El concierto del sábado de Madonna en el aeropuerto militar de Dübendorf, marcó un parteaguas en el mundo musical en Suiza, siendo el primero de los conciertos masivos de esa magnitud de toda su historia en tierras helvéticas. Ni los Rolling Stones ni los Beatles en su tiempo, lograron reunir a los 75 mil espectadores que pacientemente esperamos por más de cinco horas de pié a que diera inicio éste espectáculo. La organización, primeriza en éstos menesteres, funcionó como un reloj suizo (nunca mejor dicho) desde la apertura del recinto hasta que la música cesó; después de eso comenzó el caos debido a un error de logística del que luego platicaré.
El pueblito se preparó como Dios manda desde una semana antes haciendo ensayos generales sobre seguridad y protección civil. La empresa de transportes suiza (trenes, buses y tranvías) apoyó el eventos con corridas especiales y gratuitas para los asistentes que mostraran su boleto de entrada al concierto, para ese día y el siguiente en todo el país. Hay que recordar que, debido a que fué el único concierto en éstas tierras y al horario, la gente llegó de toda geografía suiza y lo más seguro es que algunos tendrían que pasar la noche en los alrededores. La prensa tuvo acceso al ensamblamiento del escenario y de paso probó también sus recursos para cubrir el evento. Miles de elementos de seguridad fueron contratados, además de miembros del ejército que resguardaban los alrededores del mencionado aeropuerto.
Llegamos al lugar en punto de las cinco de la tarde, el concierto estaba programado para dar inicio en punto de las siete, aquello era una vendimia enorme de comida, bebida y "merchandise" alusiva. Después de refrescarnos un poco, escuchamos por el sonido local que las puertas de acceso permanecía cerradas debido a que le diva se encontraba en esos momentos haciendo el "sound check". Se nos ocurrió acercarnos para escuchar un poco y lograr un buen lugar ya que nuestros boletos eran para estar enfrente del escenario de pie. En ese preciso momento, a la artista se le ocurrió pedir a los encargados que abrieran las puertas y nos dejaran entrar para presenciar su ensayo. Lejos de lo inimaginable, la gente comenzó a entrar muy ordenadita, sin empujones ni carreras... pero la cosa se volvió otra cuando nos dimos cuenta que la voz que se escuchaba en las enormes bocinas no era producto de una grabación: era ella, la mismísima Madonna haciendo su ensayo general!, aunque la sangre no llegó al río para beneficio de todos.
Nos encontramos de frente con una Madonna vistiendo unos horrosos pants verdes, el cabello como trapeador del IMSS, pero con una injundia sin comparación considerando que se trataba solo de un ensayo. El resto del crew, no era muy diferente, pero me llamaron la atención sus bailarines, gente super joven que a cara lavada pareciera no tuvieran más de veinte años. Entre canción y canción platicó con el público que, aunque aún no acabábamos de acomodarnos, respondíamos con gritos a todo pulmón a sus preguntas de si nos gustaba presenciar el dichoso sound check. Aquello duró alrededor de media hora y una vez que la mujer desapareció de nuestra vista, también fuimos testigos de las pruebas de efectos técnicos como el Rolls Royce blanco que aparece en pleno escenario y las pantallas gigantescas en los que está basada casi toda su escenografía.
A las siete de la tarde todavía no se llenaba ni la mitad de la capacidad del recinto, pero el show comenzó con el espectáculo acrobático de las fuerzas áreas del ejército suizo de veinte minutos de duración. Eso hizo que por lo menos, se nos olvidara un poco la asoleada y las punzadas de las piernas por larga espera. En punto de la ocho de la noche y todavía sin caer la noche, apareció la cantante sueca Robyn, que se hace llamar a sí misma The most killingest pop star on the planet y que yo en mi vida había escuchado; al parecer tampoco la mayoría de los ahí reunidos por lo que se pudo ver con el poco entusiasmo de la gente a su actuación. Su música de plano no es lo mío, me pareció terrible, lo bueno fué que duró poco.
