Estoy un poco nerviosa al escribir mi primer post, la mera verdad me cuesta mucho trabajo hacerlo, aún y cuando mis amigos siempre me dicen que soy bien "rollera".
Creo que para romper el hielo debería presentarme primero: soy una orgullosa regia, que por hazares del destino vivo desde hace siete años en Suiza, y aunque parezca difícil creerlo, todavía me siento "el arroz negro" dondequiera que voy, aunque, no me cuesta mucho trabajo, pues los reyes del queso siempre se encargan de que no se me olvide (por aquello de que el racismo esta a la orden del día por estas tierras) algún día ahondaremos en este tema del que hay mucha tela de donde cortar.
En fin, en el transcurso de los siguientes posts, irá aflorando más de mi particular historia.
Todos los días, desde que llegue a esta esquinita del mundo, tengo contacto con mi querido Monterrey a través de la prensa digital, de las televisoras mexicanas online y de los chismes que me cuenta mi familia por teléfono.
A pesar de eso, me cuesta mucho trabajo imaginarme mi Sultana del Norte llena de narcos y púberes criminales. Hace unos dias comentaba con una de mis amigas mexicanas de los dos o tres crímenes que sacudieron Monterrey entre los años 70's y 80's: el de las hermanas Millet Medina (de la desaparecida disco Sargent Pepper's en el centrito), el secuestro y crimen de un niño en la colonia Contry o el último creo en los 90's del Lic. Polo del Real. Todos ellos relacionados con criminales adultos que perseguían un fin en concreto (favores sexuales, dinero fácil o motivos políticos que tampoco justifican esas terribles acciones), pero ahora nos encontramos personitas que a veces ni siquiera llegan a la mayoría de edad, utilizando la violencia como producto de la desintegración familiar, la descensibilización humana o la falta de valores morales que vive la sociedad en general.
Es ridículo ver como algunas asociaciones protestan contra la presentación de tal o cual espectáculo o filme por considerarlo "inmoral", "violento" o "mal ejemplo para la juventud" y en sus casas sus hijos tienen una consola de videojuegos y la libertad para comprar o rentar cualquiera que se les ocurra; o los que ya tienen "un poco de edad" pidiendo permiso para ir al "antro" de moda con sus cuates y llegar "no mas de la 3 AM". Resumiendo: "EL BUEN JUEZ POR SU CASA EMPIEZA"
Creo que para romper el hielo debería presentarme primero: soy una orgullosa regia, que por hazares del destino vivo desde hace siete años en Suiza, y aunque parezca difícil creerlo, todavía me siento "el arroz negro" dondequiera que voy, aunque, no me cuesta mucho trabajo, pues los reyes del queso siempre se encargan de que no se me olvide (por aquello de que el racismo esta a la orden del día por estas tierras) algún día ahondaremos en este tema del que hay mucha tela de donde cortar.
En fin, en el transcurso de los siguientes posts, irá aflorando más de mi particular historia.
Todos los días, desde que llegue a esta esquinita del mundo, tengo contacto con mi querido Monterrey a través de la prensa digital, de las televisoras mexicanas online y de los chismes que me cuenta mi familia por teléfono.
A pesar de eso, me cuesta mucho trabajo imaginarme mi Sultana del Norte llena de narcos y púberes criminales. Hace unos dias comentaba con una de mis amigas mexicanas de los dos o tres crímenes que sacudieron Monterrey entre los años 70's y 80's: el de las hermanas Millet Medina (de la desaparecida disco Sargent Pepper's en el centrito), el secuestro y crimen de un niño en la colonia Contry o el último creo en los 90's del Lic. Polo del Real. Todos ellos relacionados con criminales adultos que perseguían un fin en concreto (favores sexuales, dinero fácil o motivos políticos que tampoco justifican esas terribles acciones), pero ahora nos encontramos personitas que a veces ni siquiera llegan a la mayoría de edad, utilizando la violencia como producto de la desintegración familiar, la descensibilización humana o la falta de valores morales que vive la sociedad en general.
Es ridículo ver como algunas asociaciones protestan contra la presentación de tal o cual espectáculo o filme por considerarlo "inmoral", "violento" o "mal ejemplo para la juventud" y en sus casas sus hijos tienen una consola de videojuegos y la libertad para comprar o rentar cualquiera que se les ocurra; o los que ya tienen "un poco de edad" pidiendo permiso para ir al "antro" de moda con sus cuates y llegar "no mas de la 3 AM". Resumiendo: "EL BUEN JUEZ POR SU CASA EMPIEZA"