Padres voluntariamente anõnimos

Edith González - Santiago Creel

El primer escándalo politico-televisivo de éste mes lo dió Santiago Creel, cuando reconoció ante los medios de comunicación (y no precisamente de espectáculos) ser el padre de Constanza, la hija de la actriz Edith González. Más que nada mero trámite, porque en los círculos profesionales de ambos era bien sabido la paternidad de la pareja. Según declaraciones posteriores de la misma Edith, lo suyo fué un acuerdo común de mantenerlo en secreto, todo en aras de la "salud pública" de la carrera política de Creel. Tuvo que haber estado más que enamoradísima de éste "viejo verde", para aceptar tener que enfrentar sola tan tremenda y discutido alumbramiento. Lo cierto es que por una módica cantidad la chiquilla tuvo padre a escondidas gracias al Estado Mayor Presidencial, eso sí, aunque llevara solo los apellidos de la madre. ¿Le habrán hecho manita de puerto a la güera para que acepatara? Es extraño cómo funcioanan ahora las relaciones interpersonales, sobre todo tratándose de gente relacionada con la política y aún con hijos de por medio, primero se hacen los angelitos que no rompen ni un plato y luego dan la cara entonando el "mea culpa" con acento mártir y ... todo olvidado. Como dato adicional, Santiago Creel de 54 años de edad ahora presume de novia veinteañera, no es más que obvio la calaña de éste veneradísimo asesor panista. Bien decía mi abuela que puede más un par de bubies ... jóvenes, que una yunta de bueyes.

Erika Buenfil - Ernesto Zedillo Jr.

El caso de Teresita de Jesús Buenfill, mejor conocida como Erika en el ambiente, es totalmente distinto. Lo que parecía en un principio una historia de amor entre el soltero más codiciado de México y una de las actrices más bellas de la televisión, terminó siendo una lucha entre la dignidad y el amor maternal. Erika Buenfill optó por el silencio ante la inmadurez y el temor de un joven que a pesar de ser buena persona, pagó un poco caro su falta de experiencia y carácter. Ahora Ernesto Zedillo Velasco, quiere lavarse las manos ensuciando el nombre de la mujer que respetó su integridad y su decisión mantener en el anonimato su paternidad. Según su versión el hijo de él y Erika, fué producto de un "acostón", de una noche de copas en la que la falta de precauciones trajo como resultado "el hijo incómodo". ¿Que poca abuela, no? Quienes los conocen, saben perfectamente que la historia fué muy diferente, la de ellos sí era una relación que comenzaba. Los dos eran solteros pero, Erika llevaba todas las de perder: mayor que él y artista, profesión satanizada entre la gente de "alto nivel" como para que fructificara en algo mejor. Curiosamente Ernestito, que ya tenía cierta fama de ligón con las famosas televisivas, a la que sí le cumplió fué a su ahora esposa Rebeca Saenz (conductora de TV Azteca) quién lució vestido de novia maternal porque también se comió en gansito sin envoltura. Si tonto no es el juniorcete, Rebeca es muy parecida a Ericka, pero veinte años menor. Como quiera que sea la Buenfill dió cátedra de dignidad y orgullo al mantener su boca cerrada, ahora es Ernestito quien salió por debajo quedando como un puberto cachondo, zacatón e irresponsable.

Comentaba éstos casos con uno de mis hermanos, al que también le encanta el chisme farandulero como a mí, según él las chicas tienen gran culpa de ésto que les sucede porque saben con quien se relacionan ó lo hacen a propósito pensando en algún interés económico ó de poder; lo malo es que en ambos casos las cosas no terminaron en un "fueron felices para siempre". De todo ésto, me viene a la memoria las palabras de aquel juez argentino de Bailando por un Sueño Internacional, Jorge Lafauci: "Será que la gente bonita de México solo es la que sale en la televisión?" O será que los políticos mexicanos están siempre tan ocupados, que escogen a sus parejas sentimentales del catálogo televisivo de estrellitas deshechables cuando las actuales ya "cumplieron su ciclo" y se hacen viejas ? Preguntas para el infinito.