Las últimas semanas del año que acaba de terminar fueron bastante agotadoras en todos los sentidos, pero en lo físico se sintieron todavía más. Si antes admiraba sobremanera a las madres/esposas con un trabajo fuera de casa, ahora son definitivamente mis ídolos. Experimenté por casi un mes lo que significa sumar a las labores domésticas, una jornada laboral de ocho horas de esfuerzo físico. De cualquier forma, esos días de mujer multitasking se vieron un poco amortiguados por la temporada de vacaciones de mis peques y el estrés escolar matutino no fué un factor que afectara mi desempeño.
NAVIDADES
El maratón de resistencia física comenzó el 23 por la noche: tenía que dejar listo todo lo de la cena para el día siguiente y envolver los regalos de mi hijos, para que mi maridis solo tuviera que estar al pendiente de la limpieza y de poner en el horno la comida mientras yo trabajaría hasta las siete de la tarde. Aquella noche pre-nochebuenezca de preparativos terminó a las tres de la madrugada. El 24 llegué a las ocho de la noche del trabajo, muerta de cansancio, pero tratando de fingir un ánimo -que estaba muy lejos de sentir- para mis querubines, mi atareado marido y mis suegros.
Ese día volví a irme a la cama a las dos de la madrugada, luego de dejar limpia la casa porque al día siguiente -25 de diciembre- trabajé de nuevo y por la noche tuvimos de invitados a tres parejas de amigos para el recalentado. El 26 también tenía programada una jornada de nueve horas de trabajo, también volví a acostarme super tarde el 25, mi cuerpo me jugó una mala pasada y amanecí con temperatura de 39°. Me reporté enferma y me quedé en cama todo el día. El 27 cumplí con el último día que marcaba el contrato de trabajo y me despedí con la frente en alto, o al menos eso creo, ja!
En Noche Buena mis hijos quedaron muy satisfechos con sus regalos, mis suegros y mi maridis hicieron las paces luego del enojo aquel que ya conté aquí y yo, yo sentí que el cansancio mereció la pena porque sacamos muchísimas cosas positivas que hicieron olvidar todos los recientes malos ratos con la familia.
AÑO NUEVO
El pasado domingo 27 de diciembre y coincidiendo con el final de mi trabajo temporal, llegó a Suiza mi querida Inge, quien trajo con ella dos invitados muy especiales: su amiga Silvia -una persona super agradable y divertida- y un personaje que ahora es nuevo miembro de nuestra familia. Su nombre es Timmy, perro Chihuahua regalo mitad de mi hermano y mitad de Nancy, para mis pequeñines. Zara se volvió loca, había esperado por tanto tiempo tener una mascota, que ver llegar a Timmy fué una explosión de alegría que perdura hasta el día de hoy. Christof, mas reservado y cauteloso, también quedó agradecido y satisfecho con el animalito aunque le teme un poco a los dientecillos filosos de su nuevo amigo.
El 31 despedimos el año otra vez en casa junto con la familia de mi comadre del alma y otra amiga y sus hijos. El pequeño grupo parecía un ejército en guerra festiva entre mucha comida, bebida, uvas, globos, cohetes, baile y canto; hasta mi compadre se atrevió a acompañarnos en el karaoke con el bongó de Christof a ritmo de Selena y Juanga. Como siempre, solo las viejas nos atrevimos con el micrófono y pasitos de cumbia, mientras los caballeros se limitaban a reír y aplaudir. Vientos!
VISITA
La visita de Nancy y Silvia es para mi el mejor regalo para el alma, un bálsamo que alivia mi sed de México y familia que tanto extraño en silencio. Horas y horas de pláticas, risas, paseos, fotos y amistad entrañable; aún con Silvia que, a pesar de tener pocos días de conocerla, pareciera que somos amigas desde siempre.
Mi maridis las llevó a un viaje relámpago a Milán, yo no pude acompañarles porque mi pasaporte mexicano venció hace poco y el suizo todavía no me llega. Pero ese día me sirvió para descansar un poco las piernas y disfrutar a solas a Zara, mi oasis. Las viajeras llegaron hartas de ver italianos guapísimos -a los que inmortalizaron con sus respectivas cámaras- y muy asustadas de ver como la cartera les adelgazaba velozmente con los precios de la capital de la moda. Eso si, llegaron pobres pero muuuy contentotas.
Entre el trabajo, los festejos, las visitas y mi familia, no había podido encontrar un tiempecillo para poder escribir mi blog, pero prometo no volver a despegarme tanto en lo futuro.
Desde aquí, reciban mis mejores deseos para éste año que ya comenzó muy esperanzador, y reciban todo mi cariño por sus visitas siempre fieles a éste cyber-rinconcito.
Sean felices por favor!
FELIZ 2010!
NAVIDADES
El maratón de resistencia física comenzó el 23 por la noche: tenía que dejar listo todo lo de la cena para el día siguiente y envolver los regalos de mi hijos, para que mi maridis solo tuviera que estar al pendiente de la limpieza y de poner en el horno la comida mientras yo trabajaría hasta las siete de la tarde. Aquella noche pre-nochebuenezca de preparativos terminó a las tres de la madrugada. El 24 llegué a las ocho de la noche del trabajo, muerta de cansancio, pero tratando de fingir un ánimo -que estaba muy lejos de sentir- para mis querubines, mi atareado marido y mis suegros.
