Normalmente sufrimos de "mal de amores" cuando nuestra pareja nos abandona, cuando la persona que amamos no nos corresponde o cuando una relación aparentemente normal se vuelve tormentosa y, en el último de los casos, nos lleva círculo vicioso que nos daña y del que no podemos salir. Hasta aquí todo bien pero, ¿qué pasa cuando TODAS nuestras relaciones nos dejan al final un "mal de amores"? Rercuerdo bien mis últimos años de soltera en los que fué cuando más relaciones tuve y de las que siempre salía muy mal librada de ellas. Me desesperaba y pensaba en lo injusta que era la vida, me repetía una y otra vez que yo no era una mala persona: ¿por qué a mí? ¿por qué tengo tan mala suerte? Como siempre preguntas para el infinito de las que nunca obtenía una respuesta.
Recurría a mis allegados más cercanos en busca de un consejo pero, como de era de esperarse, sus palabras acababan siendo precisamente las que yo no quería escuchar y me convencía a mi misma de incomprendida o de acudir a la persona equivocada. Frases como "claro! como no está en mi situación", "qué fácil es opinar cuando su vida es tan perfecta", etc, venían a mi cabeza dándome siempre la razón a mi misma: negación total. Con el tiempo y un poco de introspección, llegué a darme cuenta que no era la vida ni un ser divino los que ponía en mi camino aquellas personas tan complicadas que me hacían sufrir invariablemente, era yo la que me involucraba sin proponérmelo en ese tipo de relaciones porque al sentirme sola, cualquiera que me diera una sonrisa se volvía el objeto de mi amor.
Hoy encontré éste artículo, que me hizo recordar esos momentos de frustración y soledad por los que pasé. Hace tiempo descubrí que no puedo amar a alguien sin antes amarme a mi primero, que no puedo centrar mi felicidad en la presencia o ausencia de otra persona, que primero tengo que ser feliz conmigo misma para poder hacer feliz a los demás. Antes había hecho lo contrario y cuando desaparecía de mi vida "aquella persona" sentía morirme en vida, me olvidaba de mi misma. Ahora sé que para poder educar a mis hijos, para que mis relacines de pareja, de familia y de amistad funcionen, primero tengo que estar bien conmigo misma si deseo dar lo mejor de mi. Ojo, eso no quiere decir que los problemas desaparezcan, los problemas existen para aprender de ellos y alcanzar nuevas metas cada vez que nos permitan ir superándonos en el arte del buen vivir. Una lucha interminable.
Ojalá éstas palabras sirvan a alguno de los que pasan sus ojos por ésta página, esa es mi única intención.
Saludos!
Recurría a mis allegados más cercanos en busca de un consejo pero, como de era de esperarse, sus palabras acababan siendo precisamente las que yo no quería escuchar y me convencía a mi misma de incomprendida o de acudir a la persona equivocada. Frases como "claro! como no está en mi situación", "qué fácil es opinar cuando su vida es tan perfecta", etc, venían a mi cabeza dándome siempre la razón a mi misma: negación total. Con el tiempo y un poco de introspección, llegué a darme cuenta que no era la vida ni un ser divino los que ponía en mi camino aquellas personas tan complicadas que me hacían sufrir invariablemente, era yo la que me involucraba sin proponérmelo en ese tipo de relaciones porque al sentirme sola, cualquiera que me diera una sonrisa se volvía el objeto de mi amor.
"... la dependencia patológica interpersonal, es un desorden bastante común que explica por qué la gente mantiene relaciones tormentosas. “Me dice que soy fea, que le produzco asco. Cuando estamos en algún lugar público, me hace caminar adelante para que no lo vean conmigo, porque le da vergüenza”, dice una paciente que sufre este mal. Pese a lo nocivo de la relación, las personas no se atreven a ponerle fin por una incapacidad para resolver el abandono o la pérdida afectiva. Y la respuesta más frecuente para seguir con la pareja es: porque lo amo.
El “mal de amores”, o depresión psíquica causada por una desilusión amorosa, también ha sido estudiado por la ciencia. De hecho hay una razón bioquímica que puede explicar el dolor de una ruptura amorosa.
Cuando un ser humano se enamora, su cerebro libera feniletilamina, sustancia que aumenta la energía física y la lucidez mental. Ante la desilusión, el nivel de feniletilamina se derrumba, y el cuerpo experimenta la sensación de depresión y tristeza. En términos sicológicos, este mal provoca un verdadero duelo en la persona, aunque la relación nunca se concretara.
Y es que el mundo científico se ha tomado muy en serio el estudio de este tema. Sólo una cosa no ha podido descubrir aún: por qué una persona y no otra nos provoca ese bombardeo químico que nos vuelve locos (metafórica y literalmente). He allí el secreto y la magia de Cupido".Leyla Ramírez
Hoy encontré éste artículo, que me hizo recordar esos momentos de frustración y soledad por los que pasé. Hace tiempo descubrí que no puedo amar a alguien sin antes amarme a mi primero, que no puedo centrar mi felicidad en la presencia o ausencia de otra persona, que primero tengo que ser feliz conmigo misma para poder hacer feliz a los demás. Antes había hecho lo contrario y cuando desaparecía de mi vida "aquella persona" sentía morirme en vida, me olvidaba de mi misma. Ahora sé que para poder educar a mis hijos, para que mis relacines de pareja, de familia y de amistad funcionen, primero tengo que estar bien conmigo misma si deseo dar lo mejor de mi. Ojo, eso no quiere decir que los problemas desaparezcan, los problemas existen para aprender de ellos y alcanzar nuevas metas cada vez que nos permitan ir superándonos en el arte del buen vivir. Una lucha interminable.
