octubre 15, 2009

Tu fotografía

En Suiza no se acostumbran las fotografías como normalmente las usamos los latinos para adornar lugares estratégicos de nuestras casas, ya sea colgadas en la pared o en una repisa, mesa, trinchador, etc. De hecho, cuando nos casamos, les regalamos a mis suegros una foto de boda que rechazaron inmediatamente, extrañados por tan 'curioso' presente nos la devolvieron muy diplomáticamente argumentando que no la necesitaban.

En mi casa también tengo muy pocas, no porque me esté 'asuizando', sino porque tengo un gusto minimalista que no soporta los amontonamientos de cosas. Tengo algunas de mis peques, de dos de mis sobrinas a las que quiero como hijas y alguna en la que estamos mis hermanos y mis padres. Entre ellas tengo una muy especial, la de mi padre.


Esa foto es de cuando se celebraron las bodas de oro de su matrimonio, el fotógrafo (Lauro Leal) le comentó que nunca había visto un 'novio' con esa sonrisa tan franca y bella que, aún cuando la costumbre es la de hacer solo fotografías en solitario de la 'novia', él le iba a tomar algunas pruebas a él.

Lauro se quedó corto en su concepto de la sonrisa de mi padre, porque esa sonrisa era como un sol que iluminaba la más pura oscuridad, le salía del corazón y culminaba con una carcajada sonora, larga, contagiosa.

Lo mejor de las sonrisas de mi padre era la generosidad con las que nos las regalaba, a cada rato, constantes e infaltables en cualquier momento. Sus enormes y perfectos dientes se asomaban tanto, que los ojos se perdían entre los pliegues de su piel. Ah! la sonrisa de mi padre!... como extraño verla, sentirla, escucharla, amarla.



En un principio coloqué esa fotografía en la sala, pero solo podía verla cuando limpiaba y tenía que levantarla para quitarle el polvo. Depués le pedí al maridis que la colgara en la pared de las escaleras que bajan de las recámaras al primer piso.

Desde entonces la veo a diario y vuelvo a sentir que esa sonrisa se me regala tantas veces como subo y bajo esas escaleras. Diez, quince, veinte veces al día.

Ah! la sonrisa de mi padre.

La sonrisa de mi padre está llena de amor y yo, yo soy la dueña de una gran parte de ese amor también. Si!.

7 comentarios:

  1. Hola Kerubina.
    Si tuviera que poner alguna reaccion, seria Conmovedor.
    Saludos desde aca, Mty.

    ResponderBorrar
  2. Pfffff !!!
    Que hermosa foto.
    Te puedo decir francamente que... es la primera vez que un post me hace un nudo en la garganta.

    Saludos!

    ResponderBorrar
  3. Keru que bonito post! que lindo que recuerdes así a tu papá! muy bonita foto :)

    Un abrazote!

    Nancy

    ResponderBorrar
  4. ¡Hola Kerubina! Me despuésde leer este post me quedé muy conmovida, se me hicieron lágrimitas en mis ojos y .... Muchas gracias por compartir, que bien por encontrarle a esa foto especial un lugar especial también. Hasta pronto.

    ResponderBorrar
  5. Hola m'ija, si me encanto todo lo que escribiste,hiciste que se saliera aguita de mis ojos, y el ver la sonrisa de mi papa me hace extrañarlo aun mas, como todos los dias en que quiero platicar con El, se que sigue con nosotros , yo lo tengo aqui atras de mi y asi como tu lo sigo recordando con mucho amor.....como si nunca hubiera partido, gracias por este post, te quiero mucho .

    Tu manito.........

    ResponderBorrar
  6. Hoy tuve un dia pesado, estresante amas no poder, pero vi la foto y y lei tu post y no se, je fue algo balsamico, mmh no se explicarme fue algo balsamico, que linda foto .. que bonito tesoro

    saludos keru, de este lado del charco

    ResponderBorrar