septiembre 15, 2009

Patrick Swayze, he's like the wind


Sus fans no nos ponemos de acuerdo en cuál fué la mejor de sus películas. Para los más blandos seguramente fué Ghost ó Dirty Dancing, para otros tal vez El Duro o Punto de Quiebra; para los más escépticos solo fué un artista de mediana fama. Lo cierto es que Patrick Swayze, más que un ser talentoso en toda la extensión de la palabra, fué un ejemplo de lo que se puede llamar una lucha sin tregua contra uno de los fantasmas que más ha perseguido a la humanidad: el cáncer.

No solo protagonizó todos los tipos de roles posibles en el cine: rudo, bailarín, romántico, rebelde, homosexual y muchos otros que escapan de mi memoria. También fué la estrella de su propia historia permaneciendo al lado, por muchos años, de la mujer que fué el amor de su vida y quien lo acompañó hasta el último de sus días.

Sus palabras ante los medios de una fuerte e imbatible voluntad ante la vida, su fortaleza inquebrantable, serán recordadas por muchos. Hoy, su vida se ha ido con el viento, dejando un legado ejemplar en el renglón de las artes y humanidades.



Descanse en paz Patrick Swayze.

2 comentarios:

  1. A mi me gustaron siempre sus películas, y vaya! haya tenido la fama que haya tenido, cuando un personaje se vuelve entrañable a través de su trabajo y de su lucha en la vida real, duele...

    Descanse en paz.

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  2. camachor5:05 p.m.

    Esa rola fué la que bailé en mi boda.

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