Ayer, de la boca de un amigo, salió el siguiente torrente de palabras que me dejó un día completo de reflexión:
¿Suena algo familiar? ¿Se podría situar en un conexto en particular? Cuando lo escuché me pareció divino, aplicable a muchísimas culturas, países, sociedades y por qué no, a muchos de nosotros. Conseguir una capacidad de amar como la que mi amigo describe tal vez parezca misión imposible pero, quizás podríamos siquiera intentarlo. Mi amigo se llama Luis M. Menes, es sacerdote y éste texto fué su homilía de ayer, me tomé la libertad de sustituír las palabras "el cristiano" por "el ser que ama" que al final de cuentas es lo mismo. No, no soy una fanática religiosa ni mi capacidad de amar se puede comparar con la que aquí se sugiere, pero lo voy a intentar. Al fin y al cabo todos la tenemos, la clave es desarrollarla.
Feliz inicio de semana, ámense y sean felices.
Pocas veces como en nuestros días, se habrá hablado tanto del amor y se habrá falseado al mismo tiempo; tanto su contenido más hondo, como su lado humano. Hay revistas de amor, canciones de amor, cartas de amor, técnicas para "hacer el amor", pero ... ¿qué es el amor? ¿cómo se vive y se alimenta el amor?.
Cualquier observador sereno de nuestra sociedad, sabe que tantas cosas a las que se llama hoy "amor" no son, en realidad, sino otras tantas formas de desintegrar el veradero amor. Hay quienes llaman amor al contacto fugaz y trivial de dos personas que se "disfrutan" físicamente, vacías de ternuna, afecto y mutua entrega. Para otros, "amor" no es sino una hábil manera de someter a otro, a sus intereses ocultos y satisfacciones egoístas. No pocos creen vivir el amor cuando solo buscan un refugio y un remedio para una sensación de soledad que, de otro modo, les resultaría insoportable. Bastantes otros creen encontrar el amor en una relación ideal, donde la mutua tolerancia y el intercambio de satisfacciones los une, frente a un mundo hostil y amenazador.
Pero ésta sociedad, donde se corre con frecuencia tras ese ideal del hombre bien alimentado, bien vestido, sexualmente satisfecho y con posibilidad de divertirse intensamente, vive lo que la fina observación de St. Exupèry describe así: "... los hombrres compran cosas hechas en los mercados. Pero como en los mercados no existen amigos, los hombres no tienen amigos".
Los seres que aman estan llamados a distinguirse, no por un saber particular, por una doctrina, ni por una observación de ritos y leyes. Nuestra verdadera identidad se basa en nuestro modo de amar. Al ser que ama, se le conoce en el pueblo por su comprensión, porque es cariñoso, porque es un buen vecino que vive pendiente de los demás dispuesto a echar la mano cuando haga falta. El ser que ama es una persona que no procura encerrarse en su propio bienestar y abre las puertas de su corazón y de su vida a los problemas y necesidades de los demás. La casa del ser que ama, es aquella donde uno va siempre confiado en que será bien recibido, acogido y escuchado.
Al ser que ama se le tiene que conocer por su estilo desinteresado, que sabe acoger y ponerse al servicio del otro, sin límites ni discriminaciones. Un sentimiento que sepa afirmar la vida, el crecimiento, la libertad, el respeto y la felicidad de los demás. La tarea en nuestra sociedad del ser que ama, donde se falsica tanto el amor, es precisamente éso: desarrollar nuestra capacidad de amar.
¿Suena algo familiar? ¿Se podría situar en un conexto en particular? Cuando lo escuché me pareció divino, aplicable a muchísimas culturas, países, sociedades y por qué no, a muchos de nosotros. Conseguir una capacidad de amar como la que mi amigo describe tal vez parezca misión imposible pero, quizás podríamos siquiera intentarlo. Mi amigo se llama Luis M. Menes, es sacerdote y éste texto fué su homilía de ayer, me tomé la libertad de sustituír las palabras "el cristiano" por "el ser que ama" que al final de cuentas es lo mismo. No, no soy una fanática religiosa ni mi capacidad de amar se puede comparar con la que aquí se sugiere, pero lo voy a intentar. Al fin y al cabo todos la tenemos, la clave es desarrollarla.
