repleta de humor que explota al máximo las situaciones más absurdas.
Realizada por la productora que comparte con entrañable colega charolastra, Gael García Bernal, y respaldada por la norteamericana Mr. Mudd -propiedad de John Malkovich- Abel ha roto todos los récords que una película mexicana pudiera, al ser exhibida en su propio país.
El estreno de Abel consiguió duplicar el número de espectadores por sala de producciones extranjeras, atrajo a casi 61.000 espectadores el fin de semana de su estreno el 28 de mayo pasado y batió el récord de recaudación en la categoría de cintas exhibidas en el país con un total de entre 60 y 65 copias, hasta ahora en manos de "Shakespeare in love" (1998).
El guión fué escrito también por Luna, parte de lo que ahí se relata es producto de la infancia del actor, aunque en sus entrevistas ha dicho que no es meramente autobiográfica. El making of tampoco tiene desperdicio, así como la historia de los niños protagonistas y el casting de donde provienen. Muchas anécdotas interesantes.
La película de Diego es más que un éxito taquillero, es un buen pretexto para situar a nuestro propio cine, en la competencia contra el malinchismo acostumbrado en el que las salas están repletas de filmes extranjeros, por no decir solo gringos. Avalada por públicos como el de Sundance Festival o Cannes, no nos queda otro remedio que esperar con ansias locas su exihibición en nuestros lares.
Apoyemos el talento mexicano, apoyemos nuestro cine. No nos la podemos perder!
ah caray, ya llegô a Suiza? Entrê a allocine.fr y dicen que la estranarân en enero 2011 :-(
ResponderBorrarSi me la aconsejais intentare verla, cuando la pondran en españa?.
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