En punto de las nueve con veinte minutos, las luces se apagaron para dar inicio a dos horas de pop, rock y mucho, mucho mensaje subliminal. El Sticky & Sweet Tour estuvo muy lejos de aquel Girlie Show World Tour que presencié el sábado 12 de noviembre de 1993 en el Autódromo de los Hermanos Rodríguez en el DF, el de hoy no es tan fastuoso en vestuario y performance, de hecho baila mucho menos pero canta mucho más... y mejor. Los recursos son casi en su totalidad electrónicos, desde la escenografía hasta la música, se pueden contar con los dedos de una mano los músicos on stage. Sus habilidades con la guitarra, tanto eléctrica como acústica, son dignas de mencionarse; me imagino que es natural ya que si la edad no le permite bailar y cantar todo el concierto como antes, algo nuevo tiene que ofrecer a cambio. Al final el público sale ganando con la calidad mejorada, bueno, eso digo yo. También son memorables las nuevas adaptaciones de sus éxitos anteriores, a más de uno dejó con la boca abierta el escuchar Borderline y Hang up al más puro estilo Heavy tocando ella misma el bajo; ó el estilo acústico-romanticón de You must love me de aquella Evita que pasó sin pena ni gloria en el cine. Muchos otros highlights tuvo la noche: la parte hispana del show, el proselitismo en favor de Obama con su Get Stupid, otro beso con una de sus coristas, su pronunciación sobre "ama a tu prójimo como a ti mismo", su delgadez y extrema musculatura y... su decepción ante un público tan frío.
Hay una parte del show en la que pide al público cantar "sing alone" con ella, en éste caso fué Give it to me, pero la fría y poco entusiasta respuesta de los presentes la desencantó al punto de llamarnos "mother fuckers" (es que no me escuchó a mí cantar a todo pulmón). Con un ademán brusco dijo "ok, good night, you can go hombe and sleep there". Cantó las últimas dos y se fué así, sin más. Ni los gritos, ni la inmobilidad de la gente la hizo volver por ningún motivo, las luces se encendieron y los técnicos comenzaron a desmontar el escenario. Entre la gente se podían escuchar muchas quejas, por alguna u otra razón no les había parecdo lo suficientemente bueno, hasta en el sonido local el locutor hizo mención de que algunas personas habían comenzado a salirse mucho antes del final. Y no solo es mi apreciación ya que la prensa muy cautelosa en sus crónicas dominicales, se hizo eco de la decepcionante actuación del público, algunos reporteros se atrevieron a mencionar que la misma estrella se merecía veraderos fans y no aquel público tan espantoso. Pero qué le vamos a hacer, así son los suizos.
El descontento de la gente llegó a su clímax a la hora de salir, por un error de logística que tal vez no contemplaron, solo hubo dos accesos de salida para aquel mar de gente. Una de ellas era solo para los de la zona VIP, unas cuantas personas, el resto de los setenta y cinco mil asistentes tuvimos que caminar a paso de tortuga por dos horas hasta llegar a la puerta de acceso. En su desesperación, algunos jóvenes quisieron saltar las mallas protectoras llegando a dañar una parte, pero inmediatamente elementos del ejército se hicieron presentes para controlar a los revoltosos. Ese mismo tumulto se acumuló en la estación de trenes, que para tal fin la empresa ferroviaria había organizado salidas a Zürich cada cinco minutos, otra hora más de espera de pié. A pesar de haber habilitado un terreno como estacionamiento con capacidad para diez mil autos, solo llegaron poco más de dos mil vehículos, me imagino que la mayoría (como nosotros) escogimos llegar en tren por temor a los embotellamientos; todos pensamos lo mismo. Fuera de eso, la tarde/noche fué perfecta, a mi me encantó el concierto. Verla de nuevo después de quince años y comprobar por qué es la reina del Pop, no tiene queja que valga.
Con su nuevo show, Madonna dejó muy en claro algunas cosas: que dedica gran parte de su tiempo al ejercicio físico, que también se ha aplicado (y mucho) con su voz y con la guitarra, sus preferencias políticas, su cambio espiritual, su apatía a la que fué antes y que... hay Madonna para rato a pesar de su medio siglo de vida.
Feliz inicio de semana!