Feliz inicio de semana, ámense y sean felices.
Que bonito y sabio. Keru sin lugar cada día me dejas sin palabras, escribes super lindo. Que tengas un bonito inico de semana.
ResponderBorrarBere: tengo que aclararte que lo que está escrito en comillas (el texto con letras más pequeñas) es producto de las reflexiones de mi amigo el cura. De cualquier forma gracias, yo le haré llegar tu comentario.
ResponderBorrarSaludos!
Keru es dificil amar de ese modo, casi todos lo hacemos de una manera egoísta, bueno habrá quién lo haga mas que otros, pero si he llegado a sentir eso en lugares a donde vas que sabes sin lugar a dudas que serás recibido con una sonrisa, y es verdad esas personas además te transmiten mucha paz, excelente la homilía de tu amigo. Saludos!!
ResponderBorrarNancy
Uy nena,
ResponderBorraresto se está convirtiendo algunas veces en tema como el de la política o la religión.
Es complicado. Para muchos el definirlo no lo encuentran viable, luego entonces practican algo semejante llamándole por éste nombre. Cosa que se confunde con la liviandad.
Otros llegan al grado enfermizo de llevar la palabra a cabo como si fuese sacrificio y llegan a los extremos tenebrosos donde se pierde el límite exacto.
En esta sociedad cambiante, de ideas y formas tan nuevas y viejas pocos son los que saben del amor como tal y si bien la experiencia es quien dicta lo que va siendo verdadero amor, no todos aprenden con el pasar de los años ésta propia definición que tu amigo bien a dado al concepto.
Muy interesante, alguna vez también escribí al respecto, en el 2005 o 2004... lo checo y te lo envío de ser posible.
@ Nancito: Si, es difícil pero, será imposible? Hay que averiguarlo.
ResponderBorrar@ Dra.: Se ve que tú si lo tienes claro, sería interesante leer aquello que escribiste, gracias!
Cuesta trabajo, pero todos tenemos la capacidad para desarrollarla.
ResponderBorrarSaludos¡¡
No te consideres fanática, ante todo, estás reflexionando, pensando, no una cuestión universal, sino algo que atañe a tu propia vivencia y percepción, eso es lo importante.
ResponderBorrarcreo que es demasiado profundo para mí.. porque amo a mi familia y no estoy con ella fisicamente aunque quisiera, amo a mi marido pero tambien quiero estar con mi familia¿eso es amor egoista de mi parte?¿pensar solo en mi? ¿mi marido es egoista al quererme pero no estar dispuesto a irse a mexico? ¿es egoista de mi parte quererme llevar a mi marido lejos de su familia?... este tipo de preguntas me martiriza y de verdad que solo quiero lo mejor para la gente, aunque eso no quiere decir que yo sea un 90% egoista.. en fin
ResponderBorrarya me enredé yo sola :D
te deseo un excelente día y tengo que reflexionar este escrito porque es demasiado profundo para un cerebro tan pequeñito como el mio!
@ Maclovia: Totally agreed!
ResponderBorrar@ Swelt: La verdad es que me gustaría tener esa capacidad y tal vez eso me haga fanática del amor en todas sus expresiones. La exaltación del amor que más me gusta de la doctrina religiosa que profeso, aunque a veces me gana un poco lo banal.
@ Miriam: El amar a una persona y seguirla no es egoísmo, cuando el amor hacia tu entorno permance intacto aún a la distancia. El cuestionarse mucho, viendo hacia dentro de nosotros mismos, también nos nubla un poco el pensamiento. Sólo ama, qué importa lo que piensen los demás cuando tu tienes claro lo que sientes?