Ojalá éstas palabras sirvan a alguno de los que pasan sus ojos por ésta página, esa es mi única intención.
Saludos!
Tienes toda la razón, se ve que maduraste, los problemas y personas difíciles siempre existirán, en un esta resolver las situaciones cuidando de ser heridos lo menos posible y sobre todo cuidando de con quien nos relacionamos. Eso nos hace comprender porque los padres siempre nos decían "esa persona no te conviene" y nosotros, como sabe que me conviene si YO SE LO QUE QUIERO y sopatelas, con el tiempo nos tronaba esa persona.
ResponderBorrarYo cuido las relaciones de mis hijos aunque me gane su enojo. Un día tuve que correrle un amiga a mi hijo, lloraron los dos a lagrima, moco y baba, hasta su mamá fue ha hablar conmigo, porque según ellos estaba desbaratando una amistad "eterna", al poco tiempo la niña salio mal y mi hijo reconoció que yo tenía razón.
Te lo digo para que lo tomes en cuenta con tus hijos, mas vale que nos vean como "malos" a que ellos se vallan mal por malos amigos o novios.
Keru precisamente hace poco tuve conocimiento de lo que es el la dependencia emocional y al igual que tu es algo que he vivido a lo largo de la vida, y por mucho tiempo también se la achaca uno a la mala suerte... una amiga me hizo llegar algo relativo al tema y me vi reflejada ahí.. además también estudiando un poco el tema puedes darte cuenta de las raíces de estas conductas y tal vez una manera de salir de ellas, además de saber reconocer cuando nos metimos en una situación de este tipo y al mismo tiempo evitar relacionarnos por nuestras carencias afectivas con personas que mas que cariño, terminan haciéndonos mucho daño.
ResponderBorrarUn abrazo Keru
Nancy
Qué razón tienes en tus palabras y una gran filosofía de vida Keru.
ResponderBorrarEs cierto, creo que todos hemos pasado por dependencias de estas. Nos hacen mucho daño o más bien, nos dañamos nosotros mismos. Encontrar el camino para aprender a quererse quizás no es tan fácil, pero encontrándolo aprendemos a revalorarnos en otras perspectivas.
..y a ser más felices. te mando un fuerte abrazo.
Los humanos, como seres gregarios que somos, batallamos muchisimo para entender que no estamos capacitados para estar en pareja hasta que aprendamos a estar agusto solos, con nosotros mismos pues.
ResponderBorrarY buscamos la "media naranja", alguien que nos "complemente" cuando este es el mas craso de los errores.Lo primero es concentrarnos en ser la naranja completa.
Se oye facil pero creo que es dificil de lograr, aunque no imposible. Nadie va a venir a haceros felices, tenemos que hacernos felices nosotros mismos y luego compartir la felicidad con alguien mas.
Como dices, la eterna lucha.
Saludos
@ Sergio: Más que madurar, yo diría que sigo en un proceso de aprendizaje, que espero no termine nunca. Y si Sergio, a mis hijos también les hablo de los sentimientos y las relaciones interpersonales, de vez en cuando me agarro hasta a sus amiguitos y también les tiro un rollazo porque acá de eso andan un poco escasas las madres.
ResponderBorrar@ Nancy: Creo que antes de relacionarnos, si no estamos del todo bien en ese aspecto, hay que sanar heridas para no hacer falsos culpables de nuestras decepciones. Si bien es bueno reconocer qué fué lo que nos hizo llegar a tales conductas, también es muy cierto que eso no ayuda en nada para la recuperación. Lo importante es tratar de cambiar los viejos hábitos, y si no se puede uno mismo pues hay que recurrir a los profesionales. Enhorabuena Nancy, ya diste un paso adelante.
@ Ivi: Eso es bien cierto, toma mucho tiempo conocerse a sí mismo y mucha más energía ver la realidad que no nos gusta de nosotros mismos. No es fácil, pero tampoco imposible. Se necesita primero que nada "disposición".
@ Monilla: Tienes razón en lo que dices sobre quererse a si mismo, pero el término de "media naranja" no se acuñó para alguien que "complemente" nuestra vida, sino para definir a las dos parte del todo que una pareja forma con la unión.
arte del buen vivir: tienes las manos llenas de razon... vivir es un arte...pero un arte que se le da a todos... y se aprende no se nace con el
ResponderBorrarAve Fenice: Es cierto, lo malo es que a veces la capacidad de aprendizaje no es suficiente para algunos.
ResponderBorrarHola a todos.
ResponderBorrarEstoy leyendo todo lo referente a maldeamores porque hemos creado una red social relativa a este tema.
Estariamos muy interesados en vuestra participacion.
La direccion es www.maldeamores.com
gracias