El pueblito se preparó como Dios manda desde una semana antes haciendo ensayos generales sobre seguridad y protección civil. La empresa de transportes suiza (trenes, buses y tranvías) apoyó el eventos con corridas especiales y gratuitas para los asistentes que mostraran su boleto de entrada al concierto, para ese día y el siguiente en todo el país. Hay que recordar que, debido a que fué el único concierto en éstas tierras y al horario, la gente llegó de toda geografía suiza y lo más seguro es que algunos tendrían que pasar la noche en los alrededores. La prensa tuvo acceso al ensamblamiento del escenario y de paso probó también sus recursos para cubrir el evento. Miles de elementos de seguridad fueron contratados, además de miembros del ejército que resguardaban los alrededores del mencionado aeropuerto.
Llegamos al lugar en punto de las cinco de la tarde, el concierto estaba programado para dar inicio en punto de las siete, aquello era una vendimia enorme de comida, bebida y "merchandise" alusiva. Después de refrescarnos un poco, escuchamos por el sonido local que las puertas de acceso permanecía cerradas debido a que le diva se encontraba en esos momentos haciendo el "sound check". Se nos ocurrió acercarnos para escuchar un poco y lograr un buen lugar ya que nuestros boletos eran para estar enfrente del escenario de pie. En ese preciso momento, a la artista se le ocurrió pedir a los encargados que abrieran las puertas y nos dejaran entrar para presenciar su ensayo. Lejos de lo inimaginable, la gente comenzó a entrar muy ordenadita, sin empujones ni carreras... pero la cosa se volvió otra cuando nos dimos cuenta que la voz que se escuchaba en las enormes bocinas no era producto de una grabación: era ella, la mismísima Madonna haciendo su ensayo general!, aunque la sangre no llegó al río para beneficio de todos.
Nos encontramos de frente con una Madonna vistiendo unos horrosos pants verdes, el cabello como trapeador del IMSS, pero con una injundia sin comparación considerando que se trataba solo de un ensayo. El resto del crew, no era muy diferente, pero me llamaron la atención sus bailarines, gente super joven que a cara lavada pareciera no tuvieran más de veinte años. Entre canción y canción platicó con el público que, aunque aún no acabábamos de acomodarnos, respondíamos con gritos a todo pulmón a sus preguntas de si nos gustaba presenciar el dichoso sound check. Aquello duró alrededor de media hora y una vez que la mujer desapareció de nuestra vista, también fuimos testigos de las pruebas de efectos técnicos como el Rolls Royce blanco que aparece en pleno escenario y las pantallas gigantescas en los que está basada casi toda su escenografía.
A las siete de la tarde todavía no se llenaba ni la mitad de la capacidad del recinto, pero el show comenzó con el espectáculo acrobático de las fuerzas áreas del ejército suizo de veinte minutos de duración. Eso hizo que por lo menos, se nos olvidara un poco la asoleada y las punzadas de las piernas por larga espera. En punto de la ocho de la noche y todavía sin caer la noche, apareció la cantante sueca Robyn, que se hace llamar a sí misma The most killingest pop star on the planet y que yo en mi vida había escuchado; al parecer tampoco la mayoría de los ahí reunidos por lo que se pudo ver con el poco entusiasmo de la gente a su actuación. Su música de plano no es lo mío, me pareció terrible, lo bueno fué que duró poco.
En punto de las nueve con veinte minutos, las luces se apagaron para dar inicio a dos horas de pop, rock y mucho, mucho mensaje subliminal. El Sticky & Sweet Tour estuvo muy lejos de aquel Girlie Show World Tour que presencié el sábado 12 de noviembre de 1993 en el Autódromo de los Hermanos Rodríguez en el DF, el de hoy no es tan fastuoso en vestuario y performance, de hecho baila mucho menos pero canta mucho más... y mejor. Los recursos son casi en su totalidad electrónicos, desde la escenografía hasta la música, se pueden contar con los dedos de una mano los músicos on stage. Sus habilidades con la guitarra, tanto eléctrica como acústica, son dignas de mencionarse; me imagino que es natural ya que si la edad no le permite bailar y cantar todo el concierto como antes, algo nuevo tiene que ofrecer a cambio. Al final el público sale ganando con la calidad mejorada, bueno, eso digo yo. También son memorables las nuevas adaptaciones de sus éxitos anteriores, a más de uno dejó con la boca abierta el escuchar Borderline y Hang up al más puro estilo Heavy tocando ella misma el bajo; ó el estilo acústico-romanticón de You must love me de aquella Evita que pasó sin pena ni gloria en el cine. Muchos otros highlights tuvo la noche: la parte hispana del show, el proselitismo en favor de Obama con su Get Stupid, otro beso con una de sus coristas, su pronunciación sobre "ama a tu prójimo como a ti mismo", su delgadez y extrema musculatura y... su decepción ante un público tan frío.