Ese día volví a irme a la cama a las dos de la madrugada, luego de dejar limpia la casa porque al día siguiente -25 de diciembre- trabajé de nuevo y por la noche tuvimos de invitados a tres parejas de amigos para el recalentado. El 26 también tenía programada una jornada de nueve horas de trabajo, también volví a acostarme super tarde el 25, mi cuerpo me jugó una mala pasada y amanecí con temperatura de 39°. Me reporté enferma y me quedé en cama todo el día. El 27 cumplí con el último día que marcaba el contrato de trabajo y me despedí con la frente en alto, o al menos eso creo, ja!
En Noche Buena mis hijos quedaron muy satisfechos con sus regalos, mis suegros y mi maridis hicieron las paces luego del enojo aquel que ya conté aquí y yo, yo sentí que el cansancio mereció la pena porque sacamos muchísimas cosas positivas que hicieron olvidar todos los recientes malos ratos con la familia.
AÑO NUEVO
El pasado domingo 27 de diciembre y coincidiendo con el final de mi trabajo temporal, llegó a Suiza mi querida Inge, quien trajo con ella dos invitados muy especiales: su amiga Silvia -una persona super agradable y divertida- y un personaje que ahora es nuevo miembro de nuestra familia. Su nombre es Timmy, perro Chihuahua regalo mitad de mi hermano y mitad de Nancy, para mis pequeñines. Zara se volvió loca, había esperado por tanto tiempo tener una mascota, que ver llegar a Timmy fué una explosión de alegría que perdura hasta el día de hoy. Christof, mas reservado y cauteloso, también quedó agradecido y satisfecho con el animalito aunque le teme un poco a los dientecillos filosos de su nuevo amigo.
El 31 despedimos el año otra vez en casa junto con la familia de mi comadre del alma y otra amiga y sus hijos. El pequeño grupo parecía un ejército en guerra festiva entre mucha comida, bebida, uvas, globos, cohetes, baile y canto; hasta mi compadre se atrevió a acompañarnos en el karaoke con el bongó de Christof a ritmo de Selena y Juanga. Como siempre, solo las viejas nos atrevimos con el micrófono y pasitos de cumbia, mientras los caballeros se limitaban a reír y aplaudir. Vientos!
VISITA
La visita de Nancy y Silvia es para mi el mejor regalo para el alma, un bálsamo que alivia mi sed de México y familia que tanto extraño en silencio. Horas y horas de pláticas, risas, paseos, fotos y amistad entrañable; aún con Silvia que, a pesar de tener pocos días de conocerla, pareciera que somos amigas desde siempre.
Mi maridis las llevó a un viaje relámpago a Milán, yo no pude acompañarles porque mi pasaporte mexicano venció hace poco y el suizo todavía no me llega. Pero ese día me sirvió para descansar un poco las piernas y disfrutar a solas a Zara, mi oasis. Las viajeras llegaron hartas de ver italianos guapísimos -a los que inmortalizaron con sus respectivas cámaras- y muy asustadas de ver como la cartera les adelgazaba velozmente con los precios de la capital de la moda. Eso si, llegaron pobres pero muuuy contentotas.
Entre el trabajo, los festejos, las visitas y mi familia, no había podido encontrar un tiempecillo para poder escribir mi blog, pero prometo no volver a despegarme tanto en lo futuro.
Desde aquí, reciban mis mejores deseos para éste año que ya comenzó muy esperanzador, y reciban todo mi cariño por sus visitas siempre fieles a éste cyber-rinconcito.
Sean felices por favor!
FELIZ 2010!
Igualmente, que este 2010 sea de mucha Bendicion para ti y tu hermosa familia.
ResponderBorrarGracias por compartir tu vida con nosotros.
Saludos desde Los Angeles Ca.
Keru, primero que nada muchísimas gracias por tu hospitalidad, que nos has hecho sentir ( a mi una vez más) como en casa y en familia, como bien dices hemos pasado momentos de mucha convivencia, de risas, de pláticas, de shopping, etc, en general momentos para guardar y atesorar.
ResponderBorrarGracias por permitirnos vivir esta experiencia aquí en Suiza y por procurarnos una feliz estancia, que con el simple hecho de compartirla contigo es mil por ciento mejor aún.
Nos hemos divertido mucho y esperamos poder corresponder toda tu amabilidad del mismo modo, en tu próxima visita a México, que lindo que sientas eso con nuestra visita, además me dió un gusto enorme ver las caritas de los niños cuando vieron a Timmy, todo el largo viaje del pequeño valió la pena con esas sonrisas.
Te mando un abrazo desde la planta alta de tu propia casa jajajaja, un abrazote que mejor te doy en persona. =)
Herlich Danke!
A lo mejor esta mal dicho pero se que entiendes lo que quise decir :)
Me da gusto que todo marche bien por alla! De verdad como dices los amigos nos hacen sentirnos mas cerca de la patria cuando se esta lejos, que bendicion contar con ellos!!
ResponderBorrarMis mejores deseos hoy y siempre. Un abrazo desde este lado del charco ;)
Keru, Te deseamos, José y yo, una nueva década de crecimiento humanista y que lo sigas reflejando en tus sensibles crónicas en las que tantas veces nos hemos visto reflejados.
ResponderBorrarDe nuestra familia a tu familia los mejores deseos por su felicidad.
Recibe un abrazote y te deseo lo mejor para este año nuevo que apenas comienza, que Dios te colme de mas bendiciones de las que ya tienes.
ResponderBorrarUn saludo para ti y todos los tuyos, mis mejores deseos van para todos ustedes.