Frases que marcan

- Si quieres fumar, fuma, pero ya sabes lo que ocasiona y es tu responsabilidad.

- Esa mujer no es tu amiga, te va a hacer llorar.

- Cómpralo, si se te atora la carreta con los pagos yo te apoyo.

- Déjala ir Pancho, al fin que ya está grande y sabe lo que hace.

- Ese pelado corriente no es para tí.

- Se te va a pasar, ya verás que al rato te vas a reír de todo ésto.

- Estás segura de que te quieres ir? Si crees que es tu felicidad, adelante.

Estas y muchas otras frases, que no terminaría de enumerar, las escuché en diferentes etapas de mi vida de la boca de mi madre. Siempre tuvo razón y, hasta que no tuve sufiente edad, entendí que aunque algunas veces me hizo sufrir con sus comentarios, éstos siempre iban encaminados a mi felicidad y bienestar.

Ahora que soy madre, trato de seguir su ejemplo dándole a mi hija seguridad, confianza e independencia (aún a su corta edad) como ella lo hizo conmigo. Hoy estoy muy lejos de sus brazos cariñosos y protectores, de sus labios de besos tronadores y revitalizadores, pero el temor de convertirlos en recuerdos hace que todos los días marque su teléfono para conformarme con su voz e imaginarme que estoy a su lado. Cómo la extraño, cómo me duele saber que está muy solita desde que mi papá se nos adelantó y como quisiera poder estar junto a ella. La llamaré una vez más para decirle lo mucho que la quiero y felicitarla en su día como a ella le gusta. Sobre todo para agradecerle todo lo que soy.

FELICIDADES A TODAS LAS MAMACITAS. Y en especial a las madres bloggers y las madres de los bloggers y sus esposas.