Hay una parte del show en la que pide al público cantar "sing alone" con ella, en éste caso fué Give it to me, pero la fría y poco entusiasta respuesta de los presentes la desencantó al punto de llamarnos "mother fuckers" (es que no me escuchó a mí cantar a todo pulmón). Con un ademán brusco dijo "ok, good night, you can go hombe and sleep there". Cantó las últimas dos y se fué así, sin más. Ni los gritos, ni la inmobilidad de la gente la hizo volver por ningún motivo, las luces se encendieron y los técnicos comenzaron a desmontar el escenario. Entre la gente se podían escuchar muchas quejas, por alguna u otra razón no les había parecdo lo suficientemente bueno, hasta en el sonido local el locutor hizo mención de que algunas personas habían comenzado a salirse mucho antes del final. Y no solo es mi apreciación ya que la prensa muy cautelosa en sus crónicas dominicales, se hizo eco de la decepcionante actuación del público, algunos reporteros se atrevieron a mencionar que la misma estrella se merecía veraderos fans y no aquel público tan espantoso. Pero qué le vamos a hacer, así son los suizos.
El descontento de la gente llegó a su clímax a la hora de salir, por un error de logística que tal vez no contemplaron, solo hubo dos accesos de salida para aquel mar de gente. Una de ellas era solo para los de la zona VIP, unas cuantas personas, el resto de los setenta y cinco mil asistentes tuvimos que caminar a paso de tortuga por dos horas hasta llegar a la puerta de acceso. En su desesperación, algunos jóvenes quisieron saltar las mallas protectoras llegando a dañar una parte, pero inmediatamente elementos del ejército se hicieron presentes para controlar a los revoltosos. Ese mismo tumulto se acumuló en la estación de trenes, que para tal fin la empresa ferroviaria había organizado salidas a Zürich cada cinco minutos, otra hora más de espera de pié. A pesar de haber habilitado un terreno como estacionamiento con capacidad para diez mil autos, solo llegaron poco más de dos mil vehículos, me imagino que la mayoría (como nosotros) escogimos llegar en tren por temor a los embotellamientos; todos pensamos lo mismo. Fuera de eso, la tarde/noche fué perfecta, a mi me encantó el concierto. Verla de nuevo después de quince años y comprobar por qué es la reina del Pop, no tiene queja que valga.
Con su nuevo show, Madonna dejó muy en claro algunas cosas: que dedica gran parte de su tiempo al ejercicio físico, que también se ha aplicado (y mucho) con su voz y con la guitarra, sus preferencias políticas, su cambio espiritual, su apatía a la que fué antes y que... hay Madonna para rato a pesar de su medio siglo de vida.
Feliz inicio de semana!
Kerubina
ResponderBorrarGracias por compartir tu experiencias.
QUE LUJO haber estado ahi y además en el sound check!!!
Me encanta tu manera de escribir.
Saludos,
Yazmín
Que padre Keru!! te aseguro que si estuviesemos ahi juntas grite y grite Madonna se iria contentisima jajajaja
ResponderBorrarSaluditos :)
aguanten lo besos de madonna!!!!!!!!!!!
ResponderBorrarHola, estaba buscando información sobre el concierto de Madonna en Zurich de este año y di con tu página. Pretendo ir pero estoy pedidísima. Para hacerme una idea, ¿Me puedes decir cuánto costaban las entradas? Que tipos hay y sobre que hora hay que estar para entrar según el tipo de ticket que se tenga?
ResponderBorrarGracias!